Era un partido
previsible desde lo táctico.
Era lógico suponer
que, por su incómoda posición, Aldosivi se defendería hasta que pudiera
sostener el cero mientras Racing, tras el mal partido jugado en Rosario, cargaría
con la obligación de ganar y de mejorar su juego.
De allí la
disposición puesta en cancha por Radaelli, que mostraba a los marplatenses con
una línea de cinco en el fondo, tres en el medio y dos de punta, pero que en
realidad todos se agrupaban en su campo y por el lado de Coudet, se vio un
Racing que se abria como abanico dejando solos a Domínguez y Sigali de últimos,
a quienes se le sumaba el chileno Díaz, adelantando a Pillud y a Soto para acompañar
a Montoya, Zaracho y Rojas en el medio y para adueñarse de la pelota tratando
de encontrar las formas de generar juego para Cristaldo y Lisandro López.
Pero eso paso a medias,
porque si bien Racing monopolizo el juego, no creo prácticamente ninguna
situación de gol en el primer tiempo, dado que, si bien buscaba ser paciente, a
mi gusto, el toque nunca fue punzante y no supo quebrar esa “pared” que había armado
el equipo marplatense.
Racing recargaba el
juego en las subidas de Pillud, lo que Aldosivi esperaba, porque cada vez que tenía
la pelota en su poder, rápidamente salía con un pelotazo a su espalda para
Verón o Rincón que se volcaban en esa zona, tratando de sorprender a Nery Domínguez
o a Sigali, algo que ocurrió una vez y que Arias en gran forma, salvo en la
puerta del área.
Racing dominaba, pero
el arquero rival no tocaba la pelota y el sacrificio de Cristaldo y López , que
bajaban para sacar a sus marcadores afuera del área, no tenía su premio, porque
los volantes de Racing se movían entre la media cancha y la línea del área
grande, conservando el balón, pero no se convertían en opciones picando y/o
apareciendo dentro del área.
Y a los treinta
minutos, un buen desborde del chico Rojas que termino con un centro excelente,
le permitió a Cristaldo que sorprendió a su marcador, cabecear al gol que le
dio la ventaja y la tranquilidad de finalizar la primera etapa ganando.
Poco, muy poco, para
un equipo que puede dar mucho más.
Sabiendo que, en la
segunda mitad, Aldosivi tenía que salir a jugar más abierto, Racing le entrego
la pelota con la clara idea de que iba a encontrar más espacio y obviamente más
chances de llegar al arco contrario con posibilidades de aumentar el marcador.
De entrada, hubo un
buen remate del paraguayo y a los 10 minutos, cuando nada hacía presuponer que
iba a llegar el gol, “Licha” peina una pelota y esta pega en la mano de Gil
Romero, hecho por la que Vigliano marca penal, que el mismo Lisandro concreta.
Con el 2 a 0
aumentaba la desesperación de Aldosivi que comenzó a realizar cambios incorporando
delanteros y desarmando esa estructura defensiva, situación que debió aprovechar
Racing, pero en esa instancia es como que se distrajo y comenzó a retrasarse,
tanto que Lisandro se convirtió en un jugador de toda la cancha, buscando no
solo colaborar, sino también despabilar a un equipo que se había adormecido.
El equipo ya no tenía
la pelota como en los primeros cuarenta y cinco y encima cuando la recuperaba
no salía claro, dándole a los del Tiburón, la posibilidad de sumar gente en
ataque y buscar con algún centro ese error, que casi siempre se da en los
partidos, para encontrar el gol que nos hubiera complicado.
Lo tuvo Gil Romero y también
Rincón, pero Arias volvió a estar seguro.
La desesperación de
Coudet viendo a un equipo que ya no tenía el control de partido lo obligo a
realizar los cambios de Cvitanich por Cristaldo, Donatti por Díaz lesionado y
Barbona por Rojas.
Y justamente este último
cambio es el que provoca algunos ataques que pudieron darle a Racing en los
últimos minutos la posibilidad de aumentar, cuando justamente Barbona se hace
de una pelota por una mala salida de del arquero y en una misma jugada se dan tres
posibilidades de convertir (un disparo suyo de media chilena da en el palo).
A mi gusto, el mejor
fue Nery Domínguez, que es un puntal donde se lo ponga, demostrando, además,
que cuando le toca jugar de central hasta mejora su performance, porque tiene
buena marca, es “tiempista” y sabe con la pelota y después la tarea de “Licha”
López, porque fue de menor a mayor, con una entrega que contagia hasta el último
minuto.
Respecto de Rojas, respetuosamente
pienso que, por su carácter y su forma de jugar, para tomar confianza necesita
un poco de apoyo emocional, de ese respaldo que le dieron sus compañeros y el
propio Coudet, buscando que el público lo despida con aplausos, pero si bien
anoche jugo mejor que en otros partidos, digo que su actuación no me pareció
destacable para señalarlo como el mejor, por encima de Nery o de “Licha”.
Respecto del resto, la
línea de fondo no tuvo tantos inconvenientes, con un Arias atento, un Pillud
que cumplió, un Soto que reapareció muy bien y un Sigali que sigue sólido, pero
en el medio, que en mi modesta opinión es la zona neurálgica del equipo,
ninguno de los volantes está en el nivel que este Racing necesita y eso se nota
en sobre todo en la creación, mientras que arriba junto al destacado trabajo de
Lisandro, señalo el esfuerzo de un Cristaldo, que hace un trabajo de sacrificio
importante y quien, nos guste o no, volvió a convertir.
El final del juego
vuelve a encontrar a nuestra querida Academia con un triunfo que lo reacomoda
en la parte superior de la tabla, algo que siempre es importante, pero ahora el
próximo rival es Boca Juniors y Racing debe mejorar sensiblemente en cuanto a
ser más intenso y punzante con sus volantes.
Es evidente que el
“Chacho” está buscando al equipo
campeón, pero le cuesta encontrar su funcionamiento y como decía más arriba,
el tema pasa por el medio campo porque ya no tiene el rendimiento del semestre
pasado, y eso lo indica la alternancia permanente de los que juegan en esas
posiciones y en la que por lo menos en mi opinión, Barbona es el que ha
demostrado tener mas méritos para ocupar un lugar como titular, por ser más agresivo y atrevido, actuando como un
despertador para un equipo que a veces parece adormecerse.
Hasta pronto.