El Racing de Pizzi vivía dando vueltas en un laberinto sin encontrar la salida, pero desde hace unos encuentros parece haber encontrado el camino que lo lleve a la misma.
De mi parte esperaba que el encuentro ante Sporting
Cristal, lo afrontara con el mismo equipo que le ganó a San Lorenzo, pero Pizzi
nos sorprendió con un equipo casi totalmente cambiado, por lo que rápidamente nos
dimos cuenta que iba a correr ciertos peligros.
Pero debemos aceptar que son los riesgos que un técnico
debe tomar en casos extremos, como por ejemplo los de esta seguidilla de
partidos, que no da respiro ni tiempo de
recuperación.
Ese primer tiempo, podría haber finalizado con
derrota a no ser por el ya consagrado Gabriel Arias, quien con sus
intervenciones volvió a ser figura y le permitió a Racing sostener el cero,
sobre todo en los primeros 30 minutos donde el fondo académico era superado y para
que a partir de ese momento con algunos cambios posicionales, pudo ir
equiparando el partido hasta el final de esa primera etapa.
El segundo tiempo si bien no hubo cambios comenzó con algunas jugadas erróneas en defensa, sobre todo la de Dominguez, quien con un fallido rechazo le da una nueva oportunidad al equipo peruano, pero nuevamente Arias responde muy bien achicando.
Creo que esa acción termino desmoronando anímicamente al Sporting
Cristal, mientras que a Pizzi lo alentó a realizar algunos cambios sabiendo que
podía ganarlo.
Y a los 10 minutos de ese segundo tiempo Mena, Piatti y Chancalay ya estaban
en la cancha, por Galvan (acalambrado), Schelotto y Reniero, cambios que fueron
determinantes para el mejoramiento del equipo y para comenzar a generar jugadas
ofensivas que iban a traer buenos resultados, que comienzan a llegar minutos después cuando la trilogía
ingresada inició una jugada que finalizó con un gran gol del ex
Colón y un par de minutos después vuelve a hacerlo Piatti, con un disparo desde fuera del área que se clava arriba y a la izquierda de Duarte, decretando de esa forma el definitivo segundo gol.
Fueron tres cambios
para triunfar y ser las figuras, por su protagonismo en las jugadas y por las definiciones,
dentro de un equipo que si bien mostró irregularidades, hubo algunos que, a mi gusto, tuvieron un buen desempeño como Domínguez, de buen partido, teñido por ese mal rechazo que puso a un delantero de Sporting solo frente al arquero Arias, de Julián López, no solo recuperando sino también atreviéndose a romper líneas,
de Lovera siempre complicando con su habilidad, de Moreno que fue de menos a más, un Novillo más seguro con la pelota, el aceptable trabajo del chico Galván
y los buenos movimientos de Godoy.
Pillud alternó buenas y malas con un cabezazo que
queda a mitad de camino y salvó Domínguez, un muy flojo Reniero que le cuesta
concentrarse, un Schelotto que tiene una rara forma de jugar no concreta
sus intentos y finalmente Copetti y Sigali que entraron para custodiar el
triunfo.
Hoy podemos ver que hay un plantel comprometido, el que con
actitud, concentración y entrega deja todo en la cancha y que con la recuperación
de varios jugadores importantes le ha dado a Racing una mejor imagen de equipo y
a Pizzi y su cuerpo técnico un evidente y fuerte respaldo.
Vamos Racing!
Hasta pronto.