lunes, 28 de agosto de 2017

Por ahora identidad, es solo una palabra sin imágenes

Como explicarlo para mí, que solo soy un hincha que opina por lo que ve y siente.

Como entender que Zaracho que es todo juego y frescura, no sea titular y entre cuando las papas queman.

Como no darnos cuenta que al no estar Acuña, ahora el problema que teníamos en la derecha con Pillud pasó a la izquierda con Grimi.

Como no darnos cuenta que Cuadra sufrió el partido, porque si lo puso para atacar terminó haciendo una tarea que no siente, que seguramente lo desgasta física y mentalmente.

Como entender a que queremos jugar….
Mal primer tiempo de ambos equipos, donde tuvo más la pelota San Lorenzo, pero donde Musso no participo nunca.

De lado de Racing una búsqueda infructuosa a través de alguna pelota larga o por una salida rápida en contragolpe como sucedió a los 12 minutos cuando después de una pelota que devuelve el arquero Navarro la recibe el Pulpo González sobre la izquierda, engancha y mete una pelota cruzada para Solari que logra ganar la espalda de Díaz para lanzar un centro rasante que pasa por delante de defensores, de Triverio y del arquero, pero que recibe solo Lisandro López sobre la izquierda para empujarla al gol.

Un gol que le daba a Racing la posibilidad de tranquilizarse y manejar el partido, pero que era imposible porque solo el “Pulpo” trataba de hacerlo y a veces Licha cuando bajaba buscando conectarse, los demás eran solo lucha y esfuerzo.

Pero en realidad lo que más me inquieta es que a Racing le cuesta tener la iniciativa y parece que necesita que lo golpeen, que lo lastimen para que reaccione, cuando en realidad era muy claro que San Lorenzo se le vendría con todo en los primeros minutos de la segunda etapa, por necesidad y por el clima que se vivía en el estadio.

Y para detener ese “vendaval” del rival para después poder salir de contra, hacía falta una línea de fondo muy firme y un medio campo con buena recuperación y juego, algo que no estaba sucediendo.

La última línea contaba con laterales que sufrían, más Grimi que Pillud -que estuvo más activo- con un Barbieri impreciso y con el único que parecía dar seguridad y que sobresalía claramente sobre los demás que era Orbán, mientras que en la línea de volantes Cuadra ya pasaba desapercibido y Solari ya no respondía como en el primer tiempo, por lo que el Pulpo, era el único que estaba a la altura del partido, junto a un Arévalo Ríos que alternaba buenas y malas.

Por lo tanto sucedió lo que casi siempre pasa cuando el empate esta por caer, finalmente llega… y entonces la rápida reacción con cambios, si se quiere extraños, como el que entre Rosales por Cuadra, en lugar de Zaracho, quien tiene su oportunidad recién 20 minutos después, por Solari.

A todo esto el partido le fue dando a Racing alguna posibilidad de aumentar como cuando Rosales asiste muy bien a Licha pero este se olvida la pelota atrás y pierde una gran ocasión, o como cuando Pillud pisa el área y con esfuerzo habilita a Triverio – que creo no esperaba ese pase- y el remate de este pega en el palo.

Pero San Lorenzo estuvo cerca de definirlo y sobre el final Musso que tuvo personalidad y se mostró seguro, saca una pelota increíble que le hubiera dado el triunfo.

A fuer de ser sincero, cuando terminó el primer tiempo pensé que debía de salir Triverio y que entre Zaracho, pero debo reconocer que en el segundo tiempo el nuevo refuerzo, realizó un buen trabajo, mostrando algunas cualidades muy interesantes.

Finalmente creo que Oroz le hubiera venido muy bien al equipo, pero la lesión de Barbieri lo obligó a realizar un cambio defensivo y no sabemos si hubiera tenido su oportunidad.

En la búsqueda de una identidad trato de entenderlo a Cocca, pero no hay muchas muestras que nos puedan dar una idea de cómo va a ser la misma, ya que por lo menos para mi, por ahora identidad, es solo una palabra sin imágenes, sumada a los buenos deseos del DT, dado que no sabemos si es ese planteo de esperar a ver que hace el rival o aquel que exhibe cuando nos hacen un gol, que nos obliga a adelantar las líneas.

Ya se que para Cocca los hinchas “no sabemos nada” y seguramente tiene razón, pero con todo respeto, a veces no hace falta ser demasiado profesional para darse cuenta de quien juega bien y quien juega mal, o que hay jugadores que no ofrecen más que otros, que están relegados y pueden hacer las cosas mejor.

No debe tomar a mal los silbidos, los gritos o los murmullos, ya que son simplemente expresiones populares que muestran nuestra ansiedad y/o disconformidad, por lo que le pido desde este humilde lugar que trate de entendernos y que esos comentarios no los haga público.


Hasta pronto.

sábado, 19 de agosto de 2017

“El que busca, encuentra.”

Ya sabemos que cualquier equipo que se siente superior a su rival, tanto sea por la categoría de sus jugadores como por su nivel económico, corre más riesgo que aquel que llega para la hazaña, pero así está diseñada esta Copa Argentina y el trance hay que pasarlo, sabiendo lo negativo que significaría quedarse afuera ante un equipo “menor”.

A Racing esto ya le pasó y no es un trago fácil de digerir, y en este momento podría haber sido sencillamente desastroso para un plantel que todavía se está acomodando y justo antes de que comience la “Superliga”.

Anoche me pareció que Mitre planteó un partido con cierta lógica, dejar todo durante el primer tiempo para tratar de conseguir un gol y después defenderlo a morir, sabiendo que físicamente no iba a poder establecer una igualdad durante los noventa minutos y lamentablemente para Racing, lo consiguió alrededor de los 20 minutos de esa primera etapa, aprovechándose de grave error de Arévalo Ríos.

Racing se sintió molesto e inseguro en esa primera etapa y a la defensa  se la veía incómoda en cada ofensiva rival, sobre todo por el lado de Pillud y Grimi, aunque Barbieri tenía problemas de marca y Orban se mostraba llamativamente nervioso, todo esto sumado al lento y dubitativo Arévalo Ríos y a un “Pulpo” González que no encontraba su posición en la cancha, por lo que Racing solo apostaba a las apariciones  de  Zaracho y a las subidas de Solari, para generar algo que le diera posibilidades a Lisandro y Cuadra, que no eran bien asisitidos.

Y el gol del Mitre multiplicó los problemas que ya tenía Racing y lo poco que habían generado Zaracho y Solari, se fue apagando lentamente y hasta el final de ese primer tiempo todo se limitó a tirar centros, esperando la cuota de suerte que nos pudiera dar el empate.

Cocca no realizó ningún cambio a pesar de la mala tarea de esa primera parte, pero si,  hubo un cambio general en la actitud que mostró el equipo en la reanudación, a pesar de que seguía costándole llegar con claridad al arco de Medina, refugiado ante un conglomerado de camisetas amarillas.

Así y todo a los 10 minutos el equipo genera la mejor jugada del partido con buena circulación de pelota, la que termina en los pies de Cuadra, -uno de los que más propuso en la segunda parte del encuentro- y su centro es cortado por la mano de Piriz. Penal y la gran posibilidad de empatar, pero Licha lo tira a media altura, para que Medina se luzca y se agrande.

La desazón y la bronca le dieron paso a los cambios y Cocca manda a la cancha a Nico Oroz por Arévalo Ríos, -algo que, a mi modo de ver, debía de haber hecho antes- lo que le permitía tener un jugador más pensante, en un encuentro donde nadie lo hacía y minutos después Rosales reemplaza a Pillud y Mansilla a Zaracho, para definitivamente buscar romper ese cerco que había formado Mitre.

Y así, con ganas y con la mejoría de Barbieri y Orban, sumado al “Pulpo” González, ya como dueño del medio campo, Racing fue creciendo, con Oroz por el centro dándole más claridad al juego, con Cuadra y Mansilla sobre la izquierda y con Rosales y Solari por la derecha le dieron otra circulación a la pelota.

Y a través de Rosales, que cruza una pelota desde la derecha hacia el área, Licha tiene una gran oportunidad y hasta por duplicado, porque anticipa y aparece solo ante Medina que le tapa su primer disparo, el rebote le vuelve a sus pies, y, quizás de bronca, lo quiso fusilar pero nuevamente el arquero la vuelve a desviar en gran reacción.

Creo que la lucha del “Licha” era contra él mismo, porque ya no pensaba, estaba como cegado por hacer ese gol que no logró en el penal, sin aplicar lo mejor que tiene, que es justamente su inteligencia y su tranquilidad para definir.

Pero dice el refrán que “el que busca, encuentra” y como “Licha”, es un jugador que nunca se da por vencido, allá fue, casi empecinado, en busca de ese gol que se le negaba y a los 32 minutos, después de un córner de Oroz desde la derecha que Grimi desvía de cabeza, el “Pulpo” y Lisandro la van a buscar, Licha la toca, pega en el palo, y al volver le da en su espalda y se introduce en el arco.

De suerte y como sea, pero fue un gol para lograr el empate que traía cierto alivio y sacarse la mufa, aunque parecía que no se podía quebrar ese resultado, cuando minutos después Lisandro tiene dos posibilidades más y el arquero rival volvió a responder de buena forma.

A esta altura quedábamos a la suerte y verdad de los penales, que no aparecían como algo beneficioso en esta noche magra, lo mejor era ganarlo y a los 39 minutos un centro desde la izquierda de Cuadra, lo recibe Grimi dentro del área y con su coraje a cuestas la engancha como viene y convierte el segundo gol, ante la sorpresa de toda la defensa rival.

El gol de Grimi tuvo el efecto de un “ansiolítico”, porque eliminó los síntomas de la ansiedad y alejó la sensación de angustia, lo que nos permitió salir de la inicial desilusión y poder arribar a la deseada tranquilidad.

Un partido con un primer tiempo muy mal jugado por parte de Racing, pero que fue mejorando en el segundo período, para finalmente, sin brillar, lograr una victoria justa y llegar a al final deseado,  por lo menos desde el resultado.

El tiempo dirá para que estamos.

Hasta pronto.