Racing jugó en Brasil un muy buen partido y estuvo cerca de traerse el punto que merecía, pero por errores puntuales no pudo lograrlo.
Flamengo
de entrada buscó presionarlo, pero Racing pudo contrarrestarlo con una defensa
segura y un medio campo combativo, que no le dio espacios y le permitió de a poco
ir creciendo en su juego, equilibrando un partido que hasta los 30 minutos solo
había tenido una situación de gol para cada equipo, la de la Academia a través
de Matías Rojas, con un remate desde fuera del área que sale muy cerca del palo
y la de los cariocas con un disparo de Lucas al que Arias respondió muy bien
con los puños.
Era
evidente que la tranquilidad de estar ya clasificados le daba a Racing la
paciencia que no tenía Flamengo, por lo que llamó la atención que en un partido
controlado, en un tiro de esquina a favor donde hasta los centrales van a
cabecear, Oroz, Gómez y Mura ensayan una jugada aparentemente preparada, pero
que en realidad mostró más dudas que certezas ya que terminó con un revoleo con
“pifia”, grave error que le dio al equipo brasileño la oportunidad de contragolpear
ante una defensa que retrocedía mal y a destiempo y conquistar su primer gol.
Una
lástima porque Racing agrandó anímicamente a un equipo que no encontraba la
forma de entrarle y esto vaticinaba un segundo tiempo complicado, pero Gago
vuelve a sorprender con el reemplazo de Reniero por chico Baltazar Rodríguez en
el comienzo de esa segunda etapa.
Pero
a los cuatro minutos y con un Flamengo esperando en su campo, Piovi de muy
buena tarea, cruza la mitad de cancha con pelota dominada y mete un gran pase
entre líneas sobre la derecha para J. Gómez que rápidamente abre para Matías
Rojas, quien pisando el vértice del área la recibe y como viene remata con “comba”
y la clava en el segundo palo de arco defendido por Cunha, convirtiendo un gol
propio de la Premier League, más que gol un GOLAZO!
Realmente
fue rápida la recuperación anímica del
equipo, que golpeó duramente a Flamengo y a toda su gente, situación que le dio
a Racing la calma para hacerse por muchos momentos dueño del encuentro.
Galván
reemplaza a Sigali por lesión (hoy ya confirmada como desgarro) y de sus pies
sale una pelota larga para Baltazar Rodríguez que asiste a J. Gómez en una ubicación
similar al gol del empate, pero esta vez en lugar de habilitar a Matías Rojas decide
patear al arco y su remate es detenido por Cunha.
Flamengo
buscaba el resultado en sus cambios ofensivos, mientras Racing con el paso de
los minutos se fue enamorando del empate, con Avilés por Oroz para volantear
y/o para integrar la línea de fondo y con Guerrero por Hauche.
Minutos
más Guerrero asiste a Mura pisando el área, pero su remate se va muy desviado y
el local metía algún tiro de esquina a favor sin consecuencias, realmente daba toda
la sensación de que el partido iba a finalizar empatado, pero faltando pocos minutos
Flamengo gana una pelota en el círculo central y comienza un avance, no cortado
por un error conceptual y “cierta ingenuidad” de los volantes de Racing, que lo lleva hasta las
puertas del área donde Pulgar ensaya una pared, pero al ir a buscarla se pasa y
cae, lo que a mi modesto entender desorienta a los defensores, mientras la
pelota seguía su curso para Víctor Hugo que termina convirtiendo el gol.
Para
intentar encontrar el empate que merecía Moralez entra por M. Rojas y estuvo a
punto de lograrlo cuando J. Gómez pisando el área recibe un rechazo de la
defensa brasileña, pero su fuerte remate va a las manos del arquero, después lo
intentaron Gabriel Rojas con un disparo desde fuera del área y Guerrero con un cabezazo
pero en ambos casos la pelota se fue muy desviada.
Final
de un partido que no dolió perder por lo bien que jugó Racing y porque sabía
que el colchón de puntos logrado todavía le permite liderar el grupo, posición
que puede asegurar ganándole a Ñublense de local.
Pero
por sobre el partido, hay una situación controvertida con el “otro yo” de Matías
Rojas, el que al momento de retirase reprobado con silbidos frente a
Banfield, su voz interior parece decir (según la lectura de sus labios) “en lugar de silbarme a mí, silben al
presidente” y el que en Brasil declara sin tapujos “Tampoco puedo arriesgar mucho a nivel salud. Necesito también estar
atado contractualmente y yo como jugador a veces no puedo pagar los platos
rotos de los demás”.
Creo
que no hay nada más que ocultar, todo quedó expuesto en esas expresiones y si hubo
promesas de parte del club que nunca se cumplieron o si Rojas gestionaba su
futuro por otro lado, es tiempo de tomar una determinación, así sea el mejor
jugador y el goleador del equipo y a mi modesto entender, considero que no
debería ser más convocado por Gago.
Todo
esto es dañino pero el que siempre termina sufriendo es el hincha.
Hasta
pronto.