Racing transita desde el comienzo del año un camino
lleno de dudas, de falta de convicciones respecto a la contratación de un
técnico, aquel que realmente convenza a todos los dirigentes y a la mayoría de los
hinchas académicos.
Desde las diferentes líneas de pensamiento para
elegir al responsable de conducir al plantel, exponen a diario la ausencia de una
idea concreta al respecto, que por añadidura, se corresponde con la que también
carece el equipo, como se puede ver en cada partido que juega.
Entonces no puede ser que todo este sujeto a un
resultado, cuando mucho más debe estar relacionado con la idea de juego y el
saber que hacer, para que después y sustentado en esos conceptos, los
resultados sí puedan ser juzgados y analizados.
Si el gusto, por llamarlo de alguna manera, pasa por
un tipo de entrenador que no está a disposición por los motivos que fuere, lo
lógico sería buscar a otro que este libre y que tenga afinidad con el perfil y el pensamiento de aquel que no
se pudo traer, pero en Racing parece que el
anti-proyecto DT se impone a la hora de elegir técnico
Por ejemplo me parece increíble, que después de
echar a Sava, les cueste tanto conversar con los dos o tres técnicos que se
nombraban para por lo menos, conocerlos, escucharlos y formarse una idea de
cada uno de ellos por si hay que tomar una determinación urgente, al margen de
lo que piensen de Úbeda.
Salvo que ya lo hayan hecho y lo oculten, pero como
están diciendo que esperan hasta después del encuentro con Talleres, mucho no
se entiende, pero parece que Racing es así y no se dan cuenta que todo se
traslada al equipo.
Respecto al triunfo de anoche que es de gran valor,
no debe tapar lo mal que jugó el equipo, algo que suscribió Licha López, al
finalizar el encuentro y que fue como un mensaje a los dirigentes cuando habló
del juego, respuesta más importante que la de la “calentura” por haber sido
reemplazado.
Salvo Orión, que mostró personalidad, seguridad y
fundamentalmente serenidad, en un equipo desarticulado y sin ningún tipo de
orden, a los demás jugadores se los vió como confundidos y con un muy bajo
nivel, pudiendo a mi gusto rescatar a Lisandro, los pocos minutos de Lautaro
Martinez y algo de Vittor, del resto casi nada, algo que quizás tenga mucho que
ver con esta especie de desamparo que vive hoy el plantel.
La línea de fondo totalmente desmembrada e insegura,
no sabía como resolver los centros al área y cuando la tenía en sus pies solo
buscaba rechazarla lo más lejos posible, mientras en el medio Aued y Videla
estaban solos y desamparados ante la línea de volantes de Olimpo que los superaba
en número y los sobrepasaba cada vez que se lo proponía.
Se veía que había que poner algún volante más porque
ni Romero, ni Bou colaboraban demasiado, quizás Acuña trataba de ayudar, pero
todo era confuso, entonces la pelota nunca llegaba limpia a Lisandro López.
De
cualquier manera Racing encuentra dos goles y así y todo, Úbeda no soluciona el
problema que todo el primer tiempo se vio en el medio campo, cuando no había
recuperación y no se podía generar juego, algo que recién modificó al ser
expulsado Insúa.
Pero aquí
también si se quiere hubo una mala elección, porque antes que Licha, debía de
haber salido Romero (le pegaron bastante, pero no pudo nunca encontrar su lugar
) o Bou (me parecio disperso y muy falto de potencia), o quizás los dos por
Vittor y el Pulpo González, algo que se realizó posteriormente.
Y entonces
se sufrió y eso al final sirvió también como excusa, pero la cuestión no es
formar un equipo con 3 delanteros si no existe el planteo, el juego, el sistema
que lo respalde y lamentablemente nada de eso se pudo observar ayer.
Era una
final y había que ganarla, sobre todo después de perder con Lanús en casa, pero
creo que la preocupaciones que dejó el mal funcionamiento del equipo, fue lo
que más quedó en las retinas de los hinchas racinguistas.
De todos
los nombres que se están divulgando pienso que Zielinski es el que, a priori, reúne
las condiciones para poder darle al equipo una idea clara de juego, ya que en
Belgrano su perfomance fue de menos a más, donde siempre se lo vió como un
equipo que sabía lo que hacía, con un buen juego, al que sostuvo encumbrado y
haciéndolo siempre un rival de respetar.
Por
último, no se si habrá tiempo, dinero y ganas, pero Racing necesita un central
de categoría.
Hasta
pronto.