A todo esto hay que sumarle que se multiplican los
roces y entonces todo es más friccionado llegando, como en el caso de ayer a
pegar descaramente, donde se vio que Lautaro Martinez, fue el blanco predilecto, por su gran capacidad, por su repentina fama y quizás hasta por haber pertenecido y nacido
futbolísticamente en otro equipo bahiense, pero el chico se bancó todo.
Es evidente que por la muy mala posición que ocupa
en la tabla y ante la exigencia lógica de tratar de sacar un buen resultado, Olimpo
iba a jugar un partido a muerte con todo lo que eso conlleva y entonces se dio lo
que se pudo ver, un encuentro donde lo estético dejó mucho que desear para darle
paso a la violencia y donde, tal como lo señaló el “Chacho”, se iba
a disputar permanentemente la segunda pelota, algo que desgasta a quienes no
están acostumbrados a ese juego, lo que por cierto perjudicó a Racing, quien por
suerte con el correr de los minutos supo, de alguna manera, adaptarse a las
necesidades del mismo y si bien no pudo mostrar su mejor imagen, logró revertir
el resultado logrando un triunfo muy importante, que refuerza lo anímico para
seguir afianzando un equipo que tendrá duros rivales en la Copa Libertadores.
La incomodidad era manifiesta desde Musso hasta Licha y Lautaro, porque no podían hallarle la vuelta al partido, hasta que Racing encontró el juego de la adaptación
al rival, porque el momento exigía eso y para ello debían cambiar mentalmente.
Y en esa tarea hubo jugadores como Nery Cardozo, que
pudieron destacarse del resto, también Dominguez, Sigali, Donatti, el mismo
Soto, que parece haber comenzado a repuntar, (casualidad o no, a partir de la
contratación del chico Piovi de Argentinos Juniors) y Licha que esta vez aportó
más que Lautaro.
Por último digo que me tranquilizan las
declaraciones de Coudet, ya que es muy claro al hablar, explicando fielmente lo
que pasó en el partido, sin irse por las ramas tirando palabras al viento que
muchas veces no dicen nada.
Hasta pronto