domingo, 19 de julio de 2015

Había que ganar y se ganó.


Eso fue lo más positivo.
No digo lo único, pero casi, porque Racing no mostró una imagen muy buena y aunque creo que mereció ganar este partido, lo jugó con una carga pesada sobre sus espaldas y fue la derrota sufrida frente a N’ewells.
Creo que este partido impreciso, nervioso y hasta con fallas inaceptables que agrandan a cualquier rival por más chico que sea, mostró que el equipo sintió el traspié de la semana pasada.
Y desde allí parto que ese golpe de la semana anterior influyó mucho en la actuación del equipo, donde vimos una defensa con un Lollo equívoco, al igual que sus compañeros de línea donde eran desbordados fácilmente por los costados Grimi y Pillud.
En el medio mientras Acevedo, de partido aceptable, buscaba cubrir el centro del campo, Cerro fue el mejor entendió el juego y tuvo una buena tarea ( para mí el mejor del equipo) mientras a Aued que tuvo un encuentro correcto, se le notaba que le costaba cubrir la zona que habitualmente hace el volante externo.
Adelante Bou y Milito luchaban con actitud, pero como podían las pocas pelotas que llegaban forzadas, porque casi nunca hubo claridad en el juego de ataque, con el agravante de que Bou además, tenía que ayudar a Aued sobre la banda izquierda.
Así y todo a los pocos minutos hubo un muy buen pase de Pillud a un pique de Cerro al vacío sobre la derecha que le permitió asistir a Milito para que con el pecho concrete el primer gol.
Media hora después y ante un Sarmiento que prácticamente jugó sin delanteros, en un tiro de esquina, recoge el rebote Lollo y habilita a Camacho que de cabeza la cambia de palo para festejar la segunda conquista.
El segundo tiempo se intentó jugar más, pero a veces Racing tiene partidos como este donde, con errores cuasi-infantiles invitan al rival a que haga el gol, pero creo que este equipo jugó con una pesada mochila llena de inseguridades, que traía de Rosario y que no permite pensar con tranquilidad y claridad.
Evidentemente eso no debería pasar en el campeón del fútbol argentino, pero sucede y se transmite en el conjunto.
Había que ganar y se ganó, pero esperemos que Racing vuelva a ser más seguro, más compacto que es lo que le va a dar más confianza y a partir de allí buscar un mejor juego.
No había que dejar pasar esta oportunidad para sacarse de encima el golpe anímico negativo que había recibido y poder aclarar algunas ideas que parecen haber pasado de largo en esta vuelta al torneo.
Un triunfo que le permite a Racing continuar entre el grupo de arriba y darnos a nosotros los hinchas la posibilidad de seguir soñando con el bi-campeonato o por lo menos con ingresar a la Libertadores.
Hasta pronto.