lunes, 17 de marzo de 2014

¿“Mostaza” vencida?


Racing perdió lo que nunca debe perder un equipo.
El amor propio.
Por eso se ve desde el comienzo a un equipo entregado, sin reacción.
Un equipo de “piernas caídas” que se arrastra en el campo de juego y que solo parece ver pasar el tiempo como meros espectadores, pero en ubicaciones preferenciales.
Y eso que Newell’s venía de jugar hace menos de 72 hs. en Brasil contra Gremio, aunque en realidad parecía que era Racing el que había jugado el partido por la copa.
Pero es evidente que el desgaste que sufre la Academia es mental y anímico, lo que paraliza el cuerpo y confunde las ideas en este equipo invadido por el miedo.
El único jugador que Racing mostró en el campo de juego en esa primera parte fue Rodrigo De Paul, después los demás estaban como desaparecidos en acción, con jugadores que exhiben un llamativo bajón, fundamentalmente Zuculini y Gómez.
En el segundo tiempo Newell’s bajo un cambio y entonces apareció la falsa imagen de un Racing más ambicioso con el cambio de Guillermo Hauche por Ibáñez y con la entrada de Camoranessi, pero que lamentablemente reemplaza a De Paul, lo que no tiene mucha explicación, para terminar finalmente con Vietto por Gabriel Hauche.
Hubo un par de jugadas que lo acercaron al gol pero cada vez que los rosarinos atacaban había sensación de gol, el que finalmente llega por medio de Treseguet que define perfecto desde larga distancia por encima de Saja, ante un error en la salida de Racing entre para mí el peor jugador de la cancha Bruno Zuculini y Corvalán.
Después el ole del público y el toque que lastima, hiere y profundiza la herida de los hinchas de Racing.
Racing no le hace "cosquillas" al área rival porque no tiene presencia, no la pisa, salvo en una pelota parada y así es imposible pretender que se conviertan goles.
Además la falta de ideas y de juego lo muestran con una gran fragilidad en todas sus líneas, lo que realmente preocupa ya que no deja ningún atisbo de esperanza para que esto mejore.
¿"Mostaza" vencida?
Es muy factible porque para darle algo de sabor a este equipo insípido e insulso, que los hinchas tenemos que digerir semana tras semana, quizás haya que probar con otro condimento. 
Algo hay que hacer y pienso que el comienzo es que los jugadores, el cuerpo técnico y los dirigentes deben sincerarse con ellos mismos mostrando sus verdaderas caras.

Hasta pronto.





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