El tema es como hacerlo y desde mi lado de hincha, buscaré a
mi modesto entender, explicarles que es
lo que vi, porque se dio un combo de razones para que esto pase.
La falta de eficacia.
Entrar en el juego verbal de Guillermo.
Realizar mal los cambios.
Los errores del arquero Arias.
El partido comenzó favorable para Racing, ya que sin ser de
alto nivel, la intensidad y su postura de presionar bien arriba le causaba
muchos problemas a Boca y esto hizo que generara varias oportunidades de gol, entre
ellas la del primero, gol, donde Solari con un gran desborde deja desairado a
Izquierdoz, asiste inteligentemente a “Pol” Fernández sobre la izquierda quien
remata cruzado, el rechazo de Goltz (en la misma acción comete penal) lo toma
Lisandro López y convierte.
Después fue lo tuvo Zaracho de cabeza, más tarde Cristaldo,
en otra gran asistencia de Solari, es quien remata solo en el área pero la
pelota es rechazada sobre la línea y posteriormente nuevamente Matías Zaracho.
Racing podía haber aumentado el marcador en ese período, pero
la falta de eficacia hacía que esto no sucediera, sobre todo en los primeros 30
minutos hasta que Boca, comenzó a luchar el partido y sumado a los desaforados
gritos de protesta contra el árbitro de los mellizos el encuentro se hizo más peleado
y el “barullo” le permitió a Boca emparejar un poco más el trámite.
En la segunda mitad es como que Racing le permitió a Boca
tomar la iniciativa y esto lo llevó a ceder algunos tiros de esquina, quizás
especulando con encontrar espacios para contragolpear, ocasión que encontró a
los 20 minutos de esa etapa cuando un pase de Gago es interceptado en defensa, le
llega a Zaracho que realiza una rápida y excelente pared con Cristaldo para después
asistir en gran forma a Lisandro y este defina como lo hacen los grandes.
Golazo que parecía predecir un final feliz, porque Boca no
tenía respuestas en el campo de juego pero parece que sí las tuvo en el banco
donde los Barros Schelotto aumentaban sus protestas llevando el partido a un
ambiente de discusiones en las que se sentían más cómodos, con la venia de un
Delfino ( que debió expulsar a Pavón por sus insultos) y Herrera, quien con su
ineptitud para dirigir, sancionaba de acuerdo al color que más simpático le
caía, expulsando a Coudet, que entró equivocadamente en ese juego, aunque el
árbitro tuvo mucho que ver para que eso suceda, pero no al mellizo Guillermo
por la misma causa.
También a mi entender, el “Chacho” volvió a cometer errores
en los cambios, porque mientras Guillermo buscaba llevar el partido al área
racinguista sacaba un volante central y hacía entrar a Villa, Coudet sacaba a
Lisandro López, el mejor jugador y además “dulce” con el arco, para ubicar a un
Centurión que se dedicó a jugar “su” partido con algunos de sus ex compañeros
boquenses, (salvo la jugada en que habilita a Zaracho y este pierde el tercer
gol).
Y para completarla, cinco minutos después reemplaza a Cristaldo
por Bou, un jugador que no aporta nada de nada y mostrando una imagen totalmente
desdibujada ante los hinchas que tanto lo queremos, mientras los Schelotto
hacían entrar a Zárate por Tévez.
Aunque me duela decirlo, Racing jugó los últimos minutos con
un jugador menos y unos 15 con dos jugadores que no pesaron en el trámite, mientras
que los cambios de Boca ayudaron a acrecentar la ofensiva por los dos costados ante
un medio campo racinguista que ya no tenía más oxígeno para contrarrestar lo
que se venía y una línea de fondo que aguantaba como podía.
Es cierto que Coudet no tenía más centrales, porque caso
contrario y prosiguiendo con sus últimas decisiones hubiera colocado un Orban o
un Donatti más en defensa, pero
podía haberle planteado a Boca un partido más trabajado con jugadores
con más movilidad como Cuadra y Cardozo.
Porque allí, con los cambios, cambio definitivamente el
partido.
Y entonces la decadencia en pocos minutos, gol de “Wanchope”,
expulsión de Zaracho un minutos después y empate de Villa, combo al que se sumó
Arias no ofreciendo resistencia alguna en los dos casos, en el primero por dar
rebote hacia adelante en un tiro de larga distancia y en el segundo por no
cubrir bien el disparo del colombiano que pasa entre sus piernas, de cualquier manera sigue siendo un arquero confiable.
En pocos minutos el esfuerzo de casi todo un partido se tiró
por la borda, se perdió la brújula porque los jugadores de Racing y el técnico fueron
llevados a intervenir en un juego donde sobresalía la disputa verbal y las
discusiones, menos la inteligencia y el orden y eso derivó en la debacle final,
pensando que si seguía 10 minutos más posiblemente se hubiera perdido el punto,
que en ese contexto para mí pasa a ser importante.
Por lo menos desde afuera es muy preocupante la imagen de
Gustavo Bou, que tal como lo expresé en mi comentario anterior está
desenchufado, como en otro mundo, es como una falsa copia del original y como
hincha me preocupa que Coudet diga permanentemente que está muy bien.
Porque uno confía en el “Chacho” y aceptando seguramente que una
de las cosas que lo deben tener mal es que no juega y quizás eso lo afecte
anímicamente, de nada sirve ubicarlo 10 minutos si está con esa especie de “depresión”.
Sobre Centurión confirmo lo que dije siempre, para mí es un jugador
determinante para el equipo y si recupera su nivel debería ser titular, pero
hay que establecer algunos acuerdos porque lo que a él le pareció divertido terminó
siendo negativo para el equipo.
Sobre el final del encuentro hay un lamentable comentario de
Guillermo, donde dice que en algún momento Centurión va a volver a Boca, eso dicho
en cancha de Racing por el técnico rival, es una situación que raya en lo ofensivo
para todo Racing, porque deja mal parado a Centurión y da que pensar.
Hasta pronto.