Los cambios “cambiaron” al equipo.

Peor imposible, aunque todo tiene una explicación.
Por lo menos para un hincha como yo.
Hoy de acuerdo a mi modesta opinión el técnico se equivocó en los cambios.
Si aceptamos que Santander estaba engripado y Gío solo por su jerarquía debía de ser el reemplazante, su posición debió haber sido otra dentro del campo y además no tendría que haber salido Zucculini, ya que como se pudo observar la zona derecha a la que todavía parece ser no le ha encontrado solución fue la mejor aprovechada por Unión desde el primer segundo del partido.
Así llegó el primer gol ante fallas inocentes de los marcadores centrales y esta vez del arquero quien sin lugar a dudas jugó su peor partido desde que está en Racing a pesar de contar a su favor el penal atajado.
Ese gol golpeó de tal manera al equipo que nunca encontró la serenidad para poder llevar adelante el encuentro ante un Unión que realizó un gran partido y donde Rosales de alguna manera se divirtió al sentirse libre y poder disponer del tiempo y la idea para desarrollar su buen juego.
Así llega el segundo gol a los 21 minutos–otra vez por la izquierda- que fue definitivo para el Racing de esta noche.
Se veía que el equipo no funcionaba y a pesar de las indicaciones del “Coco” para que Gío juegue mas adelante este retrocedía en demasía y perdía pelotas que enardecían a los hinchas. Toranzo comenzó a desandar el mismo camino y sus desaciertos también fueron blanco de gritos desde la tribuna.
El equipo nunca encontró el orden y me parece que hoy dejó traducir un aspecto que hasta ahora no había mostrado y es el de la falta de respuesta anímica. Ya sabemos que no hay líderes, salvo quizás el arquero, pero me llamó la atención el decaimiento de jugadores como Teo Gutierrez, que evidentemente se ha contagiado de los errores y horrores de sus compañeros ejecutando de muy mala manera el penal en las dos oportunidades demostrando que en una próxima oportunidad el ejecutor debe ser otro.
Después de la nueva expulsión de un rival –y van cuatro encuentros - de las que Racing solo aprovechó una oportunidad y perdió los 3 partidos restantes, aunque en este ya perdía por tres goles, Unión –con un estado anímico superador por su diferencia de gol- desnudó a un Racing que parecía ser el equipo al que le faltaban más de un jugador.
Una defensa sumamente nerviosa donde cada vez que se pasaban la pelota era un compromiso, un medio campo donde la lucha personalizada de Pelletieri está demostrando que con esa línea de fondo no se puede jugar solo con un volante de marca, y una delantera donde la confusión fue lo más destacado termino mostrando la falta de convicción de un equipo que pretendía pelear el campeonato.
Hoy creo que todos nos dimos cuenta que el medio campo hacía agua y la zona derecha de Racing era una invitación para pasar sin ningún tipo obstáculos hacia el arco de Saja y quizás esto también pasaba por la cabeza de los jugadores de Racing y esa desorientación mental los llevaba a correr sin ton ni son a los rivales.
Quizás hubiéramos perdido igual pero el equipo así no funcionaba y acepto que es difícil realizar cambios ante jugadores de la talla de Toranzo y/o de Gío pero el partido estaba ahí. Gío alternaba algún toque bueno con muchas malas y Toranzo a quien no le niego su personalidad dejaba todo el lateral derecho libre para que el diez de Unión jugara a su antojo.
Por último creo que Cahais debe volver a ser central y Martinez muy indeciso debería dejar el puesto. Litch aunque no juegue en forma superlativa es más marcador de punta. Obviamente esta es la mirada de un hincha que no está en los entrenamientos y que sólo ve el partido tratando de ser lo más objetivo posible. Basile había encontrado para Teo una posición casi ideal, donde además de jugar mejor y para bien del equipo mostrando muchas otras cualidades y calidades, no entraba en los roces que empalidecían sus actuaciones, pero esta vez los cambios “cambiaron” al equipo para mal.
Creo que el “Coco” debe trabajar mucho en lo anímico y tomar las decisiones que correspondan por sus convicciones porque se acerca el clásico y además tenemos partidos muy difíciles, aunque para este Racing parece que todos lo son.

Hasta pronto.

Ir al frente sin mirar atrás.

Después de un primer tiempo de juego mediocre donde el local comenzó mejor durante los primeros 10 minutos, Racing intentó pero no pudo ni supo bien como hacerlo hacer sentir el hombre de más que tuvo desde los 13 minutos al ser expulsado Villanueva por Lunatti.

Teo trató de convertirse nuevamente en el armador del equipo pero no recibía la pelota continuadamente ya que cada jugador de Racing quería convertirse en lanzador o asistidor y eso hizo que se perdieran muchas pelotas, por lo que se fueron intercambiando el dominio del partido.

El segundo tiempo contó con un cambio vital. Toranzo reemplazó a Zucculini y eso hizo que Racing tuviera más posesión de la pelota obligando de alguna manera a Olimpo –agravado por contar con un jugador menos- a refugiarse más cerca de su área.
Racing decidió ir al frente sin mirar atrás y así llegó el primer gol de
Teo-Mancinelli ante un buen pase de Toranzo y de una buena jugada del colombiano.
Esto hizo que Olimpo se abriera y así llegaron los goles de Hauche –le viene muy bien- y de Castro –cada vez mas afianzado- para liquidar de alguna manera el partido.

Sobre el final Olimpo tuvo su oportunidad para descontar pero era la noche de Racing, aunque esta jugada como algunas otras -donde Saja vuelve a ratificar fecha tras fecha que es un gran arquero y que hoy por hoy no tiene nada que envidiarle al Pato Fillol- son una señal de alerta para el técnico porque la línea de fondo no está nada segura.

El triunfo da confianza en todo sentido pero el “Coco” debe tratar de buscarle alguna solución al fondo donde hubo errores infantiles de marca.

La incógnita es que hacer con Gio si está para jugar. El Paraguayo Santander es un muchacho que le abre caminos a los compañeros porque va a todas y obliga permanentemente, algo que no les gusta a los defensores e insisto que le ayuda al juego de Teo porque hay presencia en el área y aguanta a los centrales, mientras Gutierrez puede jugar más libre. De salir alguien tendría que ser Hauche y Gío ir por la zona derecha.
Pero no creo que Basile cambie, por lo tanto Gío al banco.

Hasta pronto.

Maestro de fútbol.

No pude escribir en las dos ultimas semanas porque estuve ausente, aunque vi los partidos ante Banfield y Arsenal donde el equipo defeccionó de tal manera que trastocó las esperanzas de muchos y transformó la cara de felicidad inicial de nuestro técnico.

En realidad no se vislumbraba un rápido mejoramiento en un equipo que cambiaba permanentemente de jugadores y qu ante All Boys introducía cinco cambios. Pero en fútbol todo es posible y pudimos observar un muy buen partido de Racing después de tanto sufrir. Se asemejó mucho a los buenos partidos de Russo ( léase frente a Olimpo ) aunque en este caso contamos con un plus: tuvimos un arquero excelente.

Con un planteo arriesgado Basile logró un funcionamiento interesante pero sobre todo rescato el cambio mental y táctico de Teo Gutierrez, quien quizás por tener la “responsabilidad” de crear y convertirse en el conductor del equipo dejó de lado sus “peleas”, para esta vez poner su energía, inteligencia y sabiduría a favor del juego sin ningún egoísmo, aunque fue buscado durante toda la noche para ver si “entraba” y se viera perjudicado con alguna expulsión.

Porque me detengo en él. Porque este jugador cuestionado por su carácter es evidente que está lleno de virtudes futbolísticas y ayer demostró lo que puede dar. Teo se convirtió en un verdadero maestro de fútbol exhibiendo sus dotes de armador, con el equilibrio mental y técnico que todo jugador que cumple esa función debe tener y además con algo que rescato y lo hizo brillar aún más: su movimiento permanente respaldado por su buen estado físico. No se paro nunca y fue receptor permanente de la mayoría de las pelotas que venían de sus compañeros, tanto por derecha como por izquierda y eso contagió a todos sus compañeros quienes se animaron a jugar más.

Se entiende muy bien con Castro – quien obviamente figura también- que volvió a mostrar las virtudes que habían ilusionado a todos los hinchas de Racing en sus primeros partidos convirtiendo tres golazos. También creo que el paraguayo Santander le “cae” muy bien porque este chico tiene movimientos muy interesantes y tuvo sus oportunidades.

Este es el Teo que uno quiere ver. Se lo vio muy cómodo y fue un deleite para quienes nos gusta el buen fútbol. Además no estuvo muy lejos del área, aunque evidentemente se aleja un poco de la zona de definición.

Hubo otros puntos altos como Saja que tuvo una tarea impecable y Pelletieri con su desdoblamiento para recuperar, relevar y hasta asistir como en el primer gol. También se puede rescatar a Zucculini que está más tranquilo y se anima a pisar el área con sorpresa. Tuvo un partido aceptable Aveldaño y mejoraron Pillud y Cahais. Martinez tuvo muchos altibajos. Hauche es a veces impredecible aunque como siempre obliga a los rivales y se entrega de cuerpo y alma y Viola mostró ráfagas interesantes.

Racing pudo haber concretado más oportunidades pero hay jugadas que por apresuramiento o egoísmo no se terminan bien y esa es una lección que se debe aprender porque este equipo todavía en defensa da ventajas ya que tuvo problemas en los centros, pero estamos seguros que el “Coco” y sus ayudantes también lo ven y trabajaran para buscar la mayor efectividad.

Aunque ahora volverá Gío y con él las dudas y las conjeturas para el técnico. Equipo que gana no se toca? Si Santander no está bien por el golpe y la precaución, seguramente entrará Moreno, pero claro aquí Teo debería volver a su “antigua función o bien pasar a Hauche de punta. Y si queremos que Teo trate de repetir lo que hizo frente a los “albos” con el paraguayo en cancha, Gío debería reemplazar a Hauche o ir al banco.

Decisiones que hay que tomar previendo que vamos a un reducto chico donde habrá más roce, aunque este triunfo ayuda a tener más clara la mente para el próximo partido esperando obtener un nuevo triunfo para salir del infierno y acercarnos más al cielo.

Hasta pronto.