Racing volvió a decepcionar frente a Atlético en Tucumán y como ya sucedió en otras oportunidades, volvió a dejar escarpar una ocasión propicia para prenderse cerca de la punta, sumándole con esta nueva derrota un partido más a la estadística que dice que nunca dio vuelta un resultado en el 2024.
Nunca le fue fácil a Racing ganar en Tucumán, pero ya
se torna repetitivo ver como un equipo
que tiene un buen plantel deambula por el campo de juego, habitualmente sin
idea alguna, a lo que en algunas instancias le suma la falta de grandeza para
ir a ganar partidos decisivos, pero sabemos que nada es casual, porque no es la
primera vez que le sucede a nuestra querida Academia, incluso cuando los
resultados de los de arriba le dan chance de acomodarse en la tabla.
Lo que no conocemos realmente es la causa que convierte
a este Racing de Costas en un equipo inestable emocionalmente, si es que no
confían en la idea de juego o los perturba el gol en contra pensando que ya no revertir
el resultado por falta de confianza y porque no hay soluciones desde el banco, entonces
esa confusión mental los hace decaer anímicamente, dando una imagen de equipo
sin respuestas, por lo que creo que entre el plantel y el cuerpo técnico se
deben unas duras charlas, donde la verdad debe aparecer sobre la mesa porque la
cosa no funciona y es el momento de sacar todo afuera, le duela a quien le
duela, porque no hay más tiempo.
En ese primer tiempo Racing trató de llevar peligro
al arco de Durzo, pero salvo un remate de Roger y un par de tiros de esquina de
JuanFer, el arquero rival no fue muy exigido, a lo poco que el equipo
construía, se agregó la lesión de García Basso en un resbalón, reemplazado por
Sigali y pocos fue declinando y sin hacer demasiado Atlético encontró en el “Pulga”
Rodríguez, su hombre de peligro, primero en un córner donde pone una pelota
precisa para un remate de un defensor
que encontró bien ubicado a Arias y posteriormente cuando recibe sin marca y
ubica un pase entre los centrales para el solitario Tesuri, que aprovecha el deficiente
e inocente cierre de Mura que llega primero al cierre y la lenta salida de
Arias para convertir el gol que, como todos los que recibe primero, lo
condenaría a perder el encuentro.
Para la segunda parte Costas no hace cambios y el equipo
continuó sin tener claridad alguna por lo que salvo el tiro de Mura en el palo,
era muy difícil encontrar asociaciones en una jugada, aun contando con un buen partido
de Roger Martínez, que sin compañía seguía siendo el único que aportaba algo
importante, por lo que Costas intenta buscar alguna solución con Elordi por Quiros
(no lo entiendo) y con Carbonero por Baltazar, pero nada pasaba hasta que diez
minutos más tarde logra a través de Carbonero- Mura, Almendra, quien toca para
Roger y va a buscar en el área, pero su remate fue desviado por Durzo, en la única
jugada armada con jugadores de buen pie, quizás una señal de que se podía
lograr de esa forma lo que no se conseguía con los pelotazos o centros al área,
sin embargo Costas elige sacar a Salas y a mi juicio un gran error a Almendra para
que entren Urzi y Solari, los que junto con Sosa, que jugó el peor partido
desde que está en Racing, lo único que hicieron fue enredar más el nudo que
tenía el equipo y el que finalmente nadie pudo desatar.
Un final repetido que me lleva a pensar que no todo está bien en el plantel y de alguna manera la “declaración jurada” de Gabriel Arias al término del encuentro así parece indicarlo, cuando en un mensaje que parece estar dirigido a sus compañeros y al cuerpo técnico, expresa entre otras cosas que los rivales corren más y que se ha perdido intensidad, pero con todo respeto, nuestro gran arquero debe saber que él también forma del problema y que los jugadores junto con Costas son los responsables de lo que le pasa al equipo y deben encontrarle solución lo antes posible, porque estamos a punto de quedar afuera de un nuevo torneo.
Hasta pronto.
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