jueves, 5 de mayo de 2016

Un muy buen partido con un muy mal resultado.


No es sencillo aceptar quedarse afuera de la Libertadores después de ver que Racing podía haber superado en los dos encuentros al Mineiro, porque en Avellaneda fue superior y nos anularon un gol legítimo y el de anoche porque el equipo jugó uno de sus mejores encuentros de la era Sava, de visitante y en un estadio que era una caldera.

Pienso que la mayoría, entre los que me incluyo, esperaba que Racing se refugiara especulando con un contragolpe, pero gratamente vimos como el equipo se plantó en la cancha para adueñarse del partido y así fue, porque a pesar del gol de Mineiro a los 15 minutos, Racing fue a buscar el empate que llegó 5 minutos más tarde, de la mano de Lisandro López, de excelente partido, cuando realiza una gran jugada individual que finaliza en penal y el mismo convierte.

Racing seguía dominando a un Mineiro que solo buscaba a Pratto, el jugador que podía cambiar la historia, pero aunque tuvo alguna, prácticamente no inquietó a Ibañez y todo esto nos generaba una gran ilusión, porque se veía que el partido estaba controlado.

La segunda etapa comenzó con Racing ordenado y con un Mineiro que era evidente iba con todo a buscar el triunfo y casi lo consigue cuando un remate de Pratto pega en el ángulo derecho de Ibañez, pica afuera de la línea y sale hacia la izquierda, para que Robinho termine cabeceando desviado.

Parecía que la suerte estaba de nuestro lado y como decimos los hinchas, si no entró esa no nos ganan más y Racing respondió inmediatamente con Romero sobre la izquierda pero su disparo fue bien desviado por el arquero Victor.

Luego un cambio que puede ser correcto por su idea, pero que le dio al equipo brasilero un plus más para comenzar a tener hegemonía en la mitad de cancha, porque aunque si bien es cierto que Romero no estaba haciendo un gran partido, era el que junto con Aued, que jugó en gran forma eran los que generaban un juego más claro y ahora el esfuerzo iba a ser aún mayor, porque se sostenía menos la pelota.

Llamó la atención la falta de Roger Martínez en el banco y la entrada de Bou, porque una cosa es “La Pantera” al cien por ciento y otra es sin desmerecerlo ni negar todo lo que nos dió, un Bou lleno de problemas y lesiones sumado a un largo tiempo sin jugar.

Racing seguía desgastándose,  la entrega era enorme y un ejemplo de ello fue Acuña, también de gran partido quien en otra buena jugada individual , ubica un centro que Lisandro conecta pero nuevamente el arquero responde bien.

El cansancio se veía y quizás esto lo llevó a cometer faltas que le daban a Mineiro la posibilidad de la pelota parada y donde su goleador se siente a sus anchas y a los 21 minutos, Pratto, aprovecha en un tiro libre la débil marca de Pillud, (cuando debería haber ido Sánchez o Vittor) más las dudas de Ibañez para convertir, quien creo tuvo su cuota parte de responsabilidad en los dos goles (esto lo digo con respeto y aceptando que después ataja un penal fundamental que le siguió dando vida a Racing)

Racing sintió el golpe del gol, pero siguió luchando y Lisandro deja a Bou solo en la puerta del área grande pero su remate tomo altura y se fue desviado.

Después entró Milito por Noir, pero ya había un poco de desorden y desesperación y esto hacía que la entrada de Diego no pudiera cambiar demasiado el panorama, mientras que Mineiro ya encontraba más espacios para su contra.

Encima el penal cobrado increíblemente a un Sánchez de espaldas, pero como decía antes Ibañez atajó de gran forma y Sava buscó una cuota de agresividad con Pereyra por Acuña, pero en ese ida y vuelta como hubo una más para Racing también se le presentó otra para Mineiro, que tapa bien Ibañez.

Fue un muy buen partido con un muy mal resultado, el que le puso fin a la participación de Racing en la Copa Libertadores, lo que a los hinchas nos dolió y mucho, porque este plantel nos había ilusionado como para aspirar a más.

Ahora viene la etapa más dura para Sava y los dirigentes, porque habrá que saber como moverse y que destino darle a muchos de los jugadores porque las competiciones para el futuro no creo que permitan sostener esta cantidad de jugadores, pero Racing no debe destruir un plantel que ha sido señalado como uno de los mejores, sino el mejor, del fútbol  argentino.

Seguramente vamos a extrañar al “Principe” por su ascendencia, su calidad de jugador, su seriedad, su profesionalidad, su liderazgo y su amor por Racing, pero confío en que el “Licha” con su personalidad, pueda asumir ese rol porque ha demostrado que también reúne todas esas condiciones.

Hasta pronto.