martes, 26 de septiembre de 2023

Racing fue a jugar a Mendoza pensando en Avellaneda.

Con desesperación y de arremetida Racing sobre el final rescató un punto en su visita a Mendoza y continúa liderando la Zona B de la Copa de la Liga.

Con un Racing que casi sorprende de entrada, por una buena trepada de Rojas que descarga para Martirena y su centro es dejado pasar por Rojas para que Roger quizás apresurado, remate apenas desviado, un arranque interesante pero increíblemente el equipo fue perdiendo intensidad y como si estuviera previsto todos entraron en un estado de adormecimiento que los llevó a tener movimientos lentos y a  lateralizar o tocar hacia atrás, lo que le permitió crecer a Godoy Cruz.

Alguna causa los llevaba hacer generalizada esa manera de jugar, especialmente a no exigirse, podía ser el clima, el campo de juego… pero sin saber a ciencia cierta, me inclino a pensar que todo pasó porque Racing fue a jugar a Mendoza pensando en Avellaneda y en lugar de estar mentalizados para ganarle a Godoy Cruz, sus cabezas estaban pensando en lo que se viene el próximo sábado en el Cilindro, donde van a tener que poner el cuerpo y el alma para ganar ese partido.

Y Godoy Cruz lo comenzó a incomodar a Racing con centros cruzados donde un Arias alterado por que el equipo no reaccionaba no solo se desesperaba dando indicaciones, sino que hasta tuvo que salir a cortar un avance cerca del córner.

Esa casi despreocupación por el juego llevó al equipo a un desorden inevitable porque a partir de los veinte minutos los intentos ofensivos de Godoy Cruz se hicieron incontrolables para la línea de tres armada con los chicos Rubio y Kozlovsky junto a un Piovi que juega como un distinguido, pero comete errores como un amateur, con el agregado de que sufrían la falta de contención en el medio campo, donde un Jonathan Gómez enredado y un Nardoni intenso se veían confundidos al igual que Martirena y Rojas, con el agravante de que Quintero no participaba, Ojeda solo tocaba hacia atrás y Roger Martínez aislado, era el único que en algún que otro control mostraba su calidad, aunque tampoco estuvo acertado en sus intervenciones.

Con una falta total de respuestas Racing pudo finalizar ese primer tiempo con un empate pero mostrando una pobre imagen, cuando todos esperábamos ver a un equipo que iría por la victoria que lo colocaba en una mejor posición en la tabla.

En el segundo tiempo y seguramente para buscar más equilibrio en la mitad de cancha Gago reemplaza a Rubio con Almendra, esto hacía suponer que  Martirena y Rojas pasarían a formar una línea de cuatro en el fondo, pero no fue así, porque a partir de allí Racing dejó atrás a Kozlovsky y a Piovi solos, por lo que comenzó a jugar al borde del abismo.

Y a los tres minutos un error Almendra y de Kozlovsky, llevan a un Arias enloquecido, a dejar el arco para ir a disputar la pelota fuera del área, pero es superado y con el arco desguarnecido la pelota le llega a Muñoz que por suerte remata afuera.

Pero todo parecía ser cuestión de tiempo y unos minutos más tarde, una pelota larga desde el fondo mendocino deja a Allende sobre la derecha mano a mano con Piovi quien llegando al área en lugar de hacerlo ir para su pierna hábil, lo va a buscar como para en forma grotesca taparle un remate, que el jugador del local transforma en un enganche hacia adentro, haciéndolo pasar de largo para luego convertir con un remate al segundo palo, un gol que dejaba en decisiones que no se entienden, porque dejar mano a mano al chico Kozlovsky y a un Piovi que marca cada vez peor, me parecía un suicidio.

Minutos más tarde Oroz reemplaza a J. Gómez y el equipo después de recibir ese cachetazo comienza a despertarse como  dándose  cuenta de que no era positivo ir a jugar el clásico con una derrota en sus hombros y Martirena finaliza una jugada que inicia Quintero, continúa Almendra y Roger la abre para el lateral que saca un fuerte remate pero se va por sobre el travesaño, un par de minutos después otra vez los mismos intérpretes con el agregado de Rojas que remata también alto.

Era evidente que el gol en contra sirvió para hacer reaccionar al equipo, para salir de ese extraño letargo y también para demostrar que Almendra por su juego, su inteligencia y su claridad es un jugador que debe integrar el equipo titular.

Faltando veinte minutos un planchazo de Galdames sobre el tobillo de Nardoni, deja a Godoy Cruz con un hombre menos, algo que sin dudas le daba una ventaja a este Racing de Gago  que estuvo a punto de empatar a través de Roger Martínez, pero que a mi modo de ver, tardó en hacer entrar a Hauche, que reemplazó a Martirena.

Minutos después Hauche para Juanfer y este para Oroz, que sobre la derecha en el área, gira y de zurda la pone sobre el segundo palo, pero la pelota pega en el travesaño, todo era de Racing, pero le faltaba el toque final que llega sobre la hora, cuando Rojas habilita a Roger sobre la izquierda afuera del área quien enganchando hacia adentro paralelo a la línea de fondo saca un remate que parecía un pase, raro, que se clava junto al segundo palo sorprendiendo no solo al arquero sino también a Gago.

Un empate que le daba fuerzas anímicas para lograr algo más que casi llega al minuto y medio de descuento cuando Rojas después de varios rechazos la mete de zurda, pero a pedido del VAR el gol es anulado por estar Hauche apenas adelantado cuando recibe sobre la derecha.

Ahora si a pensar solo en el sábado para ganarle a Independiente, con un Cilindro colmado que alentará como siempre, esperando ser correspondido por los jugadores en el campo de juego.

Vamos Racing carajo!

Hasta pronto.

viernes, 22 de septiembre de 2023

El gol que nos devolvió la vida.

Racing con un buen segundo tiempo justifico el triunfo que le permite convertirse en el único líder de la zona B de la Copa de la Liga.

Antes de entrar en lo que me pareció el encuentro, me quiero referir al tema de los insultos al final del mismo y si bien no me parecen justas las recriminaciones hacia jugadores, técnico o directivos, como bien reza la frase “El corazón tiene razones que la razón ignora” y la pasión por el futbol tiene que ver con el corazón, por eso a veces la gente se transforma en una cancha de futbol y de acuerdo a lo que suceda en el partido festeja y canta o se enoja y grita hasta el insulto, expresiones que al fin y al cabo manifiestan sentimientos ante lo que más amamos.

Yo a mis 80 años sigo siendo hincha y amando a Racing como el primer día y en este modesto blog desde el 2009, donde como un ejercicio mental busco expresar en palabras lo que siento al ver cada partido, siempre he tratado de ser  cauto en los elogios y respetuoso en las críticas.

Bueno, ahora vamos al partido ante Newell’s y lo primero que digo es que en ese primer tiempo me pareció ver el juego de los errores, quizás porque la lluvia magnificó la imprecisión y aceleró la velocidad de la pelota, ya que no solo se hacía difícil controlarla, sino también realizar un pase correcto.

Gago apeló nuevamente a Colombo, Sigali y Piovi para la línea de tres en el fondo, ahora con Martirena como lateral por derecha y Rojas por la izquierda, opciones para  Nardoni y Gómez que desde el medio respaldaban a un Juanfer Quintero, que errático e impreciso nunca pudo asisitir bien a Hauche y fundamentalmente a Roger, por lo que el desencuentro hizo que todo quede en solo en buenas intenciones.

Así y todo hubo posibilidades para los dos equipos, como la que Roger presionando al último hombre de Newell’s se hace de la pelota y queda mano a mano con Hoyos,  donde quizás podría haber definido, pero eligió eludirlo y lanzar un centro atrás que no llegó a destino y también como la que minutos después tuvo el equipo rosarino cuando Ferreira remata desde la puerta del área, pero Arias respondió en gran forma.  

El partido en esa primera parte fue muy intenso por parte de Newells que buscó con su presión sorprender a Racing y ese desgaste físico pareció sentirlo en la segunda etapa, al mismo tiempo que la Academia iba creciendo en su juego a través de jugadores que a mi modesto entender, no habían tenido un rendimiento como Jonathan Gómez, que cambió su enredo y confusión del primer tiempo por un tocar más rápido y estar más certero en los pases, para después buscar sorprender en el área al igual que Nardoni, que a los ocho minutos casi convierte aprovechando un error de Hoyos, mientras que el equipo rosarino solo parecía buscar en una pelota larga un error del fondo académico, como pasó minutos después lo tuvo Portillo con un remate que Arias desvía al córner.

A los veinte minutos Gago hace un cambio inesperado, no por quien sale porque en realidad el “Demonio” Hauche no había rendido, sino por quien lo reemplaza otras opciones en el banco elige a un “sorprendido” Romero.

Racing iba con todo a buscar el tan necesitado triunfo para liderar la zona y Martirena, aún con errores, era una tromba por la derecha, mientras Rojas con sus diagonales al centro del área también complicaba por la izquierda, pero faltaba el ultimo toque y a los 26 minutos, Piovi adelantado anticipa en campo contrario, la pelota va a Roger que asiste muy bien a Quintero sobre la izquierda del área y este con claridad y sin desesperación la ubica para Gómez por el centro quien de derecha concreta el gol que ponía en ventaja a Racing.

Un par de minutos más tarde, Gago reemplaza a un Quintero bastante cansado por Almendra, mientras Heinze enviaba a la cancha a más delanteros buscando llevar peligro con lanzamientos largos y en uno de esos intentos Jonathan Gómez con gran esfuerzo rescata una pelota sobre la derecha y comienza una escalada en la que termina asistiendo a Roger quien con gran precisión asiste a Rojas en el área, pero su remate es tapado por Hoyos perdiendo Racing una nueva oportunidad.

Sobre la hora del segundo tiempo Sigali lesionado le deja su lugar a Nicolás Kozlovsky y Roger Martínez a Baltazar Rodríguez, para jugar los minutos de descuento en el que nada hacía presagiar lo que iba a suceder, que iba a modificar los ánimos de los hinchas de los dos equipos, esencialmente a los de Racing poruqe nos llevó a transitar en pocos minutos sensaciones de todo tipo.

Sobre los dos minutos de descuento una lanzamiento largo desde la mitad de cancha a la puerta del área académica lo van a buscar Colombo y May, al mismo tiempo que Arias, quizás llevado por la  responsabilidad de asegurar el triunfo también va a su encuentro, cuando no había necesidad con la desgracia de que nunca llega a la pelota que finalmente cabecea el delantero rosarino y va camino al arco,  sin poder ser rechazada por Kozlovsky, logrando un empate que no solo no merecía, sino que golpeaba fuertemente el corazón de los racinguistas y de un equipo que veía la tristeza y el desconsuelo del arquero académico.

Como se salía de esto, nadie lo pensaba, porque el empate se sentía como una derrota y faltaba nada, minuto, minuto y medio, cuando un rechazo de la defensa de Newell’s la recibe Colombo, quien envía un pase rasante para Almendra y cuando seguramente muchos, entre los que me incluyo, en alguna situación similar más de una vez habremos gritado “ponela en el área que termina”, con increíble frialdad gira y “tres dedos” le pone un pase extraordinario a Martirena, quien con entrega y convicción venía haciendo un surco por la derecha como si recién hubiera comenzado el partido y al recibir en el la adelanta y saca un gran remate que se mete entre Hoyos y el primer palo, concretando el tanto del triunfo con el gol que nos devolvió la vida a todos los racinguistas.

Una victoria esperanzadora que por sobre todas las cosas debe ser muy bien aprovechada por el cuerpo técnico y el plantel, como base anímica para convencerse de que se puede ser campeón.

Hasta pronto.

 

 

lunes, 18 de septiembre de 2023

El plantel respaldó a Gago, los hinchas no.

Racing fue al Gasómetro a buscar un triunfo que pudiera calmar la bronca de los hinchas por la vergonzosa derrota en la Copa Argentina, pero ante un San Lorenzo que jugó con un hombre menos todo el segundo tiempo solo pudo lograr un insulso empate.

Como de costumbre Gago siguió sorprendiendo, esta vez haciendo debutar a Colombo junto con Sigali y Piovi conformando una línea de tres en el fondo, pero a mi modo de ver con un error que fue no ubicarle delante,  a un lateral o un volante más para que cumpla la misma tarea que realiza Rojas por la izquierda (quizás en lugar del “protegido” Romero), porque por esa falencia al ex Defensa y Justicia Barrios y Maroni lo complicaron bastante desde inicio llegando al penal que Girotti convierte en gol, el que no solo puso a San Lorenzo en ventaja sino que además le dio la posibilidad de jugar como más le gusta, es decir esperando con una muralla en el fondo y salir de contragolpe.

Pero además ese inconveniente provocó un desajuste en el medio campo porque Nardoni, desesperado, debía salir mucho a la derecha para cortar lo que generaban Barrios/Maroni y eso lo fue desordenando al equipo que ya que ni Oroz ni Quintero encontraban la forma de hacerse de la pelota, Rojas y Ojeda bien abiertos tampoco aportaban mucho porque ni recuperaban ni desbordaban y por el centro un Roger Martínez impreciso y un Romero desenchufado, (aunque siempre respaldado), hacían de este Racing en la previa muy ofensivo, un equipo inofensivo, que solo se acercó a Batalla a los veinte minutos con un remate de Juanfer, que pasó cerca del palo izquierdo y que fue como una señal de que en sus pies podía estar la solución.

A todo esto, mientras Arias respondía con seguridad y rapidez un mano a mano con Girotti, Racing comenzaba a ordenarse un poco y ante un San Lorenzo que se iba replegando cada vez más, comenzó a dominar las acciones, a tener más la pelota y hacerla circular mejor y en una jugada en la que intervienen Piovi, Roger, Rojas y otra vez Martínez, Juanfer la finaliza con un fuerte remate pero el mismo es cubierto por el brazo de Braida, situación por la cual Rapallini sanciona el penal, que finalmente es anulado por el VAR.

Había una mejor respuesta de Colombo, que fue creciendo en seguridad y en presencia, mostrando una gran personalidad, de Sigali y de Nardoni, quien en una jugada recibe un planchazo descalificador a la altura de la rodilla por parte de Rafael Pérez, finalmente expulsado por intervención del VAR.

Racing con un hombre más seguía acelerando y en el amplio descuento encuentra la igualdad, cuando Ojeda en su único desborde por la derecha mete un centro rasante centro hacia atrás que nadie toca, pero recibe Sigali a unos metros fuera del área, desde donde saca un remate impresionante clavando la pelota junto al palo izquierdo de Batalla, un golazo que encendía una luz de esperanza y el abrazo general con Gago como un gesto de apoyo del plantel al cuestionado técnico.

Era una obviedad que en el segundo tiempo San Lorenzo con un hombre de menos, iba a aplicar más que nunca su muy aceitado funcionamiento defensivo, tanto que Insúa reemplaza a Girotti ubicando en su lugar a Insauralde, un mensaje claro de que no le importaría que su rival tenga la pelota.

Racing se fue acercando a través del buen manejo de Juanfer Quintero, pero Ojeda en la derecha seguía sin imponer su gambeta y Rojas sobre la izquierda como extremo intentaba diagonales que no se concretaban  porque el pase no llegaba, mientras por el centro Roger, que parecía fuera de ritmo continuaba errático y Romero simplemente flotaba sin intervenir, por lo que solo lo intentaron Colombo y Piovi con remates desde fuera del área.

Pero Insúa reemplaza a Barrios por Peruzzi y como contrapartida a ese cambio Gago hace lo mismo con Colombo a quien reemplaza con Almendra y a los cinco minutos se genera lo que podía haber sido el triunfo cuando Oroz que levantó mucho en el segundo tiempo, recibe un centro pasado de Sigali dentro del área sobre la izquierda desde donde envía un centro rasante que supera al arquero en el primer palo y le llega Romero a centímetros de la línea, quien sin fe, sin convicción y sin la agresividad necesaria, permite que el defensor lo cuerpee y se pierde un increíble gol, que era para poner el cuerpo y meterse con pelota y todo adentro del arco…pero es Romero.

Racing continuó buscando el gol, Rojas, Ojeda y Juanfer Quintero fueron reemplazados por Martirena, Hauche y Baltazar Rodriguez quien junto con Almendra ejecutaron los dos remates que hicieron de Batalla la figura de San Lorenzo, todo lo demás solo quedó en intenciones.

El plantel respaldó a Gago, los hinchas no, porque si bien para el técnico fue importante recibir el abrazo de sus jugadores, para los racinguistas el empate tuvo sabor a poco, ya que el equipo sigue sin encontrar un mejor funcionamiento, con el agravante de que continua sosteniendo a Romero como titular, que en mi modesta opinión y tratando de ser respetuoso hacia ambos con mi pensamiento, su insistente e intolerante respaldo se ha convertido en una cuestión personal entre él y los hinchas.

Pero bueno, ahora que todo parece estar en paz adentro, ojalá que Almendra pueda jugar más tiempo al igual que Miranda, que Vecchio se ponga en forma y pueda sumarse cuanto antes, porque junto a Juanfer y a Roger son los que le pueden dar a Racing el toque de jerarquía en el juego que hasta ahora el equipo no alcanza a mostrar.

A ganarle a Newell’s el miércoles!

Vamos Racing carajo!

Hasta pronto.

domingo, 10 de septiembre de 2023

Un resultado que puede acercar el final de un ciclo

Racing volvió a decepcionar en la Copa Argentina, con una actuación que volvió a mostrar la fragilidad del equipo, que disperso y sin reacción, nunca entendió que estaba jugando una final.

No hay mucho para decir de esta nueva frustración para los hinchas de Racing, porque una cosa es entender que se puede perder, pero otra es la manera que se llega a esa derrota, esta vez con una goleada que deja una imagen de debilidad que ya no sorprende, porque es repetitiva.

Con una defensa de puertas abiertas, donde Tagliamonte que pareció temeroso, estuvo lento e indeciso y donde Sigali y Piovi (parece que cuando hay ofertas la cabeza pasa a estar en otro lado) desconcentrados, al igual que Martirena y Rojas, parecían no darse cuenta de lo que se estaban jugando, le fueron dando toda clase de ventajas a los intentos ofensivos de Huracán.  

A todo esto el medio campo desordenado e impreciso era sorprendido por los volantes rivales y con delanteros confundidos, con un Romero que sigue siendo bancado por el técnico como no lo hizo con ningún otro jugador, no llegaba a inquietar a Huracán, que esperaba sorprender de contragolpe, como sabiendo que Racing le iba a dar esas oportunidades.

Y llegaron con goles ante un Tagliamonte que no ofreció resistencia en ninguno de los ellos, pero admitiendo también que fueron cómplices sus compañeros de la defensa y si bien Racing descontó en una jugada aislada por parte de Oroz, Huracán seguía siendo el que imponía el ritmo de juego y volvió a convertir cerca del final con otra jugada donde Martínez  tácticamente sorprendió a Gago.

Era desesperante verlo con los mismos errores defensivos de hace tiempo y jugando como si fuera por compromiso, pero las entradas de Roger y de Hauche  por lo menos llevaron un poco más de preocupación a la defensa del globo, sobre todo a través del colombiano y entonces ¡Oh, oh…sorpresa!, dos goles de Romero para que Racing se pusiera a un gol de diferencia, pero eso duró unos pocos minutos porque rápidamente la defensa le volvió a dar a Huracán una nueva oportunidad para aumentar y a partir de ahí se fue entregando a esta humillante derrota con un resultado que puede acercar el final de un ciclo, al que le queda una sola vida.

Para Racing que venía de quedarse afuera de la Libertadores, este partido tenía todas las características de una final importante y los hinchas esperábamos que lo jugara como tal, pero carece de jugadores líderes, de esos que no se rinden, de esos que imponen aunque sea a las puteadas la rebeldía y entonces aparecieron las miradas, cómplices, culpables, buscando el suelo y defraudando otra vez, pero no por haber perdido, sino por la forma en que lo hizo, aun teniendo una semana de descanso por delante.

Ojalá pueda recuperar algunos jugadores que le permitan al equipo tener más solidez en el fondo y ser más contundente en la ofensiva, porque ahora le guste o no a Gago tiene la “obligación de ganar” la Copa de la Liga, porque lo exige el escudo, su camiseta, su gente y porque por encima de la idea de juego y del tratar de jugar bien, siempre serán los resultados los que mandan, porque para eso los contratan y por eso les rescinden si no los logran

Si para Gago todo es competir y seguir participando, para los hinchas no es así y aunque muchas veces podemos tener opiniones diferentes, sabe que “es difícil hablarle al hincha…” cuando se defiende lo indefendible.

Finalmente y con todo respeto quiero decirle a Gago que es verdad que en mi modesto Blog escribo “con el diario del lunes”, no porque sea fácil, sino porque no puedo dar una opinión de un partido antes de verlo.

Por último y como hincha quiero decir que vi un video donde  su ayudante de campo Gustavo Gallego con un vergonzoso gesto se burla de los hinchas que fueron a ver el partido, por lo que espero que sea severamente sancionado por la CD de Racing.

Hasta pronto.

lunes, 4 de septiembre de 2023

La deuda se paga con triunfos.

Racing recibía a Estudiantes en un clima complicado por haber quedado afuera de la Libertadores, lo que lo llevaba a la necesidad imperiosa de comenzar a saldar esa vieja deuda con un triunfo.

El haber fracasado en la Copa Libertadores los objetivos pasaron a ser otros y aunque los mismos no alcanzan a tener el mismo nivel de jerarquía, Racing debe afrontarlos con total responsabilidad, buscando compensar de alguna manera a los hinchas con el logro de uno de los dos que todavía están en juego.

Y el rival que llegaba al Cilindro si bien había quedado afuera de la Sudamericana, venía mostrado un buen nivel futbolístico, que se agregaba la gran rivalidad que siempre existió entre ambos equipos.

Por las fuertes demandas de los hinchas y seguramente también para “cuidarlo” de la reprobación del público, llevaron a Gago a reemplazar a Maxi Romero por un Reniero que volvía a jugar después de tres meses, mientras al mismo tiempo retornaba Oroz por Jonathan Gomez y ratificaba a Baltazar Rodríguez como titular dejando a Almendra en el banco, estimo que tratando de darle intensidad y velocidad al medio campo.

Y lo logró porque Racing en ese primer tiempo salvo en la primera jugada prácticamente no sufrió, por el contrario realizo un buen juego partiendo de un medio campo dinámico donde Nardoni, Oroz y B. Rodríguez presionaban alto y con bastante precisión se asociaban a Martirena, Quintero, Rojas y Ojeda.

Estudiantes quería encontrar en alguna pelota larga la solución a su problema, pero Sigali y Piovi bien atentos impedían que eso sucediera y así Racing comenzó a generar algunas jugadas interesantes con la endiablada gambeta de Ojeda que siempre superaba a su marcador, pero con todo respeto, creo que debería animarse a ensayar algún remate en algunos de sus desbordes  y no que todos finalicen en pases atrás, algo que los centrales ya intuyen, al igual que cuando encara hacia adentro paralelo al área y desde la exquisita zurda de Quintero, que en cada toque o lanzamiento muestra su jerarquía.

Una pelota cruzada para Ojeda a los tres minutos fue el primer aviso de Juanfer, quien a los nueve lo puso a Reniero en posición de gol, pero Andujar alcanza a tapar su remate, Racing tenía totalmente encerrado en su campo a Estudiantes y con “Trapito” y el colombiano como referentes de casi todos los ataques llegó la combinación de Ojeda con Rojas, a quien le terminan cometiendo penal,  para que Piovi, esta vez cambiando de lugar su remate, lo convierta en el primer gol.

Faltaban menos de quince minutos y mientras Estudiantes intentaba algún avance con remates desde fuera del área, un tiro libre de Oroz es desviado por  Andujar , aunque sobre el final de esa etapa la Academia se duerme en un lateral y Manyoma recibe solo sobre la derecha, pero Arias, muy atento, lo atora y desvía su remate al corner.

Para el segundo tiempo Estudiantes reemplazó a Boselli por Zuqui, un cambio que mejoró  el medio campo y comenzó a complicar a un Racing que como sin reacción necesitaba cada vez más de Arias, pero en una pelota robada muy bien por Reniero, Ojeda arranca desde su campo dejando jugadores en el camino y al llegar a las puertas del área habilita a Juanfer Quintero sobre la derecha, quien después de un amague con un fuerte remate la clava arriba cerca del primer palo, conquistando el segundo gol de Racing y su segundo tanto en el torneo.   

Diez minutos más tarde Meaurio entra por Reniero mientras Estudiantes buscaba en sus reemplazos la forma de descontarle a Racing y tuvo un par de oportunidades en jugadas que iban convirtiendo a Gabriel Arias en una de las figuras del equipo.

Racing no reaccionaba bien a los intentos de Estudiantes quien pasó del sometimiento a tener el control del partido, por lo que Gago envía a la cancha a Almendra por Baltazar Rodríguez y a Hauche por Juanfer Quintero, cambios que no lo favorecieron por las distintas características y momentos de cada uno.

El equipo era todo nervio y sufrimiento, quizás porque al hacer su propio juicio después de quedar afuera de la Libertadores, entendió que la deuda se paga con triunfos y entonces hay momentos del partido que con un resultado positivo entran a jugar otros aspectos en sus cabezas, quizás los mismos que percibimos los hinchas y que ya damos como por incorporados a nuestros sentimientos, como por ejemplo el sufrir, que irónicamente en muchos de nosotros parece transformarse en sinónimo de placer.

Estudiantes cada vez presionaba más y costaba contrarrestar esos intentos, aun aceptando que Martirena, Sigali, Piovi y Rojas estaban cumpliendo una buena tarea y para ayudar a frenarlos a diez minutos del final Miranda, aplaudido y ovacionado por el público (un gran gesto de parte de los hinchas) reemplaza a Ojeda y por Oroz entra Jonathan Gómez (que salvo que estuviera sentido, me parece que debió entrar mucho tiempo antes).    

Y faltando dos minutos del tiempo adicionado, un saque de banda lleva a Piovi a rechazar de zurda y en un acto reflejo a la par de su pierna lleva también su brazo y la pelota termina pegando en su mano, cometiendo el penal (confirmado por el VAR) que le da el descuento a equipo de La Plata.

Como toda victoria ayuda en lo anímico, sobre todo para afrontar la Copa Argentina que es una final y como tal sería de un gran aliciente no solo futbolístico sino mental el seguir disputándola, por lo que merece el mayor de los esfuerzos.

Hasta pronto.