El nuevo triunfo de Racing ante Aldosivi le permite pensar más tranquilamente en la Semifinal de la Copa Libertadores, el principal objetivo del año.
Del partido en sí pienso que si no fuera por la
arriesgada pero gran ejecución de Vietto en el penal faltando cinco minutos
para el final de la primera etapa, habría que pasar directamente al segundo
tiempo, ya que costaba mirarlo porque la lentitud y la repetición de los pases era
algo que adormecía, ante un Aldosivi que
esperaba que esa circulación aletargada llevara al error a los jugadores académicos,
que parecían estar atornillados al piso y si bien eso pasó, por suerte el rival
no lo concretó en gol.
El segundo tiempo fue distinto porque Racing entró
con otra actitud, otra dinámica y además su rival, golpeado por el gol de
Vietto, tuvo que salir a buscar el empate por lo que el partido se hizo más
abierto y eso le permitió no solo ejercer el dominio del mismo sino hacerlo a
través de un buen juego ya que en lugar de tirar pelotazos el equipo comenzó a
tocar, haciendo circular la pelota con bastante ritmo y claridad.
Y durante los primeros veinte minutos el equipo tuvo
en Vietto, -muy mejorado físicamente- un jugador que a través de su calidad ratificaba
que es distinto al resto y acompañado por un mejor desempeño de Richard Sánchez,
Conechny, Zuculini y De Gregorio, hicieron
crecer al equipo a través de un buen juego dominando totalmente a Aldosivi,
pero el partido se había colmado de infracciones por lo que Costas comienza a
cuidar jugadores y entonces Vietto, Balboa y De Gregorio son reemplazados por Maravilla,
Zaracho y Vergara, lo que hizo que Racing abandonara por momentos ese dominio
absoluto, el que aprovechó el equipo marplatense para generar una situación que
obligó a Cambeses a realizar una gran atajada.
Muchas discusiones, una juez de línea que veía todo
a favor de Aldosivi (le cobra posición adelantada a Balboa en la jugada que se
pierde el gol, cuando arrancó un metro atrás del último hombre) y un árbitro que
aplicó muchas amarillas pero a fuer de ser sincero debió usar la roja para
Vergara, quien ayer, con todo respeto, no se a que entró.
Los tres puntos obtenidos anoche son importantes
porque–aunque sea transitoriamente- ubican a Racing dentro de los ocho equipos
que juegan los play-off y de las copas internacionales para el próximo año, pero
eso ya queda para después de la semifinal, porque ahora hay que atravesar el
tramo más complicado del camino para llegar hasta la puerta donde se encuentra guardada
la Copa Libertadores y para superar ese escollo, confío ciegamente en Gustavo
Costas porque después de escucharlo anoche, siento que nadie transmite la
seguridad, la confianza y la convicción para ganar mejor que él, porque su
transparencia representa el sentimiento más puro, un sentimiento que está por
encima de cualquier jugador y de cualquier táctica o estrategia: el amor por el
escudo.
Eso lo sabe el plantel, a quienes debemos respaldar alentando
desde donde nos encontremos, con la cabeza y con el corazón. Todos por la gloria!!!
Vamos Racing carajo! Vamos con todo Gustavo!