viernes, 16 de noviembre de 2012

Dos señales positivas.



En una muy calurosa tarde Racing visitó una de las canchas donde nunca había ganado y donde el local Godoy Cruz mantenía el invicto en este torneo.

Mendoza era una plaza difícil, sobre todo para este Racing de rendimiento ambivalente y con inconvenientes en la conformación del equipo por la lesión de Migiónico a último momento.
Finalmente volvió a la tradicional linea de cuatro con Villar en su habitad natural y con Camoranessi en la cerca de Zucculini pero con la grata sorpresa de encontrar a Fariña junto a Centurión y Vietto, dejando a Hauche, Sand y Cámpora en el banco.

Esta formación permitió que Racing manejara más la pelota, pero le costaba concretar lo que insinuaba en ataque. Godoy Cruz también tuvo lo suyo ya que Racing no ofrecía mucha oposición en la mitad de cancha donde Zucculini se multiplicaba –erigiéndose   a mi gusto en la mejor figura de Racing- y donde apareció con su gran seguridad el gran arquero que es Saja, sobre todo en una grave falla de Cahais sobre el final de ese primer tiempo.

En el segundo las cosas mejoraron , sobre todo a partir del gol de Vietto que comenzó con un arranque de Fariña y un buen pase a Centurión quien llego a la línea de fondo y su centro atrás rebota en un defensor que  lo deja solo a Vietto para empujarla al gol.

Racing había salido con otro ímpetu y al concretar el gol se sintió más seguro lo que le permitió a Fariña encarar con más confianza y darle precisión y profundidad a sus pases para los veloces Vietto y Centurión, además de convertirse  socio ideal de Camoranessi, también de buen partido
Los“chicos” Centurión ( siempre mal "buscado" por los rivales ) y Vietto ( este último volvió a realizar un muy buen partido ) tienen esa frescura que entusiasma y tuvieron situaciones de mano a mano que no definieron por la aceleración natural con que juegan.

Fue un gran triunfo que le permite estar cerca de el primer objetivo que son los 30 puntos.
Lo demás es por añadidura, porque la verdad es que tanto sea por el campeonato o por el promedio, lo importante es sumar y para sumar hay que ganar.
La diferencia es como se gana, pero hoy hubo dos señales positivas para rescatar.

Una es que el técnico encontró el “talento” que le faltaba en Fariña, sobre todo en esa segunda etapa y la otra señal positiva fue que no se refugió atrás después del gol, sino que con toque y circulación el equipo esta vez fue a buscar más goles.

Un gran segundo tiempo que nos vuelve a ilusionar, aunque todos los rivales no son iguales.

Ahora llega Quilmes. Un equipo duro en todo sentido. ¿Se animará Zubeldía a mantener el equipo?
Por su estilo daría la impresión que no.

Hasta pronto.