El gol del “Pulpo, la lluvia y el “horror” de Orion,
parecieron hechos lejanos al comienzo del encuentro de esta noche, porque cuando
se reanudan partidos suspendidos todo cambia, desde los jugadores y sus momentos
hasta el clima, nada es igual y hoy pareció que así fue, porque Tigre se hizo
dominador del encuentro desde el primer minuto, ante un medio campo de Racing y
una defensa que no hacía pie, lo que nos
hacía vivir a los hinchas académicos, sensaciones no muy alentadoras.
Y ante esto Racing solo recurría a buscar a los
delanteros, sabiendo que ha logrado un poder de gol impresionante a través de
Bou y Martínez, lo que obliga a cualquier rival a, que además de lograr dominar el
juego tenga que hacer goles, porque caso
contrario en cualquier momento sentirá la
supremacía Bou-Lautaro.
Y era nomás así, porque a pesar de que Tigre tenía
más posesión de pelota, Orión no sufría tanto, dado que llegaban bien hasta el
área pero después no terminaban bien ningún ataque, por eso cuando nadie lo
esperaba, pelotazo del arquero académico, Martinez que la gana y de primera
habilita a Bou que condena a su excompañero Ibañez a ir a buscarla adentro del
arco.
Primera piña al juego vistoso de Tigre, que lo
afectó inmediatamente y alentó a Racing a tener más confianza y a emparejar el
encuentro, mejorando bastante su actuación hasta el final de ese primer corto
tiempo.
La segunda parte ya no fue como la primera, Racing ya
trabajaba mejor en defensa y hubo más búsqueda por los costados, sobre todo a
través de Acuña, que si bien no tuvo un gran partido siempre impone presencia y
categoría por su sector y a los 16 minutos ejecuta un corner para que Lautaro
de cabeza convierte el tercero.
Gran momento del delantero de racinguista y del seleccionado
sub20, que partido a partido se encarga de poner contra la pared al técnico,
que deberá tomar una difícil decisión cuando vuelva Licha y que lo lleve quizás
sin estar convencido del todo, a decidirse por jugar con los tres delanteros,
porque sería un duro golpe anímico para el chico dejarlo en el banco.
El partido se quebró psicológicamente, así se pudo
ver como Racing comenzó a recuperar más pelotas, como crecieron Aued y González,
como mejoró Meli que cada vez está mejor y como hubo más coordinación en la
línea de fondo, hoy sí con un Orión más concentrado y respondiendo bien en
todas las pelotas que le llegaron.
Después Racing también mostró respuestas en los
cambios, cuando a los 18 minutos Cuadra reemplaza a Martinez y 3 minutos después - cada vez se lo ve más “picante”-
hace una jugada maradoniana por la izquierda y provoca que le conviertan penal,
el que Bou picándola sobre un Ibañez que lo conocía bien, concreta y determina el cuarto y definitivo
gol.
Faltaban pocos minutos cuando Díaz reemplaza a
González y un minuto después después Mansilla al “Huevo” Acuña, jugador que Racing
posiblemente sentirá más que ningún otro cuando lo venda, porque es increíble
la cantidad de pelotas que termina recuperando o salvando cerca de la línea de fondo, además de todo lo que
produce en ataque esta especie de “Terminator” del fútbol.
Excelente momento del equipo, que mucho tiene que
ver la llegada de Cocca, quien le ha devuelto la fe y recompuesto el estado
anímico, conceptos necesarios para ir sorteando escollos y permitirle a Racing ubicarse
a solo un punto de los que pelean por entrar a la Libertadores y a ocho del
puntero del torneo.
Esta es la línea, aunque no podemos dejar de aceptar
que su talón de Aquiles es por ahora la defensa, a la que hay que darle más
solidez porque invita a que la ataquen.
Hasta pronto.