Temple o carácter son algunos de expresiones que podríamos utilizar para indicar lo que mostró Racing anoche, en un partido de alternativas cambiantes frente al Flamengo de Brasil.
Hasta
los 25 minutos Racing había realizado un buen encuentro, con un esquema
ordenado, en bloque y sin darle espacios, había controlado a un Flamengo que prácticamente
no había inquietado a Arias, pero Hauche, que hasta ese momento estaba
rindiendo de buena forma, comete dos infracciones insólitas en menos de un minuto,
ganándose dos amarillas y por ende la expulsión, que no solo complicó la
estructura del equipo, sino que lo golpeó anímicamente.
Racing
que ya había tenido una oportunidad en los pies de Romero que habiendo controlado
muy bien un pase de Mura, al querer eludir al arquero que lo atora, no puede
darle un buen final a la jugada, pero la expulsión del “demonio” le dio, a un equipo
que maneja bien la pelota, más espacios y un sector derecho desprotegido donde
Mura debía de lidiar con un tándem de rivales.
Y
Flamengo fue volcando el juego por ese lado y estuvo cerca de abrir el marcador
en un par de jugadas, mientras que buscaba no desarmarse, no encontraba muchas
posibilidades aunque tuvo un tiro libre donde Oroz exige al arquero Santos.
Pero
cuando todo daba la impresión de que el primer tiempo iba a finalizar sin
goles, un Mura un cruce de Mura, quizás ya cansado, provoca un tiro libre que
fue bien aprovechado por Gabigol quien conecta el envío y la pone cerca de un
palo donde Arias no pudo llegar.
Si
la expulsión había hecho daño, este gol en el descuento de esa primera etapa
complicaba aún más las cosas y era todo un enigma como iba a plantear Gago ese
segundo tiempo teniendo un hombre de menos.
Pensé
que no había que entrar en la desesperación y que había que ubicar a Avilés por
un volante y a un delantero rápido por Guerrero, porque el peruano que no tuvo
un buen encuentro y se lo veía flojo especialmente en lo físico y si bien hubo
cambios en esas posiciones siempre Gago sorprende y por Moreno lesionado envió
a Galván para formar una línea de cinco y por Guerrero entró Reniero.
En
el segundo tiempo el partido tuvo a un Flamengo que con un hombre de más se
hizo dueño de la pelota, pero no hacía daño ofensivamente, mientras Racing respaldado
por el impresionante apoyo de su hinchada que contribuyó a que el equipo no sintiera
que jugaba con diez, ordenado y con mucha personalidad se fue soltando y adelantando
sus dos laterales fue equilibrando un encuentro.
Pero
la deficiente actuación del árbitro Valenzuela Sáez, fue caldeando el encuentro
porque desde el comienzo parecía tener distintas miradas sobre las infracciones,
como por ejemplo lo hizo en la patada de Ribeiro sobre la espalda de Guerrero,
que en lugar de ser roja terminó siendo amarilla o como cuando a los 15 minutos
de la segunda etapa, un cabezazo de Romero pega en la mano de Wesley y frena la
pelota, no quería ni siquiera ir al VAR que intervino, ante la queja grupal de
los jugadores de académicos aunque finalmente desestimó la sanción.
La
cancha vibraba por el constante aliento de los hinchas de Racing y el equipo que
seguía tomando cada vez más confianza, diez minutos más tarde iba a cambiar la
historia con un hecho con dos situaciones decisivas, primero Gabriel Rojas va a
disputarle una pelota al defensor Wesley cerca del área y este le comete una
fuerte infracción, lo que deriva en segunda amarilla con posterior roja y en un
tiro libre que Oroz, a partir de ayer la nueva opción junto a Matías Rojas y
Piovi, con un zurdazo impresionante la clava en el ángulo a la derecha del
perplejo Santos.
Estalló
el Cilindro donde hinchas, jugadores y cuerpo técnico expresaban su alegría
ante ese empate que a partir de ese momento volvía a poner a Racing a la par de
su adversario, tanto en resultado como en jugadores y de alguna manera se hacía
presente la ilusión de volver a soñar con el triunfo.
Romero
se lesiona y es reemplazado por el chico Saliadarre quien unos minutos después tuvo
la posibilidad de su vida, cuando presionando gana ante un corto pase de su
rival y enfrenta al arquero, pero su remate, aunque bien intencionado, pega en
el palo.
Flamengo
ya no reaccionaba aunque sobre la hora un remate de Pereira pasó cerca de arco
académico.
Los
empates siempre marcan una dirección y para Racing fue positiva, porque mostró el acertado planteo de Gago ya que el equipo volvió a confiar en sí mismo, se mostró concentrado, supo sobreponerse a la
adversidad, no se desesperó y entendió como jugar estos partidos, logrando un
punto importante que lo afirma como líder del grupo.
Fue
emocionante el indeclinable aliento de los hinchas y tanto el equipo como Gago supieron
responder a ese estímulo, por lo que ojalá que esta fusión fortalezca el espíritu y sea el comienzo de la recuperación para
este averiado Racing, que más que nunca debe sacar a relucir esa fuerza interna
para afrontar lo que viene.
Hasta pronto.
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