Lesionados a granel, fallos mal cobrados y un Racing que
jugó muy mal, incluso peor que contra San Lorenzo, sin juego ni recuperación,
dejando crecer que un Newell’s, que había jugado el jueves y venía mal
anímicamente aunque sin peligrosidad para el arco defendido por García.
Llamaba la atención en esa primera etapa, la frialdad del
equipo, con jugadores que reaccionaban tarde, que perdían pelotas increíbles y con
una falta total de juego, que dejando de
lado el gol de Cristaldo que fue en el descuento, hizo que el “Churry” y “Licha” prácticamente no tocaran la
pelota.
Las lesiones sumaron más problemas aunque todos esperábamos una
reacción en ese segundo tiempo pero fue el equipo rosarino el que, obviamente
jugado por jugado, fue a poner todo y a buscar de cualquier manera el empate.
Esto llevó a Racing, que seguía impreciso, sin reaccionar
demasiado y sin encontrar esa confianza en su juego, a esperar más atrás,
quizás también especulando con los espacios que iba a dejar su rival.
Y aunque Newell’s se acercó por sus ganas, Racing de contra
tuvo las suyas y si no hubiera sido por falta de claridad podía haber
convertido, como lo hizo en la jugada que Cristaldo arranca desde su propio
campo, hablita a Lisandro y este convierte, lo que hubiera sido el segundo gol
y cierre del partido, pero el lamentable
juez de línea lo anula por posición adelantada del “Churry”.
Y bueno hay de todo y con eso hay que convivir en la
Superliga.
Parafraseando con un poema de Campoamor, digo que es un
triunfo para analizar, según el Cristaldo con que se mira, porque a mi modesto entender el “Churry”
fue, sin brillar, de lo más influyente, dado que estuvo en las jugadas más
destacadas, a saber, en la primera etapa haciendo el gol, que sería el del
triunfo, en el descuento y en la segundo mitad, la jugada “Messiana” sobre la
izquierda, el gol imposible de perder levantando la pelota sobre el travesaño a
un metro del arco y el arranque desde campo racinguista para después asistir a
Licha en el gol anulado.
Y como en estos partidos, donde todo parecía venir torcido, el
gol de Cristaldo apareció cuando nadie lo esperaba, tanto que finalmente le
permitió ganarlo y convertir este triunfo en un resultado muy importante, que no
oculta desaciertos y errores, pero ofrece calma para corregirlos y refuerzo anímico
para el grupo.
Hoy hubo buena respuesta de parte de Javier García, lo que
es importante, en la línea de fondo Pillud cumplió una actuación correcta y Orban
fue de lo mejor, en la zona de volantes Díaz tuvo mucha marca y le robaron
muchas pelotas, diría que Centurión aún sin tener un buen nivel siempre es el
que genera algo distinto y “Licha” estuvo más en contacto con la pelota y mejoró
bastante en los últimos cuarenta y cinco, siempre mostrando esa entrega que
contagia, el resto con altibajos, por lo menos tuvo entrega, lo que los llevó a
quedarse con los tres puntos de un partido clave porque le permite a Racing
ampliar su ventaja en la tabla.
Las lesiones, nunca bienvenidas, le dieron posibilidad de
jugar también a Cardozo y a Donatti, que dentro de todo no desentonaron y eso es
algo rescatable dentro de la desgracia
de los lesionados, porque por lo menos pudimos observar que están bastante bien
y seguramente serán quienes los reemplacen frente a Gimnasia y esgrima.
Pienso que ese cansancio que muestra el equipo, que por
momentos parece agotado, puede
ocasionarlo un estado nervioso por el hecho de ser líder, porque eso implica no
solo estar en la punta sino saber llevar el peso de esa mochila que es ser
puntero y posiblemente a algunos de los jugadores de Racing los abrume esa
responsabilidad.
Me olvidaba de lo más importante.
La gente de Racing, que hoy logró que todo ese bajón del equipo se equilibre con su aliento incondicional, como siempre, porque el hincha siempre está.
Me olvidaba de lo más importante.
La gente de Racing, que hoy logró que todo ese bajón del equipo se equilibre con su aliento incondicional, como siempre, porque el hincha siempre está.
Hasta pronto.
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