martes, 14 de septiembre de 2021

El método de prueba y error.

Los hinchas de Racing estamos pasando por un estado emocional muy especial, donde solo la pasión por su camiseta nos lleva a seguir viendo a un equipo que nos aburre y deprime con su juego inoperante e inofensivo.

Pero como individuos resilientes, tenemos la gran capacidad de convertir esos momentos adversos en una fuerza anímica positiva, que vive en nuestro interior y nos dice que hay que seguir alentando,  a pesar de no encontrar una señal de cambio que nos ilusione.

Racing cambia técnicos, pero no cambia su forma de jugar y si bien cuenta con un sector defensivo de buen rendimiento (sobre todo el arquero y los centrales) el medio campo y la ofensiva han pasado a ser una zona de ensayo, donde Úbeda aplicando el método de prueba y error, pone y saca jugadores buscando encontrar a quienes puedan lograr una mejor generación de juego, lo que lamentablemente hasta ahora solo lo ha llevado a un peligroso estado de desorientación.

El empate de anoche sigue mostrando en mayor o menor medida lo mismo de siempre, como que buscando lo que no se encuentra, se llega a una confusión que deja ver con claridad lo que realmente se necesita.

Entonces vemos que un partido Moreno es el cinco solo, en otro comparte la zona con Miranda, aparece Fabricio Domínguez o entra Julián López, Lovera de casi titular indiscutido a jugar diez minutos, Chancalay es el goleador y cada vez lo vemos más atrás, Rojas sigue tan inexpresivo como su juego,  Correa es titular inamovible y por su displicencia parece que juega “a reglamento”, después lo acompaña Copetti que va al choque pero le rebota todo lo que le llega, así que ninguno de los dos rinde,  Garré fue el ángel y ahora parece demonio, Cvitanich que es importante entra de a ratos, Piatti parece estar afuera, Alcaraz solo cuando las papas queman y Lisandro López siempre es y será quien nos puede acercar un poco de ese juego que no aparece.

Hablando de  “Licha” López, ayer lo hizo en una zona donde evidentemente se sentía cómodo y casi sin marca, pero a mi gusto lo hizo de muy pegado a Moreno, quizás con la buena intención de estar más en contacto con la pelota y distribuirla mejor, pero por momentos fue impreciso en sus pases e intermitente en su juego, posiblemente porque esa posición si bien lo puede favorecer, le quita fuerza física para continuar acompañando la jugada,  por lo que a mi gusto y a mi forma de ver, rendiría más detrás del o los puntas.

Es cierto que Cvitanich está grande, pero dentro del área sabe más que Correa y Copetti y por lo menos debería tener una oportunidad ahora que Lisandro está de vuelta, después pediría a quienes más conocen sobre el tema, si me pueden “aggionar” sobre en que puesto rinde más Alcaraz, porque ya estoy confundido, tanto que me puse a pensar que si no es Darío, podrían probarlo a él de punta.

Una reflexión sobre un par de aspectos que involucra a los laterales, que ayer tuvieron una floja actuación, especialmente Cáceres, que da la sensación de no estar bien físicamente ya que no muestra las virtudes que lo llevaron a ser titular indiscutido,  disminuyó considerablemente su potencia para desbordar, se repite tocando para atrás y ha bajado notablemente su rendimiento en la marca.

Mena es siempre un tractor, pero muchas veces se desgasta y hasta queda mal posicionado porque no se entiende bien con quien juega delante de èl y eso tiene que ver con el problema de las asociaciones, los movimientos automatizados y el buen pase de sus compañeros, conceptos que por ahora en la ofensiva no se ven.

Una salida puede llegar a ser que Úbeda y su cuerpo técnico a través de sus convicciones, tomen una decisión definitiva en la elección de los jugadores que van a tener la responsabilidad de jugar en el medio campo y la ofensiva y le otorguen la necesaria confianza y responsabilidad para que sean titulares de aquí en adelante.

Hasta pronto.


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