jueves, 20 de abril de 2017

La supremacía Bou-Lautaro.


El gol del “Pulpo, la lluvia y el “horror” de Orion, parecieron hechos lejanos al comienzo del encuentro de esta noche, porque cuando se reanudan partidos suspendidos todo cambia, desde los jugadores y sus momentos hasta el clima, nada es igual y hoy pareció que así fue, porque Tigre se hizo dominador del encuentro desde el primer minuto, ante un medio campo de Racing y una defensa que no hacía pie, lo que  nos hacía vivir a los hinchas académicos, sensaciones no muy alentadoras.

Y ante esto Racing solo recurría a buscar a los delanteros, sabiendo que ha logrado un poder de gol impresionante a través de Bou y Martínez, lo que obliga a cualquier rival a, que además de lograr dominar el juego tenga que hacer goles, porque caso contrario en cualquier momento sentirá la supremacía Bou-Lautaro.

Y era nomás así, porque a pesar de que Tigre tenía más posesión de pelota, Orión no sufría tanto, dado que llegaban bien hasta el área pero después no terminaban bien ningún ataque, por eso cuando nadie lo esperaba, pelotazo del arquero académico, Martinez que la gana y de primera habilita a Bou que condena a su excompañero Ibañez a ir a buscarla adentro del arco.

Primera piña al juego vistoso de Tigre, que lo afectó inmediatamente y alentó a Racing a tener más confianza y a emparejar el encuentro, mejorando bastante su actuación hasta el final de ese primer corto tiempo.

La segunda parte ya no fue como la primera, Racing ya trabajaba mejor en defensa y hubo más búsqueda por los costados, sobre todo a través de Acuña, que si bien no tuvo un gran partido siempre impone presencia y categoría por su sector y a los 16 minutos ejecuta un corner para que Lautaro de cabeza convierte el tercero.

Gran momento del delantero de racinguista y del seleccionado sub20, que partido a partido se encarga de poner contra la pared al técnico, que deberá tomar una difícil decisión cuando vuelva Licha y que lo lleve quizás sin estar convencido del todo, a decidirse por jugar con los tres delanteros, porque sería un duro golpe anímico para el chico dejarlo en el banco.

El partido se quebró psicológicamente, así se pudo ver como Racing comenzó a recuperar más pelotas, como crecieron Aued y González, como mejoró Meli que cada vez está mejor y como hubo más coordinación en la línea de fondo, hoy sí con un Orión más concentrado y respondiendo bien en todas las pelotas que le llegaron.

Después Racing también mostró respuestas en los cambios, cuando a los 18 minutos Cuadra reemplaza a Martinez  y 3 minutos después - cada vez se lo ve más “picante”- hace una jugada maradoniana por la izquierda y provoca que le conviertan penal, el que Bou picándola sobre un Ibañez que lo conocía bien,  concreta y determina el cuarto y definitivo gol.

Faltaban pocos minutos cuando Díaz reemplaza a González y un minuto después después Mansilla al “Huevo” Acuña, jugador que Racing posiblemente sentirá más que ningún otro cuando lo venda, porque es increíble la cantidad de pelotas que termina recuperando o salvando cerca de  la línea de fondo, además de todo lo que produce en ataque esta especie de “Terminator” del fútbol.

Excelente momento del equipo, que mucho tiene que ver la llegada de Cocca, quien le ha devuelto la fe y recompuesto el estado anímico, conceptos necesarios para ir sorteando escollos y permitirle a Racing ubicarse a solo un punto de los que pelean por entrar a la Libertadores y a ocho del puntero del torneo.

Esta es la línea, aunque no podemos dejar de aceptar que su talón de Aquiles es por ahora la defensa, a la que hay que darle más solidez porque invita a que la ataquen.
Hasta pronto.


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