El no llegar a la final de la Libertadores golpeó duro el corazón del plantel y eso se notó en Santiago, donde un pálido Racing a duras penas pudo rescatar un empate.
El no llegar a jugar la final de la Libertadores fue
una gran desilusión y como estamos todos dolidos cuesta recuperarse anímicamente
de la que una posibilidad cierta y concreta, porque estaba ahí nomás para
lograrlo -como nunca desde hace 58 años- y lógicamente eso nos sigue
carcomiendo la cabeza, pero esto también forma parte de la vida y no queda otra
que seguir adelante, aunque sea a los golpes hay que encontrar en las
motivaciones necesarias para seguir luchando en el torneo, porque todavía hay
chances de lograr objetivos importantes.
Supongo que todos los racinguistas tenemos nuestras opiniones
sobre el porqué no se pudo conseguir jugar la final, pero no es el momento de
buscar culpables, de nada vale, ya no hay vuelta atrás.
Ayer en Santiago del Estero un Racing golpeado
anímicamente y sin algunos titulares buscó en la calurosa tarde-noche cambiar los
pelotazos por salir jugando y por momentos lo hizo bastante bien, pero eso no
se concretó ofensivamente porque a la hora de atacar fue totalmente inexpresivo
salvo en los diez minutos iniciales de la segunda etapa, por lo que el empate final -al que también se aferró
el local-, terminó siendo un resultado que a priori es negativo porque no se consiguió
el triunfo que se necesitaba, pero es un
punto que puede ser revalorado.
Si bien defensivamente se ha mejorado a partir de la
seguridad de Cambeses (9 vallas invictas en el torneo, solo recibió 2 goles en
las copas) del buen nivel que sostiene Colombo, ayer junto a un García Basso
muy mejorado, del buen trabajo y continuidad de Zuculini y del parejo rendimiento
de Mura, -estuvo a punto de anotar tras buena jugada personal- ofensivamente se
está dando lo contrario y eso es muy preocupante porque no solo carece de
creatividad, sino también de agresividad, de la intensidad de sus volantes y
sus delanteros.
Es evidente que a Vietto y Nardoni les falta de
ritmo futbolístico, que Martirena es un desconocido que insiste con esos toques
de primera para los contrarios, que Balboa tuvo una y dejó en claro que no
define bien, que Vergara da toda la
sensación de que juega por compromiso y que Solari por ahora es el que más insinúa
y con sus movimientos estuvo dos veces a punto de marcar por lo que creo que es
el que mejor puede acompañar en lo que resta a “Maravilla” Martínez, del resto
de los jugadores hay que elegir el otro y jugársela.
En mi modesta opinión, creo que puede ser Vietto,
mientras en el medio podrían hacerlo Nardoni, Zuculini y Almendra.
Ahora hay que ir por lo que queda, sobre todo
después del fallo de la APREVIDE que si bien era esperado por todos –lo
sabíamos- lo hace con un criterio que no condice con otros hechos más cruentos
como lo sucedido en la cancha de Independiente en la Sudamericana, por lo que
por tres fechas el equipo jugara sin la presencia de sus hinchas, los hinchas que
dieron todo por ellos, por lo que esa determinación tendría que ser la mayor motivación
para los dos últimos encuentros, como una exigencia para con ellos mismos sabiendo
que no todo está perdido y que dos triunfos los pueden llevar a jugar los
play-off y a participar de una copa internacional el próximo año.
Particularmente me alegro que Milito le haya ofrecido
renovar a Gustavo Costas, pero espero que esa elección sea por convicción,
porque se lo merece por lo que ha logrado y porque además su plantel le
responde, ahora hay algo que debe estar por encima del contrato y es tratar de
coincidir en serio en la elección de los jugadores.
Vamos Racing carajo! Vamos todos con todo Gustavo!
RECUERDO:
Hoy es un día especial. Tengo 82 años y el 4 de
Noviembre de 1967 me encontraba en la platea América del Centenario con mi
hermano menor y mis amigos de Racing, pero también mis amigos de San Lorenzo y
Boca, todos admiraban al equipo de José Pizzuti, ante un estadio repleto
que estaba a favor del Celtic, pero la “Batalla de Montevideo” la ganó Racing
con un plantel de guapos que no se achicaba nunca.
Un día inolvidable para todos los racinguistas con
aquel golazo del “Chango” Cárdenas que llevó a Racing a ser el Primer Campeón del
Mundo Argentino.
Después la vuelta fue difícil, la violencia se
extendió afuera, pero nadie no podrá quitar nunca ese logro.
Hasta pronto.