Muy buen triunfo de Racing frente a Lanús para sumar tres consecutivos en una semana y para estar mejor posicionado en la tabla.
El primer tiempo se pudo volver a ver mucho de aquel
Racing de Gago que nos hacía disfrutar, porque el equipo tuvo buen juego
asociado, tenencia, circulación, intensidad y presión y con ellas se convirtió
en el dueño absoluto del esa etapa, de la cual se tendría que haber ido ganando
por más de un gol, pero tuvo que digerir el empate de un Lanús que lo logró sin
haber pateado al arco de Arias.
Es cierto que ese dominio que produce Racing debería
reflejarse en el resultado, pero si no se está logrando es porque carece de un
jugador de área que no solo inquiete a los centrales, sino que también sea
capaz de capitalizar muchas de las pelotas que merodean esa zona.
Si bien los volantes intentan compensar la falta de
esos atributos de Romero, quien a su manera se esfuerza para encontrarse con
sus compañeros en el juego, siempre da la sensación de que todo los caminos
ofensivos terminan recayendo en Matías Rojas, quien transita uno de sus mejores
momentos con un gran nivel de juego al que le agrega una gran pegada y en
Carbonero por su movilidad y desborde los que deberían tener un mejor final.
Otro déficit es el no tener un volante creativo, con
gol y en ese juego de ir buscando, Gago esta
vez le dio esa función a Jonathan Gómez, que si bien tuvo un partido correcto
dentro de su juego, donde el orden y la lucha parecen convivir , por instantes estas
intercambian su rol.
Por lo menos está respondiendo muy bien la dupla Moreno-Nardoni
y los laterales Mura y Gabriel Rojas, que le dan al equipo un vuelo diferente,
todos apoyados por la seguridad que desde el fondo transmiten Arias, Sigali y Piovi,
este último con el importante valor agregado de sus magistrales remates en los
tiros libres.
En el segundo tiempo Racing se encontró con un Lanús
que salió a pelearle más el partido y ya con Hauche por Rojas (salió por una
molestia) empezó a dividir más la pelota y por consiguiente a contar con menos posibilidades
de asociarse para generar jugadas ofensivas, por lo que comenzó a buscar con lanzamientos
largos a Carbonero, que ya no entraba tanto en juego porque debía retroceder
para colaborar en la recuperación y a un Romero que se iba apagando cada vez
más, por lo que el trámite se fue emparejando.
Sin embargo a los 12 minutos llega el tiro libre que
Piovi realiza con la pegada de los grandes ejecutantes, con un remate donde se
fusionan la potencia y el efecto para que la pelota entre en un ángulo de una
forma tal, que hace imposible el esfuerzo de cualquier arquero, un gol extraordinario
que volvía a poner a Racing en ventaja.
A partir de ahí la disputa hizo más luchado el
partido y Gago pone a Moralez por Gómez para tratar de darle un mejor destino a
la pelota, pero un árbitro que juzgaba con un dudoso criterio los encontronazos,
comenzó a amonestar perjudicando claramente a Racing y los centros del granate empezaron
a llover en el área académica, por lo que el técnico para tener una mejor
respuesta defensiva, faltando 10 minutos envió a Insúa a la cancha por Romero.
Esa intensa disputa generó una lesión en Moreno
(esperemos no sea importante) que le tuvo que dejar el puesto al chico Avilés
(debut en primera) al que se le agregó
la entrada de Guerrero por Carbonero.
Racing ante un Lanús que venía envalentonado, ganó un
encuentro decisivo y además necesitaba hacerlo de local y el equipo, como dice
la expresión campera: “va queriendo”, porque están apareciendo esas
virtudes que lo destacaron como el que mejor jugaba, es decir, está comenzando
a funcionar como todos lo deseamos.
Hasta
pronto.