domingo, 28 de agosto de 2022

El equipo sigue sin reencontrarse

Racing desperdició una nueva oportunidad para sumar de a tres, por lo que sigue dependiendo de otros resultados para seguir en carrera.

El equipo atraviesa una difícil situación porque sigue sin encontrar esa confianza que lo lleve a tener un sostenido rendimiento y entonces pasa de tener un primer tiempo donde genera varias oportunidades para abrir el marcador y en una de ellas concretar el gol y un segundo tiempo donde en los primeros dos minutos cuenta con un par de situaciones para aumentar, a tener una llamativa caída en su juego, a partir del empate del local.

Racing jugó un buen primer tiempo, esta vez con una variante  en la forma de jugar, ya que no salió jugando desde atrás ni buscó tanto la tenencia de la pelota, sino que eligió ser más frontal, con lanzamientos largos para Copetti y Hauche, buscando ganar la segunda pelota a través de Jonathan Gómez, Oroz y especialmente de un mejor Alcaraz, más activo y rápido.

Y en esos intentos Racing comenzó a tener supremacía en el campo rival, porque los volantes encontraban libertad y espacios para jugar cerca del área, al que había que sumarle a los laterales, especialmente a Mura, quien volvió a reencontrarse con el nivel de sus mejores momentos.

Así logró generar cuatro situaciones, la primera de Hauche que cabecea sin fuerza a las manos del arquero, la segunda tres minutos después cuando entre Oroz, Alcaraz y Hauche poenen a Copetti en una situación clarísima de gol, pero increíblemente la tira por arriba el travesaño, minutos mas tarde un remate de Oroz es desviado por Herrera y Copetti no alcanza a tocarla y finalmente llega el gol tras un muy buen centro de Mura para Alcaraz que en como nueve cabecea al gol.

Talleres también buscaba jugar con pelotazos, con la diferencia de que Racing llegaba con mucha más gente y el local solo lo hacía con Valoyes por lo que Arias prácticamente no intervino en esa primera etapa.

En el comienzo de esa segunda parte, Racing encuentra en los primeros dos minutos, dos posibilidades para ampliar su ventaja, sobre todo en la segunda de ellas y de repente todo comienza a derrumbarse cuando en la réplica, una infracción de Orban le permite al local ganar un penal que Valoyes transforma en el gol que lo lleva al empate.

A partir de ese momento, fue como que volvió a entrar en escena la pesada mochila de los segundos tiempos y el desánimo y a la desorientación se fueron adueñando del equipo, que pareció haberse detenido en el tiempo, lo que agrandó a un Talleres que en pocos minutos, le generó un par de situaciones que lo podía haber llevado a ganar el partido.

Racing era intermitente, con jugadores que habían bajado su rendimiento,  Gómez se volvió barullero que práctico, Alcaraz, ya no estuvo tan preciso, Moreno se fue desgastando, el “demonio” cansando y entonces Copetti quedó en soledad.

En realidad solo Mura mantenía su buen nivel y la desesperación llamó a los cambios, pero no ayudaron, primero fueron Piovi por Mena (con algún problema físico) y Romero (jugó?) no tocó la pelota por Hauche,  diez minutos después Alcaraz (creo que no debió salir)  y Oroz le dejaron sus lugares a Miranda que no aportó nada importante y a Cardona, solo ensayó dos remates de larga distancia, faltando 3 minutos salió J. Gómez para que entre Fernández, el chico de 16 años, que poco pudo hacer en un equipo que no lo contuvo ni desde el juego, ni desde lo anímico.

El equipo sigue sin reencontrarse con el buen funcionamiento y dando ventajas a partir de su irregular desempeño, por lo que para aspirar a más el plantel y el cuerpo técnico deben empeñarse en recuperar las virtudes que lo llevaron a destacarse en el primer torneo, las que parecen haber dejado de lado en este campeonato, salvo en algunos primeros tiempos, por eso sorprende cuando Gago afirma “me voy contento con el rendimiento del equipo.”   

Hasta pronto.

martes, 23 de agosto de 2022

Racing parece haber declinado en su ambición.

Este Racing de Gago viene mostrando un estado de confusión de donde le cuesta salir y como agotado mentalmente, parece haber tenido una importante caída en su confianza y en su fuerza anímica.

Y frente a San Lorenzo, volvió a tener otro partido sin mostrar nada que nos permita ilusionarnos, porque nuevamente tenía una gran oportunidad para seguir prendido en la parte alta de la tabla, pero nunca pudo imponer su juego y el por lo menos el primer tiempo fue de adormecimiento.

Un San Lorenzo ordenado le cerró todos los caminos a un Racing que se repetía y sin profundidad  por el medio, buscó por los costados, su juego intrascendente fue fácilmente contrarrestado por la defensa azulgrana.

Con muy flojos rendimientos en Sigali, seguramente por el largo periodo de inactividad, Hauche, Rojas, Miranda y Oroz incómodos e imprecisos se convirtió rápidamente en un equipo sin respuestas y todo se volvió más previsible para el rival, por lo que en ese primer tiempo los arqueros fueron simples espectadores.

El segundo tiempo necesitaba que Racing exhibiera otra cara y Gago envía a Chancalay y Alcaraz por Miranda y Rojas, pero en menos de diez minutos todo iba a cambiar.

A los cinco minutos por el inesperado gol de San Lorenzo, pero lo peor llegó cuatro minutos después cuando Chancalay es expulsado por una irresponsable acción (pisotón a Giay), que lo terminó de golpear anímicamente al equipo, porque perdiendo el encuentro quedó con un hombre menos.

Lamentablemente no es la primera vez que le sucede porque Chancalay, que en muchos de los partidos parece estar como desconectado del mismo, tiene intempestivamente este tipo de reacciones, que lo llevan a la ganarse la tarjeta roja.

En ese panorama Gago envía a la cancha a Romero por  Hauche y Jonathan Gómez por Oroz buscando el empate que consigue diez minutos más tarde, cuando Mena desde la izquierda envía un muy buen centro para la cabeza de Copetti, -la única carta de gol del equipo- y para que Racing consiga el resultado que le daba la posibilidad de poder plantear con diez jugadores un partido distinto.

Pero no fue así, porque Gago creyó que se podía ganar el partido con un hombre menos, (pensamiento que defendió en la conferencia de prensa) y si bien puede decirse que fue una decisión “valiente”, desde mi punto de vista y con todo respeto, me pareció errónea, por el cansancio (San Lorenzo venía con dos días más de descanso) y por el bajo rendimiento que mostraba el equipo, por lo que podría haber intentado otra cosa ante un rival, que casi seguramente iba a ir a buscar el triunfo ante un equipo diezmado.

Pero su creencia lo llevó a realizar lo contrario y terminó dándole al Ciclón los espacios y la oportunidad que esperaba para volver a convertir y a los pocos minutos no lo logró Bareiro porque que milagrosamente lo evita Mura con el pecho, pero si lo pudo conseguir cuando un lanzamiento largo y cruzado desde la izquierda del campo rival encuentra a Racing adelantado y a un Vombergar que le gana la disputa de la pelota a un lento y confiado Mena, para después enfrentar a Arias y concretar el gol.

Al desorden se sumó la desesperación y todo como consecuencia de ir a buscar lo que podía ser un deseo de todos, no solo de Gago, pero no de la forma en que lo hizo teniendo el partido empatado y en una jugada donde Sigali va con todo a ganar la pelota, luego de consultar al VAR es expulsado por juego brusco, faltando cuatro minutos para la finalización del segundo tiempo.

Estar con nueve jugadores era un problema más para el equipo, pero con descuento faltaban unos diez minutos de juego y Gago saca a Copetti para que entre Galván, un cambio difícil de aceptar como hincha, porque era el único que podía cabecear una pelota en el área de San Lorenzo, dejando arriba solo a Romero.

Moreno, desesperado por querer estar cubriendo todos los sectores, se había entregado al lógico desorden mientras Gómez con su gambeta, buscaba conseguir una falta para ganar un tiro libre, lo que lograron ni Alcaraz (otra vez muy mal) ni Romero.

Los espacios que dejaba Racing cuando conseguía hacerse de la pelota y buscaba cada atacar eran cada vez más propicios para San Lorenzo, que pudo haber marcado un par de tantos más sobre la terminación del partido, pero Gabriel Arias respondió muy bien a esos mano a mano.

Sobre el final, una reflexión sobre lo que dijo Gago en su conferencia ante la pregunta sobre porque puso a Galván por Copetti perdiendo el partido: dijo entre otras palabras “porque trató de que no le hagan más goles y porque Romero había jugado menos minutos y físicamente le podía dar más”, pero hasta ahora el ex Vélez sigue sin mostrar algo positivo…y a Racing no le hicieron más goles gracias a Arias.

Quiero seguir creyendo en esta propuesta, pero cada partido se me hace más difícil, ya que observo más dudas, más jugadores con bajos rendimientos y hasta una falta de respuesta física y anímica, dando la sensación de que Racing parece haber declinado en su ambición de pelear por el torneo, lo que lleva al equipo a transitar una inestable pendiente que  pone en peligro el clasificar a la Copa Libertadores por la tabla general.

Hasta pronto.

 

viernes, 19 de agosto de 2022

El triunfo que todos deseábamos.

La necesidad de romper con la seguidilla de empates, llevó a Racing a encarar el partido contra Banfield con más efectividad que brillo, buscando lograr el triunfo que le hacía falta para volver estar en la pelea por la punta.

Y a los tres minutos Racing encontraba el gol que se le venía negando, cuando Oroz, el sorpresivo y bienvenido cambio que introdujo Gago, recupera la pelota en campo de Banfield e inicia la jugada con Copetti quien habilita a Rojas por la derecha, para que después de un enganche, de zurda y desde fuera del área, la clave contra el palo derecho del arquero Cambeses.

Golazo de un Matías Rojas, que va creciendo en su juego y que fue participe de una seguidilla de situaciones en los cinco minutos siguientes, donde Racing estuvo a punto de ampliar la ventaja en jugadas que tuvieron como protagonistas a Copetti y al mismo Rojas, quien en posterior tiro de esquina se pierde un gol increíble.

Pero en lugar de continuar siendo intenso comenzó a bajar el ritmo y la tenencia de la pelota la empezó a compartir con el local, que sin llegar a ser peligroso para tuvo a los veinte minutos y en una jugada aislada, la posibilidad de empatar cuando un remate de González da en el palo y el rebote lo encuentra Chavez que solo frente a Arias cabecea afuera.

Racing ya no era el mismo porque se había retrasado demasiado y en ese afán de siempre salir jugando, Galván por no decidir a quién pasarle la pelota se complica (viene bajando su rendimiento) y obliga a intervenir a Arias para salvar su error.

Rojas estaba teniendo otro muy buen partido, porque no solo estuvo acertado en el gol y en las asistencias, sino que se lo veía con actitud y colaborando en la recuperación, pero era Oroz quien estaba más activo en esa doble función, y a los 29 minutos sobre la izquierda, se anticipa a un rechazo de la defensa rival y entrando al área elude a su marcador para después habilitar en gran forma a Chancalay, que de zurda convierte el segundo tanto.

Racing lograba un claro y merecedor segundo gol y pensaba que la ventaja lo llevó a regular el esfuerzo para el segundo tiempo, donde habitualmente decae en su rendimiento.

Pero lamentablemente no fue así y en la segunda etapa volvió a mostrar los mismos problemas que en partidos anteriores, con esa especie de desconcentración y hasta a veces confusión, que lo lleva a tener distracciones como la que sufrió antes del minuto de juego, cuando después de un lanzamiento largo Enrique de cabeza, pone a Chávez en situación de gol, pero el seguro y rápido Arias, logra tapar su remate con sus piernas, un llamado de atención que se hace repetitivo en Racing, pero que parece no despertarlo.

Le costaba hacerse de la pelota y Chancalay lesionado le deja su lugar a Hauche, para ver si junto a Copetti podían lograr complicar a la defensa banfileña, pero la pelota no les llegaba, ya que con los cambios el local fue ganando la zona del medio campo y a los veinte minutos Ursi estuvo a punto de descontar.

Oroz, Moreno y Miranda ya no encontraban la forma de tener la pelota y Gago envía a la cancha a Romero y Alcaraz por Copetti y Rojas para encontrar alguna reacción, pero  un partido que se había hecho más luchado, les costaba entrar en juego.

Banfield seguía metiendo pelotas sobre la línea de fondo  y una “pifia” a Mura, le permite nuevamente a Ursi quedar mano a mano frente a Arias, pero el arquero académico, vuelve a salvar a Racing.

Racing a través de Alcaraz pudo acercarse al arco de Banfield, la primera asistiendo a Hauche, pero el “demonio” no le puede dar buen final y la segunda es con un remate suyo desde fuera del área que exige a Cambeses.

Poco para un Racing que seguía dando ventajas en defensa para lo que Gago busca solucionar algunos problemas enviando al campo a  Orban y con Gómez por Moreno y Oroz agotados, pero todo parecía seguir igual ya que minutos después Arias que seguía agigantándose cada vez más, le tapa un remate a Cruz en otro mano a mano.

Un Banfield desesperado seguía buscando el descuento, pero Racing contaba con el gran nivel de Arias, y eso le dio la oportunidad de aumentar cuando en una triangulación que realizan Hauche, Romero y Gómez, a este último le cometen penal (que el VAR no revisa) pero la pelota le queda a Alcaraz y su remate es desviado por el arquero del Taladro.

No se si fueron los goles o la imperiosa necesidad de ganar, lo que lo llevó a bajar su nivel de juego ya en la primera etapa y que se fue agravando en la segunda, donde desde los cambios y lo táctico no se vieron soluciones, quedando en evidencia que Racing se defiende mejor teniendo la pelota y jugando ofensivamente, dado que vuelve a sufrir cuando abandona esa idea, pasando a depender casi exclusivamente de su arquero, en este caso del gran Gabriel Arias, quien con sus intervenciones le permitió conseguir los tres puntos.

Racing logró el triunfo que todos deseábamos, el que esperamos pueda convertirse en un punto de partida para un equipo que debe retomar la confianza y la fuerza física y mental necesaria, para afrontar el resto del torneo con la firme convicción de sentirse ganadores.

Hasta pronto.

lunes, 15 de agosto de 2022

Un equipo que se disfruta y se padece.

Racing a través de un muy buen juego en los primeros tiempos, sigue sin poder concretar algunas de las muchas jugadas de gol que genera y eso lo está conduciendo a tener segundas partes donde llamativamente declina su rendimiento y finaliza con un estado de confusión que lo puede llevar a perder los partidos.

Un nuevo ejemplo de esa situación fue el partido de ayer frente a Boca, donde Racing jugó una primera etapa exhibiendo un gran juego, intenso, claro y creando siete oportunidades donde pudo haber convertido, pero por Rossi o por deficiencias en los remates no pudo lograr concretar ninguno.

Todo el equipo estaba realizando un gran trabajo, destacándose el buen nivel de Mura y Mena, los precisos centros de Rojas, el ida y vuelta de Miranda con importantes apariciones en el área y el gran despliegue de Moreno.

El resto, con la importante reaparición de Arias, acompañaba de buena manera a un Racing que se estaba llevando por delante a un Boca desconcertado pero que lamentablemente no podía abrir el marcador, pudo ser de Galván de cabeza pero salvó Fabra sobre la línea, Miranda de zurda salvó Rossi, Rojas increíblemente solo por sobre el travesaño, Alcaraz en el área chica por sobre el travesaño, Hauche de cabeza por sobre el arquero que alcanza a desviar, Moreno desde fuera del área al lado del palo y nuevamente Alcaraz pero ahora de cabeza apenas desviado…eran varias importantes, ante un rival que solo tuvo un par de ocasiones, pero que fueron por errores propios, esos que se cometen por respetar a raja tabla el salir jugando.

Pero el no concretar los goles en ese muy buen primer tiempo lleva al desánimo, al que se le suma el lógico cansancio como consecuencia de la exigencia física que tuvo el equipo en los primeros cuarenta y cinco minutos, por lo que el segundo tiempo, si bien Alcaraz se lo pierde al minuto en un mano a mano con Rossi y un poco más tarde Rojas por egoísta no le saca más rédito a la situación, ya no era lo mismo, porque Boca había salido a disputar más el partido y el protagonismo del partido ya era compartido.

Una distracción en la marca le permitió a Romero enfrentar a Arias, quien respondió bien y Gago comenzó a realizar cambios, reemplazos que fueron bajando aún más su accionar, porque ni Jonathan Gómez, que tuvo un buen remate desde fuera del área que desvía Rossi, ni Carbonero que por ahora sigue sin demostrar porque se pagó tanto por su pase, pudieron darle al equipo algo diferente, mientras los de Boca si fueron más positivos.

Esa situación terminó agravándose cuando Gago, obviamente buscando ganar el encuentro, envía a la cancha a Romero sacando a Miranda, pero el delantero no tocó prácticamente la pelota porque Racing perdió totalmente la mitad de cancha y terminó refugiándose cada vez más cerca de su arquero, soportando momentos muy difíciles, donde Boca tuvo ocasiones para convertir, pero a las que por suerte respondió en forma notable Gabriel Arias, demostrando que sus grandes condiciones están intactas después de tantos meses de inactividad por su grave lesión.

Lo del discutido penal no es más que otra decisión problemática del VAR, porque aun suponiendo que esa mano de Gómez pudiera ser cobrada, podía haberse evitado la discusión si le informan a Rapallini del planchazo de Villa, por más que el reglamento marque que solo se investiga si la jugada termina en gol.

Racing es un equipo que se disfruta y se padece, por lo que Gago deberá trabajar no solo en las definiciones porque sin goles no hay triunfos, pero también en lo físico y emocional, para ver si puede sostener por mucho más tiempo el protagonismo que muestra en la primera parte del encuentro.

Hasta pronto.

domingo, 7 de agosto de 2022

Una irregularidad que preocupa.

Inquieta y mucho que a esta altura del campeonato, Racing continúe con su rendimiento  irregular, porque las fechas pasan y las oportunidades de prenderse definitivamente en la punta también.

Y ayer Racing tuvo un partido donde nunca pudo hacer pie, no solo por el mal estado de la cancha, sino porque esta vez solo en cuenta gotas pudo verse algo de lo que Gago pregona, porque  quedó enredado en el juego que le propuso el rival y del cual no supo cómo salir, sobre todo en el segundo tiempo, donde los jugadores en lugar de jugar eligieron “revolear” la pelota.

Ilusionaron un par de llegadas al comienzo de ese primer tiempo, primero la de Hauche de larga distancia y después la de Romero que con potencia había dejado atrás a su marcador, pero ambos remates fueron desviados por Gagliardo.

Con lanzamientos largos sobre los centrales rivales para Romero o cruzados para Rojas o Hauche, Racing buscaba sorprender o desbordar a Barracas, pero nada pudo lograr con esos intentos porque Romero, que se fue apagando cada vez más no es Copetti (una ausencia que se notó demasiado), Rojas que entraba poco en juego desbordó solo una vez y Hauche no llegaba a pesar por su lado.

Así fue como Racing fue cediendo el poco dominio que había insinuado y eso lo aprovechó Barracas, que si bien había comenzado solo a defenderse rechazando como podía, se fue dando cuenta de que podía aspirar a algo más en ese último cuarto de hora de esa primera mitad.

Y el segundo tiempo para Racing se fue agravando, porque el local con más coraje que juego, comenzó a ganar el medio campo ante un Moreno que viéndose desbordado comenzó a desordenarse y a perder pelotas en zona de riesgo, un Miranda que no colaboraba demasiado y Alcaraz que hacía todo lo posible como para ser reemplazado.

Eso llevó a Gago a buscar otra alternativa y a los veinte minutos ubicó a Carbonero por Alcaraz, pero todo siguió igual porque el ex-Gimnasia todavía parece no haber aterrizado en Racing, aunque creo que ayer nadie del banco hubiera cambiado el mal desempeño del equipo.  

Así y todo, y dentro de ese estado de desprolijidad y desconcierto futbolístico que mostraba Racing, pudo haber conseguido el gol cuando Piovi envía un centro rasante y paralelo a la línea del gol que recibe Rojas solo sobre el segundo palo, pero su remate de derecha es tapado por Gagliardo.

Los cambios de Chancalay por Rojas y Jonathan Gómez por Hauche no aportaron claridad a la confusión general que tenía el equipo ante el crecimiento de un Barracas que entre distracciones y resbalones, tuvo tres chances de gol en pocos minutos, las que por suerte no logró concretar por un muy buen cierre de Pillud y por las muy buenas tapadas de “Chila” Gómez, que ya le había desviado el cabezazo de gol a Ferreyra en el primer tiempo y ante el que hoy digo “nobleza obliga”, reconociendo que, así como fui un crítico extremo para con nuestro arquero en el partido anterior, hoy salvó al equipo de una derrota que podría haber sido escandalosa y le hizo rescatar un punto que mal o bien ayudó en la tabla.

Racing volvió a decepcionar, mostrando una irregularidad que preocupala que ya venía exhibiendo al comienzo de los segundos tiempos, pero que ayer la expuso durante casi todo el partido, llevando al  equipo a un estado de desorientación que puede ser determinante para el futuro, por lo espero que Gago pueda volver a lograr que el plantel recupere esa fe y esa convicción en el juego, como la que supo tener en esa racha triunfante del torneo anterior.

Hasta pronto.

 

lunes, 1 de agosto de 2022

Un Racing que desconcierta.

Por los resultados que se habían dado, si Racing ganaba el partido frente a Tigre se hubiera ubicado segundo en la tabla, pero parece ser que cuando tiene todo a favor no lo sabe aprovechar.

Tigre era un rival de cuidado porque es un equipo que tiene un juego directo con una ofensiva rápida y lo demostró desde el comienzo del encuentro con un par de llegadas que llevaron peligro al arco de “Chila” Gómez, pero Racing con el aliento de su gente también era punzante y a los 9 minutos Insúa mete una pelota cruzada para Matías Rojas, quien bajándola con el pecho supera a su marcador y de derecha mete un pase al primer palo para que, el siempre presente Copetti, anticipándose a su marca convierta el primer gol, gran jugada de un Rojas muy mejorado y gran gol de Copetti, el “abanderado” del equipo.

La tenencia de la pelota era prácticamente compartida lo que hacía que el partido se haga muy abierto y a los 27 minutos, en una pelota que recupera Copetti, continúa con Mena, que llega al fondo y envía un centro hacia atrás que Hauche no alcanza, pero si Miranda quien con un remate cruzado marca el segundo tanto.

Goles que parecían llegar en cada intento le estaban sonriendo a Racing, pero Galván se resbala dentro del área y en su reacción comete un penal que pudo haber evitado, aunque creo que fue un acto reflejo en su afán de ir a la pelota, lo que le permitió descontar a Tigre.

El partido era atractivo, de ida y vuelta y sobre el cierre de ese primer tiempo el gran Copetti se hace de una pelota casi entrando al área rival y le cometen una falta, tiro libre que Matías Rojas, jugando su mejor partido de los últimos años, traduce en gol con un gran remate, que le daba al equipo el tercer gol y una apreciable ventaja.

Segundo tiempo sin variantes y con un Racing que comenzó llevando peligro al área de Tigre a través de un cabezazo de Alcaraz, pero que de a poco le fue cediendo la pelota a su rival y en ese andar discontinu, presenta un cambio por lo menos llamativo, que es el de Rojas por Chancalay, que lamentablemente sigue teniendo esos partidos donde parece estar fuera del mismo.

A todo esto Tigre, que buscaba el descuento, lo encuentra de la manera menos pensada, cuando "Chila” Gómez, recibe al lado de su poste izquierdo una descarga de Insúa y en lugar de jugarla rápido para la derecha o buscar sacarla al lateral, sorprende a propios y extraños haciendo algo que nunca debe realizar un arquero y casi “canchereando” buscó gambetear a Protti, pero perdió la pelota y a Racing le costó el gol.

Una situación que golpeó anímicamente a sus compañeros, porque desde mi punto de vista y con todo respeto, considero que lo de “Chila” fue un error que podía haber evitado dado que no fue una “pifia” o algo por el estilo ya que tenía el dominio de la pelota, pero optó por lo peor para él porque finalizó de la peor manera, agrandando aún más a un rival que había comenzado a crecer y llevando al equipo a una situación difícil de superar.

Después de esa acción innecesaria, que influyó negativamente en lo anímico faltando más de treinta minutos, hubo un buen intento de Alcaraz desde fuera del área con un fuerte remate exigió al arquero Rojo, pero Racing se iba quedando sin respuestas y los cambios de Cardona y Jonathan Gómez por Miranda y Hauche, no lograron darle al equipo una mejoría en el juego, por lo que uno podía darse cuenta que cualquier cosa podía pasar.

Copetti (que se hizo amonestar para poder estar frente a Boca) y Alcaraz por Romero y Orbán fueron toda una señal inequívoca de que Racing estaba cada vez más atrás y así y todo no pudo evitar el empate que Tigre venía buscando, igualdad que golpeó definitivamente al equipo, aunque casi lo termina ganando cuando en una acción desesperada, Mena de cabeza la introduce al centro del área y Chancalay solo frente al arquero le cabecea al cuerpo.

Este es un Racing que desconcierta, porque pasa de realizar casi siempre buenos primeros tiempos, a tener muchos altibajos en los segundos, dando la sensación de que decae en lo físico lo que le hace perder precisión y claridad en el juego, con el agravante de que los cambios que introduce Gago no están ayudando mucho a mejorar el rendimiento, por lo que el equipo termina en una irregularidad que lo lleva a perder puntos importantes.

Hasta pronto.