Durante un tiempo y medio Racing mostró un gran juego con un buen rendimiento de sus juveniles, lo que le alcanzó para cerrar su condición de local en el torneo, con una justa victoria.
Un encuentro que sirvió para ratificar las cualidades
de Avilés y Quirós y confirmar el crecimiento de Ojeda y de Rubio, sobre todo
de “Trapito”, quien con sus corridas, enganches y gambetas nos fue animando y hasta
a emocionarnos de corazón cuando consigue su gol.
Un jugador que no le “quemó” la pelota y que venía
mostrando que podía dar algo más, un chico que tiene gestos futbolísticos que
le hacían falta a este equipo y al respecto debo también elogiar a Rubio, quien
jugó un buen partido y cuando se sumó a la ofensiva, lo hizo con convicción.
El equipo está evolucionando y retomando la velocidad,
precisión y movimientos que no venía mostrando, respaldado por ese gran arquero
que es Gabriel Arias, por la capacidad de siempre seguro Sigali y del “multitarea”
Piovi, quien con su excelente pegada muestra capacidad no solo en los tiros
libres sino también en las asistencias, del ahora “renacido” Nardoni, que mostró
su técnica y su inteligencia en la primera parte con gol incluido y del hoy activo
y lúcido Oroz, quien se destacó por sus buenas asistencias y por concretar el
tercer gol.
Todos ellos y con la ayuda de Jonathan Gómez y de
Gabriel Hauche, a quienes siempre les rescato y respeto el esfuerzo y la
entrega, le dieron a Racing en ese primer tiempo un muy buen funcionamiento, el
que condicionó a un Central Córdoba que por más que se esforzara no sabía cómo contrarrestarlo
y si solo se lograron dos goles fue por la buena respuesta de su arquero Mansilla.
La sorpresiva entrada de un Pillud sin ritmo por
Nardoni en el segundo tiempo (aparentemente por el corte que tenía) hizo que Racing
modificara la zona del medio campo donde Avilés, que evidentemente es otro tipo
de jugador, debió ocupar la posición del ex Unión, con el agravante de que la
zona derecha pasó a estar más desprotegida, por lo que el equipo de a poco fue dejando
crecer a los santiagueños, sobre todo después del tercer gol, situación que quizás
también influyó para ir relajándose mental y físicamente, lo que llevó a Gago a
realizar cambios, como el de Tomás Pérez por Oroz, perdiendo un volante
importante en una zona que ya no se recuperaba rápido la pelota.
Y entonces Arias comenzaba a ser importante en cada
centro que llegaba al área, pero en uno de ellos Kalinski consigue el descuento
que le dio al encuentro un tinte dramático, porque Racing no reaccionaba y los
chicos ya no pesaban tanto en la ofensiva, por lo que Gago envía a la cancha a Baltazar
Rodríguez por Ojeda para ver si podía ayudar a retomar la posesión de la pelota,
mientras el rival seguía ubicando más delanteros, buscando sus frutos en una pelota parada.
Faltando diez minutos Maxi Moralez entra por Hauche
y joven Santino Vera por Gómez, pero les costaba hacerse de la pelota y poco
pudieron hacer por lo que el partido se fue aguantando en defensa hasta su
final.
El
saber de la experiencia y la fuerza de la juventud
le dieron a Racing un importante triunfo que lo sigue nutriendo anímicamente para
enfrentar a River y para afrontar los partidos de octavos, ya con algunos
refuerzos que parecen estar concretándose.
El crecimiento de los chicos en estos últimos
partidos es un estímulo para el grupo porque han demostrado que poseen reales
condiciones para formar parte del futuro plantel en su aventura por la Copa
Libertadores, la Copa Argentina y la Copa de la Liga.
Hasta pronto.