Viaje con problemas para un partido que se presentaba con
cierta incertidumbre, después de la mala actuación del viernes próximo pasado
con Central.
Pero después de un comienzo de alguna manera nervioso y
donde el equipo local tuvo una oportunidad en un tiro libre, Racing comenzó a
acomodarse.
Achicando espacios y presionando desde sus hombres más
adelantados, fue encontrando la confianza y la seguridad en la circulación de
la pelota.
Fueron mejorando sus volantes por afuera, tanto Camacho quien
comenzó más seguro en su juego que Acuña, -comete infracciones inocentes quizás
por su ímpetu y su falta de experiencia en defensa- aunque levanto mucho su nivel con el correr
del partido.
Mientras Milito y Bou volvió a ser esa dupla que juega de
memoria, con movimientos que le dan belleza al juego y con certeras definiciones
que nos llenan el alma.
Me alegra muchísimo que Bou vuelva a convertir de esta
manera, porque alimenta el espíritu y la confianza de los goleadores para que
por ejemplo se anime a convertir un gol como el tercero donde recibe de un
pelotazo sobre la izquierda, domina, gira y resuelve con un zapatazo al ángulo
izquierdo del arquero.
Espectacular por donde se lo mire.
Y también que Milito mantenga la humildad de un grande,
dejando de lado el egoísmo, sabiendo que lo que importa es que el equipo funcione
y que los goles los convierta cualquiera de sus compañeros, demostrando además
que cuando tiene su oportunidad su calidad de goleador está intacta.
Muy bien los volantes centrales y toda la defensa, al igual
que Saja, que salvo el centro del que hablamos al principio, comenzó a salir y
a hacerse dueño del área en las pelotas aéreas.
La sensación es que Táchira dio demasiado ventajas, pero yo creo
que en realidad hubo un gran partido de la Academia con un gran acierto de
Cocca al colocar a Camacho por Gastón Díaz.
Racing fue imparable para el equipo venezolano, con un
equipo que jugó posiblemente el partido con más brillo y más juego de toda la
era Cocca.
Y entonces con la llegada de los goles, todo se fue haciendo
más fácil a medida que transcurría el partido con la posibilidad de aumentar la
goleada, pero el equipo comenzó a cuidar el físico, ya sea por el desgaste del
viaje como por la proximidad del encuentro con Olimpo en Bahía Blanca.
Carnaval de juego y goles
en esta primera presentación, esperando que esta extraordinaria actuación nos
permita encontrar nuevamente la regularidad, la solidez y la contundencia a que
nos tenía acostumbrado Racing en la última etapa del torneo anterior.
Mejor imposible para comenzar el camino a la Copa
Libertadores y para que nosotros los hinchas, volvamos a recobrar la alegría.
Hasta pronto.