El resultado de asuntos internos.
Racing parecía haberse tomado vacaciones anticipadas, ya que durmió la siesta todo el primer tiempo.
Increíble lo mal que jugó este equipo. Sin actitud. Perdiendo en todos los sectores de la cancha y además sin dar un pase correcto.
Todo era como nervioso. Cada vez que recibían la pelota les rebotaba, incluso a un jugador como Gío Moreno.
Desde atrás salían pelotazos para Hauche y Luguercio quienes prácticamente pasaron desapercibidos y la pelota nuevamente en los pies de Belgrano.
Solo el tiro libre de Gío y un pase puesto a Castro entre líneas.
Y entonces lo que no queríamos que sucediera se hizo realidad.
Belgrano jugando con volantes que les comían los talones a los nuestros recuperaba por sus virtudes y por los horrores que cometían los de Racing. Las paredes que intentaban hacer Yacob y Gío siempre terminaban en contragolpes - como la del primer gol- mientras que por la zona de -un desconocido- Castro y de Lich -con errores de principiante-, se hicieron un picnic.
Y en un encuentro donde Saja tuvo una noche "normal" llegaron los goles que dejaron al desnudo todas las fallas que viene mostrando el equipo en los últimos partidos.
Era como si se hubieran propuesto jugar a “reglamento”. Es decir salgo a la cancha y estoy ahí pero después ningún esfuerzo para jugar mejor. Al contrario todo fue un cúmulo de errores. En la marca, con la pelota en los pies y sin la agresividad que todo equipo que tiene pretensiones a algún objetivo debe mostrar.
El segundo tiempo mejoró algo. Gío estuvo más en contacto con la pelota y de alguna manera se convirtió en el conductor del equipo. Racing descontó a los pocos minutos por intermedio de Viola y jugó con un jugador más el resto del partido, no pudo ante un Belgrano que definitivamente le regaló la pelota y la cancha.
Pero nada es casualidad. Este es el resultado de asuntos internos que no se aclaran.
Entre los jugadores. Entre el técnico y los jugadores. Entre los miembros de Comisión Directiva. Entre la CD y los jugadores, etc.
No puede haber una buena convivencia cuando hay problemas en el plantel que no resuelven ni los responsables del grupo, ni los jugadores ni la Comisión Directiva, que por sus disputas internas ha decidido tomar cartas en el asunto un poco tarde.
Evidentemente hay heridas abiertas y quizás con el tiempo cicatricen, pero durante ese período hay que cuidarlas bien para que no se infecten y se pudra todo.
Después de este resultado quizás nada más importe para el plantel y los dirigentes, pero el hincha espera que de una vez por todas se pongan los pantalones largos, porque para la gente que sufre por esta gloriosa camiseta todos los partidos son importantes y al fin y al cabo son los únicos que no tienen responsabilidad en este tema.
Hasta pronto.