Por un alto grado de confusión futbolística, Racing ha pasado a ser un equipo sin respuestas anímicas y por consecuencia físicas, bajando rápidamente los brazos ante la más mínima adversidad.
A través de la desorientación, el desorden táctico y
las flojas actuaciones de la mayoría de sus jugadores, Racing entra prontamente
en un total estado de fragilidad, que lo lleva a darle infinitas posibilidades
a sus rivales de turno.
Es una cruda verdad que se ve reflejada en cada
partido, incluso de local, donde el estado de desorientación y la mediocridad parecen haber invadido a jugadores y cuerpo técnico, llevándolos a empeorar, hasta lo
que se venía haciendo mal.
Lamberti de Platense, definió en pocas palabras lo
que es hoy Racing, cuando al final del encuentro
dijo entre otras cosas “Es un equipo grande y tiene obligaciones, pero es un
equipo partido, con cuatro defensores y el resto todos volantes ofensivos y
delanteros, así que iban a dejar espacios”
Las caras y los gestos muestran el nivel de
confusión general que deriva en el mal funcionamiento y que desde mi punto de
vista me lleva a interpretar que algo está fallando entre Úbeda y los jugadores,
porque es realmente incomprensible lo que hace el equipo en el campo de juego.
Sigali expresó que con este partido comenzaba una de
las 10 finales para clasificar a una de las copas, pero Leo deberá entender que
si lo de anoche es un ejemplo de todo lo que el equipo puede dar, no podemos
tener esperanza alguna.
Es casi imposible sostener que todo está bien, cuando
queda claro que el desempeño del equipo sigue siendo cada vez más pobre, con
jugadores que no generan expectativa alguna y que ha llevado al desánimo a los
pocos que, con su gran rendimiento, hacían que Racing rescate puntos que no
merecía, y que desde hace algunos partidos podemos verlos muy irritados y hasta
por momentos “sacados”, indicio de un fututo poco auspicioso si no se corrige a
tiempo y el tiempo es ahora
Considero que en lo futbolístico Racing necesita una revolución, porque el cambio debe ser brusco y
total, no lento y gradual, pero para llegar a eso hay que tomar ciertas
determinaciones que requieren audacia y valentía.
Simplemente como hincha, considero que uno de los
técnicos que puede llevar adelante ese cambio es Gabriel Heinze, por sus buenos
desempeños en los clubes argentinos donde dirigió, aun sabiendo que por su personalidad,
no sea del agrado de todos.
Hasta pronto.