Falta poco y nos colmamos de ansiedad.
De nervios…y por supuesto de angustia, como la primera media
hora de hoy en Arroyito.
El equipo parecía lento y sin reacción.
Se marcaba mal, se corría mal y se jugaba mal.
Y aquel arquero que cuestionamos en algún momento, pero que
venía en alza desde hace varios partidos y con el arco en cero, parecía el
único “despierto” y concentrado, por lo que fue convirtiéndose en figura.
Muy bien Saja.
Ahora sí un arquero ganador, para un equipo ganador.
Central había quedado muy en deuda con su gente, lo que le
costó la cabeza al técnico Russo y era lógico que muchos chicos, a los que
siempre bancan los hinchas, aparecieran en el equipo titular, lo que trajo
aparejado que desde el vamos presionaran y con toque y velocidad pusieran a
Racing en apuros.
Pero a partir de los 30 minutos esos juveniles bajaron el
ritmo y permitieron que los jugadores de Racing pudieran pensar un poco más al
recuperar la pelota y de alguna manera comenzar a emparejar las acciones, aunque
sin llegar a molestar demasiado a Caranta.
Pero cerca de los 40 hay un muy buen pase de Voboril a Milito
sobre la izquierda en el área grande, quien cuida muy bien la pelota y se toma
su tiempo para la llegada de Bou, Centurión, Díaz y Videla, siendo este último
quien la recibe sobre la derecha y remata de primera. La pelota pega en el
poste y del rebote Gastón Díaz convierte ( creo que adelantado, pero valga por
las que nos robaron contra los vecinos y contra Lanús ).
Gol gracias a que al Príncipe Milito que nunca va al choque
y que siempre registra la jugada antes de que suceda, sin sufrir además ese
nerviosismo por el que atraviesan sus compañeros lo que le permite a su cabeza y
a su cuerpo, responder a esa armonía y decidir casi siempre bien.
Por supuesto el triunfo calma de cierta forma ese estado
nervioso y baja la ansiedad, permitiendo tomar aire y comenzar a razonar mejor.
Esto es lo que se vió sobre todo en la segunda etapa, cuando
Central ya no mostraba ese ímpetu inicial del primer tiempo, mientras Racing se
iba asentando atrás y en el medio, disponiendo por una situación lógica de más
espacios, dado que el local se iba desarmando lentamente.
A mi
gusto buena tarea de Voboril , de Lollo quien no comete infracciones tontas y
después de aquella primera jugada al comienzo del partido donde parecía no
poder despegar del suelo junto a Cabral conformaron una sólida dupla, con una
mejoría de Pillud en ese segundo tiempo.
Videla pasó de correr sin ton ni son y entregar mal lo poco
que recuperaba en el primer tiempo a pararla más y a comenzar a entregar mejor
la pelota y junto con Aued le dieron al equipo una circulación más segura.
Y así a los 20 minutos llega el segundo gol que inicia
Pillud, con un toque a Videla, que alarga de primera para Aued, quien toca para
Bou y este, que recibe de espaldas gira para poner un pase de zurda al pique
Milito entre los centrales, quien elude a Caranta y convierte.
Golazo y casi cierre del partido, aunque faltaba bastante.
Después del gol, el bajo encuentro de Centurión le permitió
a Acuña entrar en su lugar y aunque luchó mucho, no tuvo una actuación
destacada
Confieso que yo pedía el cambio de Milito después del
segundo gol, porque pensaba que podía ganarse una tarjeta amarilla y no
participar del último partido y además con la posibilidad de esa lesiones que
pueden aparecer inesperadamente, pero faltando 15 minutos llega el cambio de
Hauche por Bou y nobleza obliga, le dio la razón al técnico, cuando el demonio
roba una pelota cerca del área local y pone un muy buen pase que deja solo otra
vez a Milito, quien define con clase abajo al palo izquierdo de Caranta.
Racing hizo un buen segundo tiempo y por momentos estuvo
varios minutos haciendo circular la pelota ante un Central que no podía con su
cruz.
Párrafo aparte para Diego Milito.
Un jugador que se preparó para volver a Racing. Porque volvió
entero, porque es líder positivo, porque es respetado y porque es diferente dentro
y fuera de la cancha. En síntesis, porque vino para triunfar, no solo para
transitar por sus instalaciones.
Por eso digo que Milito es un Príncipe que volvió para ser Rey.
Reconocimiento para Hauche. Por su profesionalismo y por ser
buen compañero, porque siempre apoya y se banca no ser titular aún teniendo un
momento muy bueno.
Después Cerro entra por Gastón Díaz para asegurar el
partido, aunque faltaban solo 10 minutos.
Este era el partido que había que ganar y se ganó, aún con
los riesgos de que los varios amonestados pudiera sufrir una amarilla.
Alegría infernal, gritos y emoción ante este resultado que
deja a Racing posicionado para definirlo por su cuenta.
Porque ahora todo depende de Racing y seguramente dentro de
14 días -porque River ya ganó y pedirá postergación de su último partido- el
Cilindro explotará con una hinchada que alentará
más que nunca, para que cada jugador sepa que en su corazón habrá millones de
otros corazones, bombeando a la par del suyo para que con fuerza y coraje puedan
regar la cancha de sudor, en la búsqueda del triunfo que nos permita a los
hinchas gritar RACING CAMPEÓN CARAJO!
Hasta pronto.