jueves, 22 de diciembre de 2016

Cocca, un "Blanco" seguro.


En este último año la Comisión Directiva de Racing no pudo encontrarle la vuelta a la elección de un entrenador, que tenía que reemplazar a Diego Cocca después de su buena tarea en su año y medio como DT, donde logró un campeonato y le dio al club la posibilidad de participar en 2 copas Libertadores.

El fracaso en la designación de Sava y Zielinski, quedó expuesto cuando, por los motivos que fuera, el primero fue despedido después del primer semestre, habiendo realizado la pretemporada y su reemplazo renunciando después del último partido de este que está por finalizar.

Esas dos decisiones dejaban muy mal parado a Blanco y Cía., y esta vez no se podían equivocar, es decir tenían que dar un golpe de efecto, por eso decidieron ir nuevamente por Coudet, ya libre, un técnico que sin lograr ningún objetivo final con Rosario Central, estuvo cerca  y marcó un estilo ofensivo agresivo, que gustó a propios y extraños.

No dejó de ser un amor efímero, una rara situación y  por demás incómoda para nuestros dirigentes, cuando el “Chacho” desechó su llegada a Racing lo que sorprendió a todos y dejó al Presidente y dirigentes, bastante mal parados frente al futuro deportivo y político, porque también se juegan su continuidad como tales.

Por lo tanto en el arma, les quedaba un solo cartucho para dar en el blanco, porque las demás alternativas volvían a llenar los casilleros de las apuestas, que no tiene nada de malo, porque recordemos que Cocca, de alguna manera también fue una apuesta en aquel invierno del 2014.

No podían volver a equivocarse y el esfuerzo había que hacerlo, aún sabiendo que ambas partes dejaban de lado los códigos y la ética que nunca debería perderse, porque no estaba del todo bien quitarle un técnico a un equipo que estaba planificando todo para intervenir en la Copa Libertadores.

Pero sabemos que el mundo del fútbol es esto y así como muchas veces se despide un técnico sin cumplirle el contrato, también se lo va a buscar aunque este ocupado en otro equipo, por eso no debemos quejarnos si en algún momento nos quitan un técnico porque tiene una mejor oferta.

Y el  Presidente fue por Cocca, un"Blanco" seguro, ya que le permite descansar más tranquilo y de alguna manera cubrirse las espaldas con alguien que le volvió a dar al hincha después de 13 inestables y sufridos años, la posibilidad de gritar nuevamente ¡Racing Campeón!

Cocca es alguien a quienes los hinchas de Racing respetamos y agradecemos, porque realizó un excelente trabajo junto a aquel plantel que lideraban Diego Milito y Sebastián Saja, una fusión que los llevó al éxito, combinación que hay que volver realizar, pero ahora con algunos nuevos y con otros viejos intérpretes, confiando que con él se podrá restablecer el orden en ese vestuario tan cuestionado, para que nuevamente de sus frutos en el campo de juego, por lo que solo nos queda respaldarlo con el aliento de siempre, pero también con mucha paciencia, porque sabemos que nada es igual después de 2 años y medio.

Finalmente digo que estoy esperanzado porque con Cocca el club ha tenido, aún con algunas determinaciones equivocadas, una importante evolución, algo que puede seguir alimentando a través de sus nuevos conocimientos adquiridos.

Hasta pronto. 


lunes, 19 de diciembre de 2016

Un entrenador fiel a su idea.


Después de haber finalizado el partido con Unión, se escuchó decir a Blanco que de ninguna manera se iba Zielinski y al "Ruso" espresar “No sé por qué hablan de mi salida”. 

Pero los jugadores no dijeron nada sobre el DT.

Parece que este plantel no comulgó con ninguno de los dos técnicos que pasaron en el corriente año y esto lleva a una seria reflexión sobre la elección del futuro responsable técnico por parte de la dirigencia, pero también por parte de los jugadores que debieran entender que se deben al club y al conductor que contrate la Comisión Directiva.

Hubiera sido más transparente expresarle al presidente Blanco que no estaban de acuerdo con la contratación de Zielinki o de quien fuera y no esconderse detrás de falsas actuaciones para condenarlo anticipadamente al fracaso.

Por lo menos esa era la sensación que dejaba el equipo en la cancha, al margen de los errores tácticos o en los cambios que se le podían objetar al técnico, porque había jugadores que parecían hacerlo a desgano.

No pongo en tela de juicio lo que sienten muchos jugadores por Racing, pero a veces se comete el error de creer que porque se ganó un campeonato, tienen derecho a decidir por el futuro del club, tomándose atribuciones que no le corresponden.

Pero respetuosamente digo que, tanto Sava como Zielinski también tienen su cuota parte de culpa, ya que por los motivos que nunca se llegaran a conocer, jamás pudieron plasmar por largo tiempo los conceptos futbolísticos por el cual los contrataron, terminando en algo inexpresivo que nunca llegó a convencer, sin darse cuenta que el final sería el mismo, con  la diferencia de que si lo hubieran hecho, por lo menos su impronta hubiera quedado expresada, es decir, yo soy esto.

Como todo técnico que trabaje en Argentina, conoce y tiene estudiados a todos los jugadores de los distintos equipos que disputan los distintos torneos, es inaceptable que cuando llegan a un club digan que no sabían con que se iban a encontrar, así que a partir de allí lo único que me gustaría es que tenga la valentía de ser un entrenador fiel a su idea y la defienda a rajatabla, aún a costa de tener que sacar del equipo a jugadores aparentemente intocables.

Hasta pronto. 



domingo, 18 de diciembre de 2016

Tácticamente desorientado y mentalmente entregado.


Daría la sensación que con el triunfo ante el rojo los jugadores se dieron por satisfechos, es decir que para ellos pareciera que a partir de ese momento los partidos siguientes eran amistosos de verano.
Porque reitero como dije en mis comentarios anteriores, no se puede creer lo que muestra este equipo.
Ese falta de concentración, ese deambular por el campo de juego de la mayoría de sus jugadores a la que hoy se le agregaron discusiones que demuestran que este es un equipo tácticamente desorientado y mentalmente entregado.
Algo pasó después del clásico ante Independiente, fue una triunfal falsa imagen o fue relajación, pero algo determinó que en los últimos tres partidos el equipo estuviera a la deriva, jugando muy mal, convirtiendo solo 2 goles y recibiendo 7.
Racing no tuvo fuerza anímica para dar vuelta un partido porque no confía en si mismo y pienso que ello se debe otra vez; lamentablemente; conque no entienden lo que Zielinski quiere, es decir hay algo que no está claro y es a que quieren jugar.
Me pregunto porque lo que buscó hoy en ráfagas intermitentes en el segundo tiempo, no lo realizó en el primero, por eso digo y pienso que hay cortocircuito en algún lado.
Un técnico debe tener ascendencia sobre el grupo, la que debe demostrar a través de su personalidad, de sus conocimientos y de su claridad al desarrollar una idea, para que a posteriori ese trabajo se vea plasmado en el campo de juego.
Y por ahora esto no se vio y es lógico que se lo apunte como responsable de la situación, a pesar de que tendrá sus fundamentos para la defensa, los que ya conocemos, la falta de tiempo, plantel mal armado que él no formó, mala pretemporada, etc.
Hay otras medidas que en mi caso, modestamente y respetuosamente le cargo, y son los cambios a destiempo, jugadores en posiciones que no sienten, otros que siguen jugando a pesar de sus bajos momentos, etc.
Me hubiera gustado decir, aquí se ve la mano del técnico; como la supimos ver en Belgrano; pero por ahora da la sensación de que esa falta de idea fue su punto neurálgico, lo que llevó al equipo a la improvisación y fundamentalmente a una gran irregularidad, donde le encontramos más malas que buenas.
Creo que hay que hablar claro y si es cierto que hay disconformidad dentro del plantel para con el técnico deberían de buscar la forma de armonizar esa relación o darle un corte ahora, porque no va a variar mucho el mismo al comienzo de la parte final del torneo y esto no es forzar la situación, simplemente y por los motivos que fuera, sucede cuando alguien no encaja en un lugar de trabajo.
Por eso tengo miedo por el futuro, no es pánico, es temor que vuelva a pasar lo de Zubeldía y lo de Sava en caso de que no arranque el próximo torneo con no solo buenos resultados, sino con una demostración cabal de que ese equipo de Racing nos permita a los hinchas por volver a confiar en el mismo, algo que no pudimos lograr durante todo el corriente año.
Respecto de los pases y los pocos cupos, después de ver lo de hoy, insisto que no me preocuparía por el volante por derecha e iría directamente a buscar dos centrales de jerarquía, que es lo que le va a dar solidez al equipo.
Hasta pronto. 


domingo, 11 de diciembre de 2016

El partido de las despedidas


Desde que comenzó el encuentro Racing parecía que jugaba de compromiso, ante un rival que estaba preocupado y asustado porque está muy comprometido con el descenso.

Lo único que atinaba hacer Olimpo era buscar por la izquierda a Pizzini que increíblemente siempre estaba libre, es decir con esa única jugada intentaban que ese jugador llegara al fondo y tirara un centro,  para llevar peligro al arco de Orión.

De hecho muy poco para preocuparnos, pero Racing no lo pudo solucionar casi nunca, porque tenemos un marcador de punta que siempre vive en el suelo, siempre se queja, tenemos dos centrales que no dan ninguna seguridad, de los cuales uno, dicen los periodistas partidarios que saben de esto se está por ir y un marcador de punta izquierda al que no se le puede achacar mucho pero que es evidente que no está bien físicamente.

En el medio nos encontramos con Guisao que da la sensación que no sabe a que vino, ni que es jugar en Racing mientras se relega a chicos como Brian Mansilla y otros, a González que no encuentra su lugar y a un Aued, que no sale del equipo ni en un cambio, aunque juegue el peor partido de su vida sumados a Romero, que lo critico porque desaparece por momentos y porque no se pone el equipo al hombro, pero que dentro de todo es el único que puede poner un pase como la gente.

Y arriba un gran jugador como Lisandro López, un líder solitario, desperdiciado y que solo no puede contra el mundo, junto a un Bou que, desde que se frustró su pase a China sigue enojado con los dirigentes y su cabeza todavía sigue viajando por el mundo, pero nunca se detiene en Avellaneda.

Creo, sinceramente, que las versiones que corrieron esta semana en todos los programas partidarios, a los que trato de escuchar siempre, son verdades que quedaron reflejadas en el partido de hoy, porque la apatía con que el equipo encaró el mismo no puede ser otra cosa que la fiel demostración de que algo interno está sucediendo.

Hubo equipos espectaculares en donde había grupos enfrentados, pero que en la cancha dejaban todo y lograban títulos, pero aquí parece que en realidad el clásico con el rojo lo hubiéramos perdido, porque yo esperaba que ese gran triunfo nos hubiera dado un gran envión anímico para decir aquí estamos y así llevarnos por delante a los rivales que nos tocara enfrentar.

Pero no, fue totalmente al revés, por eso creo que esa entrega total en el clásico fue como un “acuerdo” porque si no la hinchada se los comía crudos y por ese partido dejaron las diferencias de lado, las que volvieron a salir a flote a partir del enfrentamiento con Boca.

Si es verdad lo de Bou y su problema con la AFIP, hoy no debió patear el penal, pero suceden cosas que uno no espera.  

Lo de la “Pantera” de hoy fue de lo peor de este jugador desde que está en Racing, desganado como la mayoría, sin confianza y como jugando porque sí, porque tengo que estar, porque me pusieron y se le veía en la cara, que lamentablemente para él, la TV muestra.

Después Rosales, un joven que vino de Aldosivi, club donde gambeteaba a todos, pero en Racing no se pasa a un jugador, solo tira centros que pegan en su marcador, y pensar que Tete Quiroz dijo que era como Centurión…, aunque también dijo que tendría que haberse quedado un tiempo más en el equipo marplatense.

Estamos muy mal, pero creo después de estos últimos encuentros que nos va a costar mucho estar prendidos, porque hoy nuevamente quedó demostrado que este equipo no tiene juego, porque en el primer tiempo abusamos del pelotazo largo para que la cabecera alguno arriba o encontrar la segunda pelota y en la segunda etapa fue porque Olimpo nos regaló el campo de juego, esperando la contra que finalmente llegó y sentenció el partido.

Por último pienso que éste fue el partido de las despedidas, porque creo que esta actuación volvió a mostrar quienes se quieren quedar y quienes no, como dijo el capitán “Licha López” "El jugador que no quiere quedarse en Racing que se vaya”, aunque  lamentablemente no se pueden traer muchos jugadores.

Respecto del técnico hay cosas que no entiendo, Ortiz perdió la titularidad por un partido mal jugado, Vizmara nunca más tuvo una oportunidad, a Candia no lo conocemos, Videla juega como hoy solo 10/15 minutos, un cambio inentendible.

Y el partido contra Unión será una anécdota más en este irregular camino por el que transita Racing y lo que más me preocupa es el futuro, porque con esta base no se puede aspirar a mucho, por lo que espero que en este último enfrentamiento les de la oportunidad a algunos chicos.

Para finalizar con todo respeto, opino diferente al técnico respecto a los refuerzos, ya que según dicen los que hablaron con el “Ruso” que éste pretende  un zaguero central de jerarquía y un volante por derecha, yo digo que se necesitan dos zagueros centrales de gran categoría, porque de otra manera la defensa va a hacer agua siempre, mientras que del medio para arriba podríamos arreglarnos con los que quedan y con los chicos.


Hasta pronto. 

lunes, 5 de diciembre de 2016

Su irregularidad es el elemento central


Después de nuestros vecinos, el rival a ganar es Boca y pensé, que con el gran envión anímico que significó ganarle al rojo, jugando además un gran partido, todo iba a ser distinto.

Pero no, parecía que a los hinchas nos hubieran introducido en una máquina del tiempo, la que nos llevó a un pasado donde el equipo deambulaba por el campo de juego.

Fue realmente triste ver a un Racing que le daba a Boca todas las ventajas posibles, perdiendo pelotas fácilmente, saliendo a marcar de uno, sin orden en la zona central, donde Gago jugaba como en el patio de su casa y  triangulaba a su antojo con Tevez y Pérez, mientras nuestros jugadores, salvo Lisandro López parecía que seguían festejando el triunfo ante Independiente.

Solo recordemos el primer gol donde el 5 de Boca recibe en la puerta del área y habilita a Fabra de manera certera, pero con una libertad y una displicencia que creo no se da ni en un entrenamiento.

Había desde el círculo central hasta el área de Racing un corredor de libre tránsito para los volantes boquenses, sumándole los desbordes por los laterales, sobre todo por la zona de Insúa, quien al igual que sus compañeros de línea tuvo un partido flojísimo.

No podía creer lo que veían mis ojos porque la desorientación parecía la de un equipo que venía de una derrota ante su clásico rival, aunque era todo lo contrario.

La segunda parte comenzó de la peor manera ya que a los 2 minutos Boca consigue el tercer gol ( otra vez el hermano de la Pantera ), pero por suerte Lisandro, siempre el Licha, puso después de un buen pase de Romero, las cosas como habían terminado en la primera etapa, es decir estábamos a dos goles de diferencia.

Boca generaba menos pero en cada contragolpe se veía lo mal que marcaba Racing y que podían llegar nuevos goles, pero hoy Orión ( que seguramente habrá tenido sensaciones emocionalmente fuertes) respondió con gran nivel, sino otro hubiera sido el resultado.

De pronto tiro libre para Racing, Bou ejecuta de buena forma exigiendo a Zara y su rebote lo recibe Licha,  el único que juega con los ojos bien abiertos y logra descontar nuevamente.

Sin jugar bien estábamos ahí, a un gol y al Melli ya no le gustaba nada, pero dábamos demasiadas ventajas en defensa y en nueva ataja de Orión en un mano a mano, Tevez cuerpea a un increíble e  inocente “Sanchez” para ganar la pelota y luego volver a desairarlo, definiendo después como los que saben.

Ya era tarde para soñar con la ilusión del empate, que por supuesto no merecíamos de ninguna manera, porque lo de hoy deja muy claro que Racing transita en la inestabilidad como equipo, porque todavía no está muy claro a lo que juega, porque carece de conducción dentro del equipo ( Romero sigue demostrando que es un jugador hábil, pero no es conductor)  y porque esencialmente no reúne jugadores que interpreten la misma partitura.

Su irregularidad es el elemento central, porque es un equipo sin juego, sin ideas claras, es todo esfuerzo, todo individualismo, por eso cada partido no tiene nada que ver con el otro, para bien o para mal en cada fin de semana exhibe algo inesperado, como el de hoy con lo mostrado el domingo pasado y eso naturalmente desalienta y desorienta.

Siempre surgen dudas y sombras cuando se ve una performance como la de hoy en la primera etapa, donde los errores parecían de los que habitualmente se ven en equipos de menor categoría o en chicos que debutan, tanto en la marca como con la pelota en los pies, pero tanto en defensa como en su volantes, donde el único que parecía que podía pararla y poner un  pase era Romero, que se pasó los primeros 45 minutos marcando al lado de Insúa y donde siempre le ganaban la espalda dado que no solo no sabe hacerlo y hacer lo que no se siente desgasta mental y físicamente.

En los segundos 45 con el cambio de Guisao se intentó además de tener más llegada, frenar la subida de Fabra y con Romerito en el centro del campo se buscó estar más cerca de los delanteros y allí pudo meter alguna asistencia como en primer gol como también probar al arco, algo que debería hacer más seguido por su buena pegada, pero me sigue preocupando su pronto cansancio, lo que lo perjudica en su lucidez y le hace perder claridad.

Adelante hubo más participación pero solo se rescataba la jerarquía de López porque nuestro Bou anduvo con pocas luces.

Si queremos alivianar las críticas, podríamos decir que el segundo tiempo fue por lo menos un poco más digno para un equipo que se supone tiene otras pretensiones, pero que la realidad muestra otra cosa, no tanto en los números que dentro de todo, nos permite seguir entreverados en el pelotón de arriba.

Creo que el fin de año nos dará una señal más certera de lo que quiere la conducción técnica del equipo cuando en ese libro de pases mínimo, decida  en qué posiciones y que nombres, serán los que vendrán a reforzar a este plantel para encarar la parte final y decisiva del campeonato, tratando de darle una idea futbolística que hace tiempo está en falta.  

Hasta pronto.