Racing está frágil mentalmente y eso lo lleva a jugar “timorato” ante cualquier rival, porque hace tiempo perdió la poca confianza que tenía.
Ante un Sarmiento preocupado que lo único que hacía
era esperar, este Racing que se ha convertido en un equipo tímido y pasivo, que no supo
darle intensidad ni cambio de ritmo al juego aunque tuvo la tenencia de pelota y
entonces el pase atrás se volvió una constante, -incluso hasta algunos groseros
hacia el arquero-, rutina que lo terminó adormeciendo y llevándolo a cometer
errores como en el gol, que el equipo de Junín consigue teniendo con un hombre
menos, un tanto que actuó como una cachetada, que sirvió para despertarlos y para hacerles ver la verdadera realidad de lo que le está pasando.
Una realidad que a los hinchas nos preocupa, aunque a los dirigentes parece que no tanto, con la sensación
de que ha entrado en una etapa de cierto pánico y la imagen que deja el equipo es
que a la deriva y sin fuerza anímica, deambula sin saber qué hacer en el campo
de juego, lo que lo llevó a perder la ambición de ganar.
El segundo tiempo fue distinto, pero el estar con un
hombre de menos agrandaba anímicamente a un Sarmiento que para sostener su
ventaja se multiplicaba en defensa contando con un Devecchi que se convirtió en figura, pero
así y todo el resultado final si bien fue justo fue obra de un milagro que hizo realidad
Baltazar Rodríguez, un chico que ya debe ser titular, porque siempre genera
algo distinto y además ahora le suma goles.
Pero es evidente que por más que se comunique o que
se sugiera que todo está bien, los flojos desempeños de la mayoría de los
jugadores es una señal inequívoca de que algo no funciona y este empate no
oculta el muy mal momento de un equipo que aparece como desorientado y
desganado, con el agravante de ser dirigido por un cuerpo técnico respetado pero sin la autoridad necesaria por su condición de interino, situación que demanda una rápida intervención de la CD para
contratar urgente un técnico definitivo
y darle a Racing una conducción seria de aquí en adelante.
Hasta pronto.
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