Debido a mi edad me hizo recordar a enfrentamientos de las viejas
épocas, a aquellos encuentros por la Libertadores de los años ’60.
Porque se jugó como una final dado que era un solo partido el que definía
quien pasaba a la final real para entrar a la Libertadores y quien debía proseguir por otro camino
buscando un lugar en la Sudamericana.
Y en un partido tan determinante sobresalieron las infracciones, las que confundieron
a Pitana, quien además de no otorgar en el segundo tiempo un penal claro a favor de Racing, quedó totalmente expuesto cuando expulsa a Milito sin justificación
alguna por una infracción inexistente, restándole no solo el jugador que tenía
de más, sino a un jugador de sumo peso anímico e importancia para el equipo.
Racing tuvo un buen primer tiempo, con supremacía sobre su rival, aunque no
era tan claro en el final de las jugadas y se pudo ir apreciando como crecía la
figura de Acuña, quien cada vez que se lo proponía superaba a su marcador
abriendo la defensa pincha y conviertiendo un gran gol a los 20 minutos arrancando
de izquierda a derecha paralelo al arco para finalizar con un derechazo
impresionante, clavándola en el ángulo de
Hilario Navarro.
Estudiantes prácticamente no inquietaba a Racing porque la Academia no se
lo permitía desde la seguridad de su defensa y la presión de sus volantes en el
propio campo rival, pero no se generaban muchas oportunidades claras como para
ampliar el marcador aunque a los 30 minutos la tuvo cuando Bou desborda sobre
la derecha y su pase al centro del área es conectado por Milito quien la
levanta sobre el travesaño.
La segunda parte tuvo un comienzo donde se vió a un Racing un poco más
retrasado, como dándole una cierta iniciativa a los platenses al mismo tiempo
que la figura de Acuña se iba agigantando, tanto que hizo expulsar a su
habitual marcador.
Milito no puede darle bien a un centro de Acuña y la pelota queda en manos
de Navarro, pero minutos más tarde “huevo” deja en el camino a dos rivales y envia
un centro fantástico, para que Lollo con un cabezazo espectacular ponga el 2 a
0.
Fue como si el encuentro se hubiese cerrado porque Racing con el hombre
demás, hacía circular la pelota y
Estudiantes estaba como entregado, pero lamentablemente Pitana le dio una vida
más cuando echa a nuestro capitán.
Allí el que acusó un poco el golpe fue Racing quien ya había reemplazado a
Camacho por Díaz, cuando pienso que podía haber entrado Romero para estar más
cerca de los delanteros.
La defensa seguía teniendo una buena actuación pero se notaba el cansancio
en muchos jugadores y ya Estudiantes comenzaba a hacerse dueño de la pelota.
Ej: Bou venía de una gastroenteritis y eso quita fuerza por eso en los mano a
mano le faltó un poco para superar la férrea marca de De Sabato.
Lollo queda golpeado y algo mareado lo que suma otro cambio ( entra Cabral
) y después Romero finalmente lo hace supliendo a Cerro.
El partido estaba más abierto. Ambos equipos llegaban con posibilidades
pero retomar posiciones costaba mucho y en un avance pincha un centro llega a
la cabeza de Auzqui y exige a Saja que desvía en forma notable a un costado,
pero ninguno puede tapar la devolución de la pelota al arco, la que pega en el
palo y va a los pies de Mendoza quien convierte y le pone suspenso y nervios a
un partido que estaba controlado.
De allí hasta el final lo tuvo más claro Racing a través de Romero después
de una gran jugada individual y luego de Bou a quien Romero deja solo frente a
Navarro, pero “acalambrado” finaliza de mala manera, mientras que Estudiantes
también contó con una posibilidad en un centro que Sánchez rechaza mal.
En un encuentro donde hubo que poner mucho huevo, Racing tuvo en Acuña un
“Huevo” con dos yemas, porque fue brillante en su
tarea tanto en defensa como en ataque y determinante para lograr el triunfo, convirtiendo un gran gol y enviando
su centro después de superar dos adversarios para la cabeza de Lollo.
Desahogo total en este primer paso lleno de
nerviosismo y angustia, donde Racing fue justo ganador, lo que le permite
definir ante su clásico rival el pase a la Libertadores.
Es la gran oportunidad de Cocca y del plantel de mostrar una imagen diferente
a aquella de la frustrada tarde en la cancha de los vecinos y poder lograr allí
un resultado que después le permita definir más tranquilo en el Cilindro.
Hasta pronto.