Si sufrir es lo que nos lleva al triunfo, habrá que aguantar y sobrellevar estos momentos de intranquilidad donde Racing en su búsqueda por ganar, termina exponiéndose peligrosamente.
Pero son instancias para no dudar, son momentos
donde el equipo con carácter y convicción debe correr esos riesgos, sabiendo
que para aspirar a ser campeón ya no queda otra que ganar, porque a esta altura
los empates pasan a formar parte de las derrotas.
En esa búsqueda que propone este Racing de Gago,
esta vez con un juego no tan intenso y que tuvo más lanzamientos largos que
asociaciones, tuvo varias oportunidades para abrir el marcador, pero como viene
sucediendo, por falta de definición o por buenas actuaciones de los arqueros
rivales, no pudo lograrlo.
Racing dominó buena parte de ese primer tiempo, pero
Vecchio no encontraba mucho la pelota y si bien tuvo que ver en dos de las
situaciones más importantes, no influía tanto como en otros encuentros e
incluso hasta me dio la impresión de estar más lento que de costumbre, Miranda tampoco
podía hacerse demasiado del balón y Hauche continuaba perdiendo la mayoría de
las pelotas que tocaba, con ese flojo nivel que viene mostrando hace algunos
partidos.
Romero, aunque más comprometido, volvió a fallar en
las dos que tuvo, una de cabeza y otra que por no decidir bien, terminó haciéndose
un “nudo” ante el arquero Mele, Copetti tuvo su posibilidad con un remate de
afuera que pasa rozando un palo y Hauche la suya, pero no llegó a darle bien a una
pelota que termina en manos del arquero.
En este Racing de medio campo lento Moreno seguía exponiéndose
a ser amonestado porque era el único que realmente marcaba en la mitad de cancha
y por momentos tuvo que salir a cruzar muy apresurado por la lentitud en el
retroceso de Miranda, de Vecchio y de Pillud, lo que le valió una amarilla que
lo condicionó hasta su salida.
Atrás bien Sigali y flojo Insúa, que perdió
demasiadas pelotas, mientras que Mura, si bien buscó sumarse al ataque, no se
lo vio cómodo por la izquierda.
Con Tagliamonte dando esa sensación de seguridad y tranquilidad,
se cerró una primera etapa donde Racing tuvo las mejores situaciones.
El segundo tiempo sorprendió y la sensación de preocupación
se instaló rápidamente al ver que Unión tenía una velocidad superior a la que
mostraban los volantes de Racing y comenzó a tener situaciones diversas durante
más de veinte minutos, entre ellas el gol a los tres y si no se reflejaron en
un marcador más alto fue por la gran tarea de Matías Tagliamonte, que con sus
intervenciones le permitió a Racing y a Gago comenzar a introducir variantes.
Y a los quince minutos Gago envía tres reemplazos a la
cancha, Carbonero, Jonathan Gómez y Alcaraz, por Hauche, Vecchio y Moreno (creo
por la amonestación), pero les costaba encontrar el partido, sobre todo a
Alcaraz, que a mi gusto, debería jugar en una posición más cerca del área porque
en la que lo hizo ayer es tomado con más facilidad y pierde muchas pelotas.
Unión de un tiro de esquina tiene dos chances en una
misma jugada que Tagliamonte en forma espectacular logra taparlas y le dieron
vida a un Racing que no podía salir de ese estado de confusión.
Por eso cinco minutos después Gago envía a la cancha
a Matías Rojas por Miranda, un cambio acertado porque entró con muchas ganas y comenzó
a cambiarle la cara al equipo desde el vamos cuando al recibir sobre la
izquierda, envía un gran centro combado al primer poste para que Copetti, que
va en su búsqueda, de cabeza la clave junto el segundo palo.
Rojas y Carbonero
contribuyeron en la remontada de un Racing, que volvió a tener una nueva chance
cuando Copetti que gana una pelota larga sobre la izquierda, la pone para la
entrada de Romero sobre el segundo palo, pero el toque de este da en el cuerpo
de Mele y se va al córner.
El empate no servía para mucho y faltando cinco
minutos un saque de meta de Mele, es devuelto de cabeza en el centro de la
cancha por Alcaraz, pelota que pelea Copetti y que en su lucha la pelota pasa hacia
el área, lo que le permite a Carbonero (que ya había mostrado que es un buen definidor
en un gol anulado) con su gran pique sorprender a su marcador y enfrentar al
arquero, a quien derrota con un remate de zurda al primer palo.
Racing transformó el sufrimiento en alegría y la explosión
de hinchas, jugadores y cuerpo técnico eran la imagen de la desbordante emoción
que trajo esta tercera victoria consecutiva que, además de sumar en la tabla, debe
sumar en todos los aspectos emocionales de un plantel que vuelve a tener una
nueva oportunidad para pelear el torneo.
Hasta pronto.