Con referencia al partido de anoche frente a Estudiantes, considero que Racing
debió ganarlo con claridad, por las oportunidades de gol, por los tiros en los
palos y por el penal que el árbitro no le concede, pero desde mi punto de vista
digo que no me parecen acertadas algunas decisiones de Sava, como la entrada de
Gustavo Bou, quien realmente no aporta ninguna de las facetas que lo llevaron a
ser el mejor delantero, cuando debería pienso, haber enviado a la cancha a
Pereyra, por su nivel actual y además por el plus de haber sido jugador de
Gimnasia y Esgrima, jugador que quedó en el banco y por lo menos debió haber
entrado por algún defensor cuando la Gata Fernández es reemplazado en el equipo
platense, como así también quiero creer que lo de Noir, sobre el final del
partido fue, porque Vittor estaba lesionado.
Lamentablemente
los objetivos de este primer semestre ya están perdidos y considero que la
campaña que realizó el equipo al mando de Sava, no fue ni del todo mala, ni del
todo buena, por eso siento más que fracaso, decepción, por el sueño, por la ilusión, por la expectativa
que me generaba este plantel, al que ahora solo le queda cumplir con los
dos partidos restantes, los que sería importante ganar para darle un marco más
feliz a la despedida de Diego Milito, nuestro ídolo, en sus dos capítulos
finales de su carrera como jugador profesional.
No tengo dudas que Sava sufre tanto como el hincha de Racing, primero
porque es un hincha más y segundo por todo lo que se esforzó y dejó de lado
para llegar a dirigirlo, como decía en mi última nota de diciembre pasado donde
hice referencia a que su amor por Racing fue más fuerte para llegar a ser su
técnico, pero también expresé que no podíamos quedarnos solamente en ese gesto
ya que en oportunidades anteriores hubo otros técnicos tan hinchas de Racing
como él y tampoco pudieron realizar una buena campaña (léase Costas y
Quiroz), con el atenuante de que no contaban con un plantel del nivel actual,
ni con el buen momento económico que vive el club hoy, algo que sí recibió el
“Colorado” Sava.
Creo, y como digo siempre con respeto y solo desde la mirada de un hincha,
que su camino lo transitó cargado de una gran duda, que nunca lo abandonó y que
estuvo en no saber si aplicar su impronta ofensiva que le impuso a sus equipos
anteriores o jugar sin arriesgar, algo que se supone es contra natura a sus
ideas originales, pero que pareciera que la Copa Libertadores lleva a muchos
técnicos a ir en contra de ellas.
Es evidente que Racing no es Quilmes, ni Unión ni San Martín de San Juan,
con el debido respeto que me merecen estas instituciones y las
responsabilidades que nuestro equipo exige, muchas veces confunden hasta los
más preparados, a pesar de contar con uno de los mejores planteles de la
argentina, sino el mejor.
Hasta ahora creo que nadie pone en duda de la entrega del plantel y del
respeto del mismo hacia el cuerpo técnico, pero va a ser fundamental que Sava para
la próxima etapa y después de haber conocido a fondo a todos sus integrantes, tome
decisiones acertadas para decidir que jugadores se quedan y quienes se
incorporan, para definitivamente encontrar un sistema que le dé al equipo una idea
de juego consolidada.
Hasta pronto.