A fines de mayo de este año, exactamente el 31 de
ese mes, escribí una nota que titulaba y comenzaba así:
“Cuando
no te quieren, es difícil que la relación tenga futuro. Aunque hayan confirmado a Sava en el cargo, pienso que todo se ha
dado con un final triste para ambas partes, porque no creo se hayan ido seguros
y felices con el acuerdo…”
Pensar
que fue aquí cerca y no hace tanto tiempo que se vivió esa
situación, pero terminaron acordando y Sava siguió siendo
el técnico, para que después de dos meses y medio, hoy le comuniquen lo que
aquella vez no se animaron.
Y sucedió
lo que presumía, lamentablemente de mala manera para las dos partes, pero fundamentalmente
para el hincha de Racing, que como meros espectadores seguimos viendo día a día
un nuevo capítulo de esta novela que comenzó con la salida de Diego Cocca.
Porque hubo
tiempo de sobra para tomar decisiones importantes, pero da la sensación de que
los movimientos de la dirigencia son como ataques espasmódicos que aparecen
según el estado de ánimo de cada día y de cada integrante y entonces nada es
seguro, nada tiene base sólida, sin quizás darse cuenta que todo esto
resquebraja la institución, el plantel, la imagen de ellos mismos y eleva a la
máxima potencia el malhumor de los hinchas.
Nada asegura que todo vaya a marchar sobre ruedas a partir de
ahora con un nuevo cuerpo técnico, y debemos prepararnos a escuchar de boca del
nuevo DT las frases de siempre, las archiconocidas “prometo trabajo, hay poco
tiempo, etc.” porque la parada va a ser difícil y ni que hablar si nos quedamos
afuera de la Copa Argentina.
Desde la
salida de Milito y Saja es como que el equipo no encontró todavía los nuevos líderes
dentro del plantel que puedan sostener el nivel anímico para que el grupo no
decaiga, no pierda el rumbo ni los objetivos y perdió personalidad, disminuyó
la confianza, pero cuando eso sucede, la cabeza, el jefe, el guía, que los debe
contener y llevar por el camino indicado, debe ser quien los conduce, el que
está junto a ellos en la semana y en el banco durante el partido, algo que parece
con Sava no se logró.
No va a
ser fácil salir rápidamente de este inconveniente, como sucede con cada cambio de
técnico, pero espero que esta elección Dios ilumine a los dirigentes, porque lo
de Cocca salió bien sin esperarlo, pero no todos los días son domingo.
Hasta
pronto.