Era un encuentro como para cumplir, pero también es cierto que Racing debía de
buscar ganar algún partido porque ya la racha de empates se estaba haciendo
larga.
Además hay que aceptar que así como presentaba un equipo con jugadores que
normalmente no son titulares, su rival también lo hacía, y eso podría haberles quitado cierta entrega a los jugadores, pero al estar liderados por un jugador de la jerarquía de Diego Milito, era suficiente
motivo para dejar todo en la cancha.
El encuentro en la primera parte se dio bastante abierto, todo era muy
vertical y en ese aspecto Racing aparecía mostrando flaquezas
fundamentalmente por los laterales donde Díaz y Voboril no podían con Espinoza
y Chacana.
Al recuperarla Racing buscaba salir rápido a través de su medio campo con
Vizmara, Camacho, De Paul y Pereyra tratando de asisitir a Milito y Roger, pero
en esa primera parte s epudo apreciar que hay jugadores a los que les cuesta
recuperar el juego que alguna vez supieron mostrar, como Camacho a quien nadie
le puede negar su voluntad aunque la mayoría de sus arranques, que ilusionan,
finalizan de mal modo, lo mismo que pasa con De Paul, a quien siempre se lo ve como
despreocupado y quejoso, mientras que a Vizmara que tuvo una actuación bastante
buena, a pesar de enfrentar a su ex equipo, lo noto como incómodo en la
posición, no así Pereyra que sigue mostrando facetas muy interesantes, como en el gol,
cuando pasa rápidamente al vacío a buscar una devolución y de un gran toque
deja solo a Roger Martínez ante Díaz, a quien derrota con un gran disparo a la
derecha del arquero.
Lindo gol, que quizás le podía haber dado a Racing cierta tranquilidad para
manejar el trámite pero no fue así ya que todo era apurado de parte de los dos
equipos, salvo cuando la pelota pasaba por lo pies de Milito que exhibió un muy buen juego, haciendo la pausa justa, sacándose un hombre de encima, defendiendo
el balón o bien dando el pase certero.
El “Principe” muestra más frescura de lo que esperábamos y pienso que
quizás el otro día de local podría haber entrado, porque tiene la claridad que
le falta a muchos de sus compañeros y esa cualidad no se logra fácilmente.
La segunda parte nos depararía una sorpresa que no esperábamos, cuando a
los dos minutos es expulsado en forma justa Roger Martínez, porque quedarse con
un hombre menos determinó, que mentalmente se pensara más en defender el arco
propio que buscar el del rival y fue allí donde Racing, con Milito a la cabeza, multiplicó
sus fuerzas lo que generó el crecimiento de todos, especialmente de Pereyra
quien jugó un gran segundo tiempo porque prácticamente en soledad, se las
ingenió para complicar al fondo de Huracán con tres oportunidades como para
ampliar el marcador, dejando una clara señal de que debería ser tenido más en
cuenta porque es un jugador muy agresivo cuando pisa el área.
También Cabral fue ratificando que su retorno al mejor nivel parece no ser
efímero, mostrando más confianza y tomando mejores decisiones, lo mismo que la
labor de Ibañez quien sigue demostrando que tranquilamente puede ser arquero
titular.
Después los cambios, donde los chicos se encontraron con un partido donde
la exigencia no era jugar bien, sino correr, marcar y despejar tratando de no
cometer errores graves y evidentemente alguno hubo, pero bueno ya entrar con
uno menos es difícil hasta para un experimentado.
Fue el triunfo del esfuerzo, porque todos supieron
responder a la circunstancia de estar con 10 hombres (y después con 9) sacando
a relucir la fuerza máxima de cada uno y regando el campo de sudor, para
defender el gol que le daría a la Academia un triunfo que alimenta el espíritu
de los que jugaron y de los que deberán tener la responsabilidad de hacerlo en
Bello Horizonte.
Hasta pronto.