No esperaba que Racing jugara
bien si nunca lo hizo hasta ahora, ni tampoco que Merlo saliera a atacar con
todo si no es su esencia como técnico, pero además sabiendo por declaraciones
públicas de Borghi, que Argentinos saldría a ganar todos los partidos porque que los empates no le sirven.
Pero en un partido de trámite
lamentable, imposible de ver y sobre todo de digerir desde el juego en sí, nada
hacía prever que finalmente Racing se iba a alzar con un triunfo, tan sorpresivo
e inesperado como aquel en Vélez, cuando en realidad creo que todos rogábamos
que finalice el partido y pudiéramos llevarnos un empate.
Pero como en la vida, en el
fútbol también existen milagros y “Mostaza” Merlo que vivía su “crucifixión” anticipada, sobre el
final del partido en La
Paternal tuvo su resurrección virtual.
No tiene sentido alguno hablar
de los jugadores, salvo de uno especialmente: Rodrigo De Paul, a quien esta vez
“Mostaza” no lo retiró del campo de juego ( quizás como reconociendo su error
en el cambio ante Gimnasia) y que fue – como lo es habitualmente- el único que le
da a este equipo algo de claridad con el agregado de que hoy le dió el triunfo a Racing, con un gol
sobre la hora, tras una buena jugada personal.
Y como una mención positiva digo
que Cabral -a quien se le niega el gol
minutos antes del que le dio los tres puntos a Racing- , ha demostrado que está
en condiciones de disputarle el puesto de titular a cualquiera de los centrales.
Aunque todavía no estamos
del todo afuera del descenso, creo que ya no vamos a sufrir tanto mentalmente
con los números de los promedios, pero la bronca, el dolor y la tristeza de esta
paupérrima temporada no la podremos dejar de lado fácilmente.
Ojalá esta cierta liberación
ayude al cuerpo técnico y a los jugadores, a mejorar aunque sea un poco el
andar de este equipo, para lograr una cosecha de puntos que nos permita comenzar
la próxima temporada con cierta tranquilidad.
Hasta pronto