miércoles, 25 de octubre de 2023

Vecchio fue una brisa de puro fútbol.

Había que ganar y se ganó,  no para que continúen Grazzini y Videla, sino para ver si este triunfo ante Boca puede ser la señal de que el equipo va a reaccionar y que los hinchas podamos volver a confiar.

Pero el equipo en el primer tiempo se mostró lento y falto de ideas ante un Boca que cuando Racing tenía la pelota, retrocedía esperando recuperarla para después jugarla rápido a espaldas de Mura y de Rojas, obligando a Sigali, de floja actuación y a Piovi a salir a los costados, donde más de una vez quedaron expuestos y de esa manera tuvo algunas situaciones que de concretarlas, hubieran sido casi una sentencia.

El medio campo no llegaba a generar jugadas de riesgo, porque Jonathan Gómez y Nardoni, no tenían claridad en sus pases ni se ofrecían como opciones en el área,  Juanfer que viene bajando su rendimiento, -a mi modesto entender porque no encuentra una  posición que lo favorezca-, perdía más de lo que ganaba y solo pudo abastecer una vez a Roger en el área, pero su remate lo cubrió bien Romero, por lo que la esperanza estaba puesta en Baltazar Rodríguez, el único que con su movilidad podía sorprender y estuvo cerca, la primera vez después de un gran pase de Piovi y la segunda después de una jugada enredada donde con su remate exigió al arquero boquense.

En el segundo tiempo la exigencia de la gente llevó al equipo a soltarse un poco más y en buena jugada colectiva Gómez por derecha envía un centro que es rechazado, pero que le llega a Moreno quien remata desde fuera del área, pero logra contener Romero.

En su afán de ir por esa victoria tan necesitada, Grazzini sorprende reemplazando a Quintero y Gómez por Vecchio y el chico Ojeda, es decir claridad e intensidad por confusión y pasividad, pero ese riesgo de ir ante un Boca que seguía esperando, le hacía dejar espacios para los delanteros boquenses y el partido se hizo de ida y vuelta.

Minutos después de que Roger, en una de las pocas veces que pudo ensayar una maniobra, remata con fuerza pero por sobre el travesaño, Racing consigue el gol cuando un centro de Mura no puede retenerla Martínez,  pero Almendra (que había entrado por Baltazar Rodriguez ) que acompañaba la jugada la toca para Vecchio que ya pisaba el área quien la acomoda con su derecha para después ponerla junto al primer palo.

Gran gol de Vecchio para desatar la locura en el Cilindro y bienvenido sea este jugador que sabe lo que hay que hacer, afuera y adentro del área, que si bien pareciera que todavía le falta físicamente, su inteligencia y su talento hacen que generalmente marque la diferencia.

Quizás por la imperiosa obligación de ganar el equipo retrocedió demasiado, en contraposición a Boca que salió del fondo y estuvo dos veces a punto de conseguir el empate, situación que llevó a  Grazzini a realizar dos cambios, que me llamaron la atención los que entraban, pero más los que salían, Pillud y Colombo por Moreno y Roger, para defender con seis atrás, conclusión: nos quedamos sin alguien que aguante la pelota adelante y sin el volante central, quizás pensando que todo se resolvería en el área académica.   

Pero esos cambios no solo le permitieron a Boca hacerse más fácil de la pelota, sino que condujo a Racing a una desesperación defensiva que lo llevaba a rechazar a cualquier lado, como le pasó a Piovi sobre la derecha, (posición donde debía estar Moreno), quien en su afán de rechazar la pelota, esta se desvía y le queda a Saracchi sobre la izquierda, quien lanza un centro rasante que van a buscar Sigali y Arias, pero que por distintos motivos ninguno logra sacarla y la grave falla de ambos, le permite a Merentiel convertir el empate.

Un empate que puso mi corazón al borde del infarto y a la puteada a flor de labios, porque prácticamente no quedaba nada por jugarse, pero la vida que te quita muchas cosas, también te sabe dar y en una jugada donde Pillud por la derecha elude bien a Medina, este le comete infracción, dándole a Racing un tiro libre que Vecchio ejecutó perfecto y que Sigali, alejado del grupo principal, fue a buscar con todo para con un fuerte cabezazo derrotar a Romero, mostrando el desahogo de esa aflicción que llevaba guardada en un gran festejo por todo el campo con el resto de los jugadores, al mismo tiempo que el Cilindro explotaba de alegría.

En una noche caliente Vecchio fue una brisa de puro fútbol y se pudo volver a disfrutar de una victoria  emocionante por cómo se dio, pero los dirigentes deben volver a la realidad para saber dónde está y para que está este Racing con técnicos interinos, porque este triunfo, que ojalá sirva y mucho para ir recuperándose anímicamente, también puede llegar a ser muy pasajero, por lo que creo que hay que contratar un técnico importante, porque el plantel necesita saber quién va a ser su nuevo guía en la búsqueda de su verdadera identidad.

Nadie lo debe culpar a Grazzini que con honestidad sigue diciendo que están para ayudar, pero eso tiene otra lectura y es que saben que no se sienten libres de tomar decisiones importantes dentro del grupo, porque los dirigentes a él y a Videla no los confirman y ahora llega un tiempo donde hay que resolver muchas cosas porque no solo está la clasificación a alguna copa y pelear el campeonato de la Liga, también hay que determinar quienes se quedan y quienes se van.

Es verdad que un técnico nuevo no asegura nada, pero hay que pensar que el que llega necesita ir trabajando con el plantel, ahora si los dirigentes piensan seguir con Grazzini y Videla hasta fin de año, que salgan públicamente a decirlo para darles más confianza,  porque no se puede ir partido a partido a ver qué pasa, pero que entiendan que eso los va a llevar también a poner la cara si Racing no logra nada de lo que se propone.

Es realmente una encrucijada, pero los dirigentes son elegidos para tomar decisiones.

Hasta pronto.

viernes, 20 de octubre de 2023

Urgente un técnico definitivo.

Racing está frágil mentalmente y eso lo lleva a jugar “timorato” ante cualquier rival, porque hace tiempo perdió la poca confianza que tenía. 

Ante un Sarmiento preocupado que lo único que hacía era esperar, este Racing que se ha convertido en un equipo tímido y pasivo, que no supo darle intensidad ni cambio de ritmo al juego aunque tuvo la tenencia de pelota y entonces el pase atrás se volvió una constante, -incluso hasta algunos groseros hacia el arquero-, rutina que lo terminó adormeciendo y llevándolo a cometer errores como en el gol, que el equipo de Junín consigue teniendo con un hombre menos, un tanto que actuó como una cachetada, que sirvió para despertarlos y para hacerles ver la verdadera realidad de lo que le está pasando.

Una realidad que a los hinchas nos preocupa, aunque  a los dirigentes parece que no tanto, con la sensación de que ha entrado en una etapa de cierto pánico y la imagen que deja el equipo es que a la deriva y sin fuerza anímica, deambula sin saber qué hacer en el campo de juego, lo que lo llevó a perder la ambición de ganar.

El segundo tiempo fue distinto, pero el estar con un hombre de menos agrandaba anímicamente a un Sarmiento que para sostener su ventaja se multiplicaba en defensa contando  con un Devecchi que se convirtió en figura, pero así y todo el resultado final si bien fue justo fue obra de un milagro que hizo realidad Baltazar Rodríguez, un chico que ya debe ser titular, porque siempre genera algo distinto y además ahora le suma goles.

Pero es evidente que por más que se comunique o que se sugiera que todo está bien, los flojos desempeños de la mayoría de los jugadores es una señal inequívoca de que algo no funciona y este empate no oculta el muy mal momento de un equipo que aparece como desorientado y desganado, con el agravante de ser dirigido por un cuerpo técnico respetado pero sin la autoridad necesaria por su condición de interino, situación que demanda una rápida intervención de la CD para contratar urgente un técnico definitivo y darle a Racing una conducción seria de aquí en adelante.

Hasta pronto.


lunes, 9 de octubre de 2023

Nada ha cambiado.

Frente a Platense Racing volvió a mostrar que todo sigue igual y con su impotencia y desconcierto dejó escapar una nueva oportunidad para seguir siendo líder en zona.

El interinato de Grazzini-Videla no dejó nada positivo en su primera conducción del equipo, lo que parece dejar en claro que cuando se asume esa especie de “suplencia” mientras se busca otro técnico, no se intenta cambiar nada porque sabe que no hay futuro, solo hay que dejar que el tiempo pase.

La alineación del equipo y su forma de juego lo demuestran ya que es como si hubiera seguido Gago, aunque llamó la atención que no hayan convocado a Vecchio, Miranda y Almendra, especialmente a este último que con el técnico anterior venía teniendo minutos.

Racing salió a la cancha cargando sobre sus espaldas la derrota en el clásico y la salida de Gago, pero intentó sobreponerse con ganas y en los primeros minutos del partido anduvo merodeando el área calamar, aunque después de la injusta sanción de un penal, donde el VAR cambia la decisión de Herrera, Platense se pone en ventaja a través de  Castro, volvió a transitar momentos de confusión ante un rival que le planteó el partido como lo hacen la mayoría de los equipos que vienen al Cilindro, esperar bien agrupados y darle a la Academia el balón, esperando recuperar alguna pelota para salir rápido de contra a los espacios que iba dejando la línea de fondo a sus espaldas.

Y el equipo comenzó a tener mucho la pelota, con los centrales pisando campo contrario estableció un dominio casi total, pero que moría al borde del área rival, porque Martirena y Rojas no encaraban ni lanzaban un centro, Nardoni, Moreno y Gómez ahogados en esa zona vivían desperdiciando pases, Ojeda sin su gambetea solo retrocedía, Juanfer era el único que podía ubicar un buen pase pero no encontraba quien se le moviera mientras Roger queriendo salir del encierro bajaba demasiado, así que todo era un volver a empezar desde la mitad de cancha con Sigali y Piovi.

Por lo repetitivo ese primer tiempo terminó siendo monótono y para la segunda mitad Rubio reemplaza a Martirena y Hauche a Ojeda para ver si podía mejorar en ofensiva, pero en realidad lo que lo llevó a tener un par de oportunidades  fueron las encaradas de Gómez y un remate suyo como otro de Moreno estuvieron cerca de ser goles, pero de un córner a favor, un rechazo, una apertura a Rubio y este que se equivoca en el pase a Juanfer, lo que le permite a Castro sacar un pelotazo desde su campo para que Rius sobre la derecha envíe un centro a la cabeza Ronaldo, que solo en el segundo palo convierte el segundo gol de Platense, un golpe de K.O  para un Racing que sigue teniendo los mismos errores defensivos que viene arrastrando hace tiempo.

Racing tuvo una oportunidad para descontar cuando Gómez en el área levanta una pelota y Lozano estira sus dos manos hacia adelante deteniéndola y cometiendo un claro penal, pero nuevamente Herrera y el VAR coinciden en que no ampliaba el volumen de su cuerpo y le niegan la posibilidad.

La bronca de los hinchas iba en aumento y  la desesperación se fue adueñando de un equipo que sigue sin dar respuestas, desde adentro y desde afuera, porque si bien los jugadores son responsables de mucho de lo que les pasa, deja en claro que el técnico interino no tiene peso sobre el plantel y solo se dedicó a realizar los cambios de rutina como para cumplir, alguno tardío como el de Baltazar Rodríguez, quien con una gran definición convirtió el descuento para terminar dejando la triste imagen de que nada ha cambiado, por lo que necesita contratar en forma urgente un técnico líder para el manejo del grupo, que se gane el respeto de sus jugadores y que con su convicción imponga una idea de juego que pueda llevarlos a recuperar la confianza y las ganas perdidas.

Sobre el hincha quiero decir que cuando es socio contribuye con la economía del club, pero fundamentalmente es el respaldo anímico del equipo y ese amor incondicional a la camiseta y al escudo lo lleva a expresar sus sentimientos de distintas maneras y si gustan sus cantos y su aliento permanente en las victorias, también hay que aceptar sus broncas en las derrotas, sabiendo que el dolor los lleva a manifestarse a través de palabras no tan agradables, pero que solo reflejan su pasión por Racing, por eso pienso que hay que saber escucharlo, sobre todo cuando se coincide en el reclamo.

Enrique Santos Discépolo en la película “El hincha” dijo una gran verdad. 

“¿Qué sería de un club sin el hincha?, ¡sería una bolsa vacía!” “El hincha es el alma de los colores, ese que no se ve, ese que da todo sin esperar nada, ese es el hincha…”

Hasta pronto.

domingo, 1 de octubre de 2023

Una despedida fantasma.

Perder un clásico nos lleva a los hinchas a cambiar nuestro estado de ánimo y a vivir con bronca y desencajados los días posteriores, pero el de ayer además finalizó con la renuncia de Gago, un técnico que no entendió que después de tener muchas bajas desde el principio de año, debía dejar de lado su terquedad y adecuarse a una manera distinta de plantear los partidos.

El año anterior, a pesar de frustraciones como la de perder con River de Uruguay (un empate aseguraba la continuidad en la Libertadores) y con Agropecuario en la Copa Argentina, en la tabla anual Racing (junto con River) fue el equipo con más goles a favor, con menos goles en contra y con menos partidos perdidos, pero además con la posibilidad de salir campeón si Gago hubiera intervenido a la hora de patear el penal que llevo a cabo un “recién llegado” como Galván (es cierto que también fueron responsables los “capitanes”).

Ese equipo aunque daba ventajas en defensa, no recibía tantos goles porque ejercía un gran dominio sobre sus rivales a través de la tenencia de la pelota, de su intensidad y su contundencia ofensiva, pero al desmantelarse, por ventas y/o lesiones, después de ganar las dos copas frente a Boca, se sumó la lesión de Carbonero y fue perdiendo todo el poderío del medio campo y de la delantera, que le daba sustento a su idea.

Porque Blanco y Cía no le quisieron traer refuerzos importantes o porque Gago aceptó lo que le ofrecían, las incorporaciones nunca llegaron a rendir, por lo que este año sin la tenencia, claridad, intensidad y contundencia de aquel del 2022, su Racing que seguía dando las mismas ventajas en defensa, nunca pudo jugar bien dos partidos seguidos mientras los rivales se agrandaban más, porque sufrían menos.

Entonces llegaron los goles que derivaban en derrotas y en lugar de replantearse modificar su sistema de juego, Gago continuó empecinado con su idea ofensiva,  pero sin los interpretes adecuados  de a poco se fue desmoronando.

Eso fue llevando a los jugadores a perder la poca confianza que les quedaba y aunque por momentos pareció que había una levantada, sobre todo con la llegada de las últimas incorporaciones, todo fue efímero, porque el desorden, la falta de actitud y la confusión volvían a hacerse presentes en los últimos encuentros, respaldando a jugadores que solo él les veía cosas positivas.

Gago con su obsrinación se fue metiendo en un laberinto del que quería salir con conceptos a veces inentendibles, mientras algunos veíamos que en realidad el equipo no tenía respuestas ni futbolísticas ni anímicas y en situaciones críticas como la de anoche, donde un Cilindro colmado y un aliento impresionante recibió a su Racing, este volvió a defeccionar porque nunca supo cómo jugarle a un rival que desde el vamos solo esperaba que Racing cometiera errores en defensa, como los que llegaron como consecuencia la desinteligencia que había en las marcas, mientras un técnico entregado nunca pudo encontrarle la vuelta a lo que le proponía Tévez con su Independiente.

Un final descontrolado llevó a Gago a decidirse por una despedida fantasma la que no hace más que confirmar que su renuncia era su única respuesta a esta nueva frustración que formó parte del combo negativo del año y a las muchas preguntas que seguramente le harían los periodistas en la conferencia de prensa, la que consecuente con su personalidad terminó evitando.

Por su parte la Comisión Directiva con Blanco a la cabeza y el plantel, como corresponsables de la floja campaña de este año, deberían reunirse para hacer una autocrítica real y sincera sobre lo que les pasa y lo que vendrá, porque hay que contratar el nuevo técnico, sabiendo que los equipos son un reflejo de su idea, pero especialmente de su carácter y de su fuerza anímica para liderar el grupo.

Hasta pronto.