El proceso de crecimiento y su evolución en el
juego, lo está llevando a ser un equipo sólido y contundente, como lo demostró anoche en Tucumán, con un
triunfo convincente e inobjetable.
Esta nueva versión del Racing de Gago nos alienta a
tener más esperanzas, porque tiene una presencia más segura, desarrolla un
juego más intenso, genera más situaciones de peligro y se defiende con más seguridad, es decir que
la idea fue convenciendo a un plantel que la puso en práctica y ganó en
confianza, desarrollándola cada vez mejor y con mayor eficacia partido tras
partido.
La idea obliga a todos los jugadores del equipo a
estar siempre en movimiento con cambios de posición, donde Miranda, con una mejor
condición física, ha vuelto a ser aquel del buen pase, con un incansable trajinar
al que le agrega llegada (gran asistencia a Mura y un gran gol) y dueño de una
inteligencia que lo lleva a ser el estratega del equipo, Moreno ha evolucionado
notablemente en su posición de volante central y Alcaraz con su habilidad innata,
no solo rompe líneas sino que además sorprende a propios y extraños con sus
certeros tiros libres como el que ejecutó ayer y convirtió en gol.
También cuenta para su sistema con laterales como Mura,
además de ser una opción ofensiva es un potencial definidor como se vio anoche
(definiendo con clase en el primer gol) y Piovi, que le agrega potencia y
buenos centros a sus subidas, a los que se suma el “Demonio” Hauche, quien con energía
y apariciones en distintas zonas del área rival llega a posición de gol, pero además
es una rueda de auxilio a la hora de recuperar la pelota.( Buena combinación en
el gol de Miranda).
Obviamente Racing necesita un mejor Copetti, que sigue
luchando y buscando esa superación en su relación con la pelota, pero nunca
escatima el esfuerzo ayudando al equipo y buscando los goles que tanto ansía,
que espero se le den contra nuestros vecinos.
Y también de un mejor Chancalay, quien creo debería seguir ensayando esas
entradas al área como hizo en el partido ante Talleres en los momentos que
Copetti sale de la misma o cuando hay alguna otra jugada ofensiva buscando ser opción.
El equipo también comienza a ser sólido defensivamente
gracias a la buena tarea de “Chila” Gómez,
quien sigue respondiendo con eficacia, de Sigali que sigue siendo un zaguero firme
y confiable y de un Insúa que tuvo un buen rendimiento, pero que por momentos
arriesga innecesariamente la pelota sabiendo que es uno de los últimos hombres.
Si hay algo importante en este presente del equipo es
que ningún jugador desentona y prácticamente todos responden de buena forma, al
igual que sucede en la mayoría de los cambios ( Mauricio Martínez, entró como
volante por derecha y una incursión al área la finalizó con su gol, Jonathan Gómez
y Benjamín Garre, Neri Domínguez y el chico Ojeda. )
Este
Racing de Gago sabe lo que quiere, porque la idea se fue
fortaleciendo y eso lleva al plantel y al cuerpo técnico a sentirse más seguros,
más confiados, pero no hay que relajarse y por encima de todo no cometer esos
errores que agrandan a los rivales y que pueden golpear al equipo negativamente,
como arriesgar por arriesgar la pelota en zonas comprometidas como en el área propia
o saliendo de ella, porque ahora llega el clásico y ya sabemos que seguramente
van a salir a presionar a Racing en todos lados.
Los jugadores en la cancha no estarán solos, porque sentirán
el permanente aliento de los hinchas en sus corazones.
Vamos Racing carajo!
Hasta pronto.