Una presión que no solo es de los hinchas, sino que se
suma a la que sufre cada jugador y no todos están preparados para sobrellevar
esa fuerza, que como en el caso de hoy afecta los sentidos, logrando que la mente se nuble y cuerpo no responda.
Y creo, no es casualidad que suceda lo de Cardozo a pocos
minutos de comenzado el encuentro, donde nada raro había pasado y se supone que a
esa altura todo está tranquilo todavía.
Por supuesto que uno no está dentro del campo para conocer los motivos, pero jugadores con tanta experiencia en su espalda, no pueden reaccionar de
esa manera irresponsable, porque si lo hubieran expulsado, como a mi parecer lamentablemente correspondía, le hubiera costado al equipo jugar con uno menos casi todo el
partido.
Racing no había comenzado mal ante un Colón
que se había plantado en la cancha con un planteo defensivo y con mucha agresividad
y concentración en el medio campo, buscando cortar los circuitos de juego que normalmente nacen en los pies de Marcelo
Díaz.
Pero, en mi forma de ver, esa acción de
Cardozo comenzó de poner nervioso al equipo, que se desconcentró totalmente y en ese primer tiempo Racing fue la sombra de
un equipo que quiere ser campeón, porque se distrajo demasiado, se dejó
anticipar en todas las pelotas y le falto la cuota de actitud que debe mostrar
quien lidera el campeonato y es el principal candidato al título.
Colón, aprovechando esa incertidumbre se fue
agrandando anímicamente y con una gran entrega física logró que Racing
cometiera errores groseros como el de Mena en el penal, lo que le permitió
ponerse en ventaja, que como estaba jugando, todos pensábamos que nunca íba a
remontarla.
Ver a este Racing en esa primera mitad nos remitía a
épocas pasadas, porque salvo Arias, que no tuvo mucho trabajo, no se observaba
nada positivo en el campo de juego, ninguna idea, nada que pudiera darnos la
esperanza de empatar el partido.
Era obvio el cambio de Solari por Cardozo, porque seguramente se sintió
muy mal por lo hecho y porque además no podía tocar a ningún adversario ya que
hubiera sido expulsado y al comienzo del segundo período ya se pudo ver a un
equipo que si bien no encontraba
claridad cuando llegaba al área, por lo menos había cambiado la actitud, se plantó en la mitad de cancha y salvo una
jugada aislada por un error de Díaz y un tiro libre Zuqui, que Arias desvía en
gran forma, los sabaleros que se veían agotados, no pasaban la mitad de cancha.
Y entonces llovieron los centros al área de los
santafesinos, pero así era difícil porque no había jugadores altos que pudieran
superar a los defensores locales y cuando todos esperábamos a Cristaldo por
algún volante, Coudet ubica a Ríos por Saravia para que se tire atrás y pueda
encontrar la forma de conectarse con “Licha” y Cvitanich.
Lo de Colón ya se emparentaba con el título de una vieja
película llamada “Los cuatrocientos golpes”, porque cortaba el juego con
infracciones a cada rato, algo que incluso llevó a Lisandro López a participar
de una situación en la que normalmente no acostumbra a entrar, que le costó la
amarilla, la que marca el nerviosismo que existía dentro del campo.
“Chacho” con cierta lógica, envía a
Donatti a jugar dentro del área, porque era la única forma de poder encontrar
alguna posibilidad de empate, buscando romper por los costados con Mena y con
Solari, y así pasó, cuando este último, en una de sus tantas subidas, lanza un muy centro que cabecea Donatti, no se si la toca el arquero, pega en el
travesaño y el rebote lo recibe Cvitanich que clava el empate.
Con ganas y nuevas fuerzas anímicas Racing siguió buscando
el triunfo que no llegó, pero que quiso hacerlo, incluso en el descuento
exagerado de 7 minutos que dio el árbitro.
Este es un empate que por lo menos en mi caso,
festejo como si hubiera ganado, porque como ya
escribí en alguno de mis comentarios, que los empates son más que nada estadísticos
porque casi siempre marcan a los equipos en lo anímico y hoy estoy seguro que
Colón lo debe vivir como una derrota y Racing como un triunfo.
Este es un
punto puntero, porque en un partido que prácticamente no teníamos nada para
rescatar el empate le permite a Racing seguir siendo único líder del torneo aunque
gane Defensa y Justicia, depender de si mismo para lograr el título y en la
suma final hacerle ganar el campeonato.
Hasta pronto.