viernes, 15 de mayo de 2015

Mientras Wanderers lo acariciaba, Racing lo noqueaba.


La tensión se hizo cargo del cuerpo técnico, de los jugadores y de los hinchas.
Eso se vio reflejado en el partido durante los primeros minutos, donde el equipo uruguayo manejó el trámite y fundamentalmente por la izquierda le generó algunos problemas a Racing.
La Academia no podía sostener ninguna pelota porque no contaba con ningún jugador que pudiera manejarla y todo se hacía rápido e impreciso, buscando siempre con pelotas largas a los delanteros.
Pero a los 15 minutos Milito sobre la derecha saca un sorpresivo centro que encuentra a Camacho entrando desde la izquierda al área, quien sin pararla y de derecha saca un disparo que se cuela sobre el palo derecho del arquero de Wanderers.
Este gol, trasladó lo nervios de Racing al equipo uruguayo, lo que permitió que la Academia pudiera disputarle un poco más la pelota al rival y generar alguna que otra jugada.
Justamente en una de ellas y cerca del final, donde interviene nuevamente Milito, recibe Cerro sobre la izquierda quien habilita a Bou dentro del área y éste realizando uno de sus movimientos preferidos, realiza un quiebre hacia adentro y fusila al arquero.
Buen primer tiempo con un Milito más lúcido y más rápido y con un Bou que venía cayendo demasiado en posición adelantada, pero que sigue manteniendo su poder de gol intacto.
Saja sin problemas respaldado por una sólida la defensa, salvo Pillud, quien volvió a tener problemas con Rodriguez .
Bien el medio campo donde sobresalió sin dudas el trabajo de Camacho.
Dos goles que le permitían a Racing jugar el segundo tiempo con mucha tranquilidad, pero sabiendo que no podía descuidarse porque Wandereres seguía siendo un rival tibio, pero de cuidado a pesar de que no generaba casi ningún peligro para Saja, porque Pillud mejoró mucho, Lollo volvió a darle solidez a la saga central y junto a Cabral estuvieron muy seguros, aunque para mi gusto el mejor fue Grimi, quien sigue en alza, impone presencia y se torna casi impasable.
El medio mejoró también, fundamentalmente Videla quien volvió a recuperar el ritmo que lo destacó, continuó bien Cerro y hubo un buen trabajo de Acevedo cuando reemplazó a este último.
Adelante se notaba el cansancio en Milito, y la entrada de Brian Fernández volvió a darle a la ofensiva ese despertar, aunque sigue errando goles.
Bou también estuvo mejor en esa segunda parte y redondeó algo más que buen partido y finalmente fue reemplazado por Acuña.
Es evidente que aquellos equipos que tienen la pelota y manejan una buena circulación complican por momentos a Racing, pero también es cierto que no le llegan tanto a Saja, por eso digo que esta noche, mientras Wanderers lo acariciaba, Racing lo noqueaba.
Es que este Racing tiene cierta predilección por dejar que la pelota la maneje el rival ha perdido y aunque no puede contar con un Milito al 100% para esas combinaciones veloces y precisas que lograban con Bou, todavía conservan su poder de fuego.
Ahora llega Guaraní y aquí se pueden dar vuelta los papeles, porque justamente los paraguayos no son un equipo donde su excelencia es la tenencia de pelota y posiblemente la responsabilidad pase para el lado de Racing.
Pero lo importante es que ya estamos en cuartos de final y digan lo que digan es un momento que los hinchas debemos saber disfrutar.

Hasta pronto.

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